Si la imaginación y la pasión creadora no fueran algo grande, ¿por qué dictadores y extremistas pondrían tanto empeño en hacer desaparecer todo lo que huela a creatividad?

La incertidumbre creadora

John Holt, maestro de quinto de educación primaria en escuelas privadas estadounidenses, en su obra Cómo aprenden los niños, cuenta:

«Hay una vieja historia sobre dos hombres que viajan en un tren. Uno de ellos, al ver algunas ovejas peladas en el campo, dice: “Esas ovejas acaban de ser esquiladas”. El otro mira durante un tiempo más prolongado y luego dice: “Parece que sí… desde este lado”. Con ese mismo espíritu cauteloso, debemos decir todo lo que tengamos que decir sobre las operaciones de la mente».

Una de las características más notables de las personas imaginativas es su capacidad de observación y otra, su estado mental de alerta. Desde ahí emerge la creatividad. Esto, que debería ser suficiente, se encuentra a menudo con una paradoja de la propia mente: los viejos mapas. Lo conocido es un terreno engañoso: sirve para no perderse, pero determina la mirada. Las viejas categorías son callejones con salidas simuladas en forma de trampantojo, rígidas muletas a las que, sin embargo, solemos encomendar el vuelo.

¿Para qué sirven la #imaginación y la pasión creadora? ¿Por qué dictadores y extremistas pondrían tanto empeño en hacer desaparecer todo lo que huela a #creatividad? #Artículo de @marianRGK. Clic para tuitear

Caminos de pasión

Comprenderlo es crucial, porque pegado al estado mental despierto es como aparece la intuición; eso que Krishnamurti llamaba «el susurro del alma». La intuición es una facultad que capta el mundo en movimiento, ese que los pintores impresionistas persiguieron con pasión inigualable. Luego vinieron los nabi a tratar de ser profetas y superar esas mismas premisas. En ambos casos, se trata de sensibilidad extrema, de pasión.

No hay más que fijarse en un fotógrafo aficionado y en ese otro atrapado por cierto rumor de caracolas. El aficionado llega a la explanada de la catedral y dispara desde donde hay que disparar, el ángulo que no ofrece lugar a dudas. El de las caracolas contempla la mole una y otra vez, se acerca, vuelve a distintas horas. La pregunta sobre qué significa aquello para él queda suspensa en el aire y, con ella, la posibilidad de tomarla con una actitud distinta, sin mente.

Cuando la mente regresa, las que se retiran son las caracolas. La intuición abandona la escena.

La ‘no’ pipa de Magritte

Urgente: ser creativos. Qué es y para qué sirve la creatividad

Paul  Gauguin (posimpresionista) decía que «en arte, o se es un plagiador o se es revolucionario». Apostaba por el salto sin red hacia una manera nueva de pintar. Aunque, después, quien cruzó definitivamente el umbral fue Picasso.

La traición de las imágenes es el título que da nombre a una serie de cuadros de René Magritte. Ceci n´est pas une pipe (Esto no es una pipa) tiene el valor de pellizcar a quien observa la obra. El pintor se ha propuesto provocarnos con esa afirmación. En realidad, la imagen ofrece lo que vemos. ¿Es esto algo creativo?:

  • Puede que el texto invite a hacer una interpretación metalingüística porque él (el texto) no es, efectivamente, una pipa.
  • Tal vez sugiere que el dibujo no es la ‘cosa pipa’, sino una serie de trazos bidimensionales sobre un papel.
  • Incluso puede referirse a que ni uno ni otro lo son, puesto que ni los trazos artísticos ni la grafía (las cagadas de mosca que llamamos texto) lo son.

Expresar lo que provoca la diversidad en la que estamos inmersos es complejo. La pipa de Magritte es toda una invitación a mirar las cosas, la realidad, desde otro lugar.

Una imaginación siempre despierta

Si algún ingrediente precisa la creatividad, es la pasión. La pasión es la gasolina de la imaginación, su combustible, el disparador de las ideas.

Bach también se refirió al fluir de las ideas musicales. En cierta ocasión le preguntaron cómo daba con las melodías y respondió: «El problema no es encontrarlas, el problema es no pisarlas»; tal era el cuidado que debía observar al levantarse de la cama y poner los pies en el suelo cada día.

Si la realidad fuese una creación inmóvil, sería muy recomendable que nos enseñaran y enseñásemos a nuestra vez esa estabilidad. Pero no es así. Todo depende. Todo cambia de manera incesante. Lo que se necesita es una mente abierta y educada en la incertidumbre. ¿O tendrían confianza y serían versátiles quienes estén educados en conceptos absolutos, estáticos, dogmáticos?

Aristóteles en su De anima expresa una total convicción de que cuerpo y pensamiento coexisten sin separación entre ellos. Luego vino Descartes con las divisiones y mandó al cuerpo al reino de las leyes mecánicas y materiales, y a la mente a los dominios de lo inmaterial. Pero ¿dónde aplicamos el bisturí? ¿Por dónde cortamos para definir sus fronteras?

Una mirada alerta se traduce en respuestas no condicionadas. Aprendemos que las balas pueden matar, pero no que las palabras pueden hacerlo. Cuando nos abrimos, vemos blanco sobre negro lo sesgado de esta afirmación.

Quizá es momento de recordar que las profesiones en retroceso son aquellas que requieren funciones repetitivas.

La pasión es la gasolina de la #imaginación. La #creatividad depende de un mundo en movimiento. Artículo de @marianRGK. Clic para tuitear

La imaginación y la pasión creadora

Estar alerta no significa repensarlo todo cuarenta veces o analizarlo desde todas las perspectivas posibles. Es mantener la atención sin tensionarse, adoptando una actitud abierta. Luis García Montero, con su capacidad para deslumbrarnos en cada verso y cada frase, dice: «La realidad supone un buen negocio para la imaginación».

Se trata, pues, de mirar creativamente. Una mirada así deja huellas.

Hoy, que se habla de desarrollo sostenible, no se utiliza el mismo concepto para aplicarlo al devenir personal e íntimo. Y sin embargo, es ahí donde el mundo externo encuentra sus apoyos. Cito de nuevo a Krishnamurti: «Usted es el mundo».

Inventar posibilidades nuevas, caminos nuevos, nuevas rutas lingüísticas que alumbren realidades nuevas. Ser creativos. Para eso, tenemos que ver cómo influye en nuestro cuerpo lo que pensamos o, mejor dicho, lo que otros han pensado por nosotros —prejuicios, ideas erróneas, mentiras— y hemos adoptado sin rechistar. Comprobar si nos sigue resultando válido, porque es probable que no.

El mundo necesita nuevas raíces y nuevas ramas, y a nosotros para generarlas. Si atendemos nuestro propio desarrollo sostenible caerán los interrogantes de cara al futuro. Imaginación, pasión creadora y arrojo son los ingredientes de lo nuevo.

Los estudiantes aprenden los logros de los grandes maestros, pero sería mucho más interesante que aprendieran cómo lo hicieron. La frescura desde la que lo hicieron. La pasión de aprender a vivir con sus propios recursos, de su imaginación desbordante. Desde ahí se reinventa el mundo.

Solo entonces podremos quedar para mañana.

 

Mirar creativamente, ser el mundo. Imaginación, pasión creadora y arrojo son los ingredientes de lo nuevo. Un #artículo de @marianRGK que tenéis que leer porque... ¡urge ser creativos! Clic para tuitear

 

Un artículo de Marian Ruiz Garrido

Portada de David de la Torre