Carson McCullers, un corazón valiente ante la adversidad

Carson McCullers nació el 19 de febrero de 1917 y murió el 29 de septiembre de 1967. Solo vivió cincuentas años. Es una de las escritoras americanas más importante del siglo XX. Su obra se ha agigantado con el tiempo y nadie puede discutir ya la maestría y la pasión de su escritura. No tuvo una vida fácil: enferma desde su adolescencia, con una relación tormentosa con su marido y una fuerte adicción al alcohol. Un psiquiatra le recomendó que abandonase la escritura porque era una neurosis de la que tenía que librarse. Diez años después, otra psiquiatra, Mary Mercer, le dio aliento para vivir y le animó a seguir escribiendo. Su biógrafa, Josyane Savigneau, relata la primera visita que Carson hizo a la consulta de la doctora:

«Sí, pareció sorprenderse mucho al verme», recuerda Mary Mercer. «Casi inmediatamente, me dijo: Doctora Mercer, he perdido mi alma. Yo le respondí: No creo que haya perdido su alma, señora McCullers, pero puede que se le haya extraviado.»

 

A lo largo de su corta vida, Carson McCullers mantuvo amistad con escritores tan importantes como Tennesse Williams, Paul y Jane Bowles, Auden, Djuna Barnes, Katherine Anne Porter y Annemarie Scharzenbach. De origen sureño, su rebeldía marcó de tal manera su obra que recibió, incluso, amenazas de grupos racistas. Esta mujer pequeña pero de gran energía, sufrió lo indecible a causa del reumatismo articular que le empezó a afectar a los quince años y que al cabo del tiempo derivó en una parálisis que le obligó a usar un bastón para caminar, siendo todavía muy joven.

Casada dos veces con el mismo hombre, Reeves, el suyo fue un matrimonio difícil, con grandes altibajos, que termina trágicamente con el inesperado suicidio del marido.

 

Un intenso fulgor ilumina a #CarsonMcCullers cuando, desde el sufrimiento, escribe por la noche. Clic para tuitear

Con veintitrés años publica su mejor novela, El corazón es un cazador solitario (1940), ambientada en una pequeña ciudad sureña de Estados Unidos.  Sus protagonistas son personajes marginales: una niña amante de la música clásica, dos hombres mudos que viven juntos y mantienen una relación especial, un doctor y predicador negro, un albañil irritable y de ideas avanzadas. Carson McCuller escribe que «el tema principal de este libro, expuesto en las doce primeras páginas, es la rebeldía del ser humano contra su aislamiento interior y la necesidad que siente de una expresión personal lo más plena posible.» Una inolvidable y espléndida novela.

Escribe numerosos cuentos y tres novelas cortas: Reflejos en un ojo dorado, La balada del café triste y Frankie y la boda. En ellas refleja con gran pasión sus preocupaciones: el amor, la soledad, el miedo, la violencia y el fracaso. En su última novela, Reloj sin manecillas, a través de sus peculiares personajes, situados otra vez en el profundo sur americano, retoma  sus obsesiones: la injusticia, la soledad, la muerte, el amor y la necesidad de vivir por encima de todo.

 

Autora de numerosos ensayos, dicta su autobiografía, Iluminación y fulgor nocturno, en sus últimos meses de vida, muy enferma y con graves problemas de movilidad, dejándola inconclusa. El libro incluye, además, la correspondencia entre Carson y su marido durante la Segunda Guerra Mundial. En la autobiografía, Carson McCullers refirió a la doctora Mercer sus problemas y los momentos felices con Reeves:

«Recuerdo una noche en que subimos al techo en mansarda de nuestra casa para ver  la luna. Pasamos momentos muy agradables juntos y por eso todo fue más difícil. Si Reeves se hubiera portado mal todo el tiempo, hubiera sido un gran alivio, porque yo hubiera sido capaz de dejarlo sin tanto dolor. Y no lo olvidé, él significo mucho para mí en la época que escribí El corazón es un cazador solitario y Reflejos en un ojo dorado. Yo estaba totalmente absorta en mi trabajo y, si la comida se quemaba, él nunca me regañaba. Y lo que era más importante aún, leía y criticaba cada uno una vez terminado. Una vez le pregunte si pensaba que «El corazón» era bueno. Reflexionó largo rato, luego dijo: No, no es bueno, es extraordinario.»

 

John Huston dirigió a Elizabeth Taylor y Marlon Brando en Reflejos en un ojo dorado Clic para tuitear

Su obra ha sido llevada al cine y a la televisión. Destacan la película de John Huston, Reflejos en un ojo dorado (1967), interpretada por Elizabeth Taylor y Marlon Brando, y la Balada del café triste (1991), con Vanessa Redgrave y Keith Carradine.

Carson McCullers muere el 29 de septiembre de 1967. En su funeral suena una pieza de Bach como el día en que se casó por primera vez con Reeves. Dos semanas después se estrena la película de Huston que, al igual que la novela muchos años antes, provoca un gran escándalo.

Su amigo, Tennesse Williams escribe en 1974 unas palabras que, con el tiempo, se cumplen puntualmente:

Espero que, con la multiplicación de los estudios sobre ella, todo el mundo se convenza por fin de que, a pesar del inicio precoz de sus numerosas enfermedades, Carson McCullers era, espiritualmente, un ser de una extraña y luminosa salud.

 

#CarsonMcCullers era, espiritualmente, un ser de una extraña y luminosa salud. #TenesseWilliams Clic para tuitear

 

Carson McCullers, un corazón valiente ante la adversidad

Jesús Holgado Delgado