Yo diría que Fernando Bazán es un explorador. Pero de los de antes, de los que llevaban bien colocado el salacot y el látigo aprisionado en el cinto. Un buscador de la preciosa piedra, de la piedra filosofal que yace bajo las dunas de por frente a la Venta del Calé. Yo diría que es el caminador de los arrabales que lucen suspendidos, como por obra de arte, en el mismo aire; acaso el que sopla desde las marismas de la vieja Onuba, o acaso el que flota al través de los callejones del Soho. Yo diría que rastrea, sin descanso, la sonoridad; siempre al encuentro de algún fonio que determine, en su conjunción con otros, la esmeralda sónica eternamente presente en cada uno de sus sueños.

Nacido en Huelva, en 1986, Fernando Bazán es Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla y docente de las Artes Plásticas. Tiene publicados tres discos: Vicio-Vertedero (2011), poemario en formato libro-disco, editado por Cangrejo Pistolero Ediciones, y Primer Premio del certamen Becarte 11; Ruan: confesiones en el no lugar (2014), un libro editado por Cangrejo Pistolero Ediciones, un disco publicado en digital, y un espectáculo escénico musical. Y Abiogénesis, que salió a las ondas el 6 de mayo de 2016. Figura en antologías literarias y discos recopilatorios, participando en encuentros poéticos y musicales por todo el territorio español: Perfopoesía, Vibrato, Kerouac, Arriversos, Vociferio, JamónPop y SouthPop.

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Su último trabajo, Abiogénesis, producido por Charly Chicago y publicado por entregas; concretamente, en tres lanzamientos y solamente disponible en tiendas digitales y en las principales plataformas de música vía streaming, ha supuesto un revulsivo importante en la carrera de Fernando Bazán, quien nos señala que «el cuerpo compacto que caracterizaba a mis dos anteriores trabajos ha dejado el paso a esponjosos matices que me acercan —para entendernos— un poco más al pop». Lo que no quiere decir que la exploración y el látigo hayan desaparecido de la escena, puesto que el camino y el objeto son marcas consustanciales de nuestro protagonista.

En cuanto al título de Abiogénesis, apunta el artista que se corresponde con «una de la principales teorías del origen de la vida en nuestro planeta, la cual se fundamenta en la creencia científica y analítica de un origen de la vida desde la No vida; lo que significa que la vida se creó a partir de materia inanimada e inorgánica». Y aclara que: «Si en mi anterior trabajo establecía reflexiones en torno al No lugar, en este disco hay una aproximación a la No vida, concretamente al origen de la misma a partir de materia inanimada».

 

 

Me cuenta Fernando Bazán, que desde que Patti Smith le susurrara al oído lo de Horses, todas las luces de su existencia se le quedaron encendidas: «Cuando escuché a Patti Smith tendría 17 años, y fue recién llegado a la Universidad. Después, vinieron John Cale, Lou Reed, Nick Cave, Bowie, Dylan… Nunca pensé que fueran referentes tan directos. Horses es una obra maestra, por lo que es y por el momento en el que está compuesto. También me marcaron Magic and Loss y Berlín de Lou Reed. Son discos e influencias que determinaron, en cierta medida, algunos de mis conceptos y nociones a la hora de concebir textos, canciones, música, etc. También están: Bushido, Homenaje a Leopoldo María Panero, El Acto, Honestidad Brutal, y numerosos discos de artistas nacionales e internacionales. ¿Quién puede olvidarse de Charly García, Spinetta, Corcobado, Ceratti, Sabina, o Nacho Vegas? Hay sucesos que te determinan de por vida. Unos son excretados, y otros son filtrados y asimilados pasando a formar parte de tu personalidad».

 

 

 

No se considera Fernando Bazán un artista transgresor: «Yo no lo creo, otra cosa es que haya personas que digan o piensen que lo soy. Tampoco me obsesiona rebasar ese límite, ni es mi objetivo principal, aunque puedo confesarte que la provocación es una de mis aficiones. Sirve para llamar la atención del oyente, para removerle las tripas, meterle el dedo en la llaga… Tocar los cojones es algo muy divertido y apasionante, pero la transgresión por la transgresión, si no hay contenido, resulta vacía. Hoy día, en la música, generalizando, somos unos “mierdas” en este aspecto, no tenemos ni la mitad de agallas que nuestros predecesores cuando inventaron esto, en las sociedades que vivían y con los recursos con los que contaban. A propósito, y como ejemplo de transgresión: Banksy y los dibujantes de El Jueves, El Víbora, Orgullo y Satisfacción, Charlie Hebdo. Esos sí que los tienen cuadrados».

Si se siente valorado o no, es algo que no le preocupa en demasía a nuestro artista: «Dentro del panorama cultural existente me llegan buenos comentarios, los malos no, no sé si se los guardan o no hay nada que declarar. Pese a que últimamente parece que se valora mi propuesta, lo cual es un halago, todavía hay que trabajar bastante para llegar a más gente aquí, pero sobre todo más allá de nuestras fronteras. De todas formas, el cariño del público y el respeto de los compañeros, así como sentirse valorado es algo que siempre se agradece sumamente, pero tampoco es algo que me preocupe en demasía. Si me quieren, genial, y si no me quieren que les den. No siempre se puede agradar a todo el mundo».

#Abiogénesis, de @fbazan_oficial. Removerá algo en tu interior. #música. @jotajotaconde Clic para tuitear

En cuanto a establecer una idea acerca de lo que le falta y le sobra al mundo de la cultura, Fernando Bazán es tajante: «Le sobra el carácter endogámico, y le falta armonía, organización, diálogo, consenso y entendimiento entre todos los sectores que la conforman. Quizás, cooperando y colaborando se podrían hacer innumerables progresos. Claro que, todo queda de puta madre en el papel y en la teoría, lo complicado va a ser llevarlo a cabo, pues hace falta un buen mediador. ¿Quién será el valiente?»

Y si hablamos sobre los caminos que le esperan a Fernando Bazán, después de Abiogénesis, de inmediato hace un atajo para que le comprendamos: «Siempre estoy trabajando en nuevas canciones, supongo que la movida irá por ahí. Así que ya tengo rondando por la cabeza algo. Mientras tanto, hay Abiogénesis para rato. Y para que la espera no se haga tediosa, quizás sea el momento idóneo en que el público pueda revisar con calma mis dos primeros frutos, Vicio-Vertedero y Ruan: confesiones en el no lugar».

Abiogénesis, un concepto que ha rodado durante 2016 por toda la geografía española, y que sigue rodando. Y Fernando Bazán, un músico distinto, poeta y provocador.

 

 

 

 

Fernando Bazán: un músico distinto poeta y provocador es un artículo de J. J. Conde

Fotos de Cristina Navarro