¿Se publican demasiados libros infantiles? ¿Cuál es la mitad buena de la literatura infantil?

Artículo de Santiago García-Clairac.

¿Cuál es la mitad buena de los libros infantiles?

En la década de los cincuenta, un eminente publicista norteamericano dijo: «Sabemos que la mitad del presupuesto de nuestras campañas publicitarias no sirve para nada, pero no sabemos qué mitad es».

Si esta afirmación fuese aplicable a la lectura, podríamos preguntarnos si la mitad de lo que escribimos y leemos es inútil. Con la incertidumbre añadida de que nadie sabría qué mitad es la que no vale.

Esto viene a colación de que últimamente se ha puesto de moda decir que se publican demasiados libros infantiles.

Hay gente que opina que, para sanear el mercado, sería mejor publicar muchos menos libros, la mitad, dicen. Lo repiten e insisten… «Se publican demasiados libros infantiles», «Los niños no lo pueden leer todo», «Es excesivo, no pueden elegir bien entre tanta oferta»…

Es muy curioso que se diga que se publican demasiados libros infantiles y por otro lado se afirme que los niños leen poco.

Se supone que si hay más oferta, habrá una mejor demanda. Pero no, la queja de que se publican demasiados libros infantiles se ha extendido como una mancha de aceite que no deja de crecer.

Y yo pensaba que era mejor que los niños tuvieran mucho donde elegir.

Supongamos que se publican menos libros… ¿quién decidiría qué libros no deben publicarse?

¿Quién es el sabio que sabe qué mitad es la que sobra?

¿Quién puede decidir qué mitad de lo que se escribe es digno de ser leída?

¿Creamos un comité de selección capaz de determinar qué mitad no debe publicarse?

Menuda dilema, ¿verdad?

No es una buena manera de sanear un mercado eliminar una parte para que la otra sobreviva. #LIJ Clic para tuitear

No es una buena manera de sanear un mercado eliminar una parte para que la otra sobreviva.

¿Eliminamos la mitad de la competencia?

¿Eliminamos a los autores extranjeros?

¿Eliminamos a los autopublicados?

A mi modo de ver, no se debe eliminar nada a pesar de que la mitad, seguramente no se venderá, no interesará, y no será jamás leída.

Creo que es el público el que debe decidir qué mitad es la buena.

Y lo hará muy bien.

Los lectores no se equivocan. Saben lo que quieren y son capaces de discernir entre la mitad que les interesa y la que no.

Por eso es mucho mejor saturar el mercado que vaciarlo.

Es mucho mejor ofrecer que limitar.

Yo opino que hay que escribir, publicar, leer, recomendar, reseñar, exponer, coleccionar todo lo que sea posible. El tiempo nos dirá si hemos desperdiciado la mitad de nuestro esfuerzo y de nuestro dinero.

Solo de pensar que la mitad de los libros que he escrito y he leído puede haber sido inútil, me entra urticaria.

En literatura, no hay mitad inútil.

En literatura, la mitad buena es el todo.

Por eso voto para que se siga publicando todo lo que sea posible.

Y animo a los jóvenes escritores a seguir escribiendo sin pensar en las dificultades que les sobrevendrán.

Escribid, publicad y leed hasta hartaros.

 

Jóvenes #escritores: escribid, publicad y leed hasta hartaros. Santiago García-Clairac Clic para tuitear

Artículo e ilustración de Santiago García-Clairac

Puedes seguir al autor en su web Los Libros de Santiago

 

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