Snowden, basada en un hecho real…

Snowden. Todos estamos vigilados: ya no es paranoia

El cine de la paranoia tiene un antecedente de gran prestigio: nada más ni nada menos que La conversación (1974) de Francis Ford Coppola, Palma de Oro en Cannes. En esta película, Gene Hackman interpretaba a un experto en vigilancia que acababa devorado por su obsesión de ser vigilado y por la angustia ante la imposibilidad de llegar a descubrir la verdad sobre el asunto que estaba investigando. En el clima de recelo de esos años hacia el poder establecido, el film de Coppola se emparentaba con otros títulos como Acción ejecutiva (1973) de David Miller, El último testigo (1974) y Todos los hombres del presidente (1976) de Alan J. Pakula, Los tres días del Cóndor (1975) de Sidney Pollack o De presidio a primera página (1977) de Stanley Kramer que desarrollaban tramas en las que las maniobras oscuras de los gobernantes y de quienes tenían el poder real ocupaban un lugar central. Tras este tema, las sospechas de que podría haber mecanismos de control que escapaban al común de la ciudadanía.

Tras las revelaciones del agente norteamericano huido Edward Snowden, la paranoia ha subido varios escalones. Ya no se trata de las sospechas que podamos tener sobre los mecanismos de control que se nos escapan sino de la certeza de que esos mecanismos existen, se están poniendo en práctica e implican que los datos derivados de nuestras comunicaciones y de nuestras transacciones están convenientemente custodiados para hacer uso de ellos si es menester. Es decir, ya no cabe hablar de paranoia sino de un miedo asentado sobre bases racionales.

En los últimos años, ha habido bastantes películas que han tratado esta cuestión. Aprovechando el estreno de Snowden, vamos a hablar de ellas.

Snowden

Título: Snowden.

Título original: Snowden.

Año: 2016.

Dirección: Oliver Stone.

Guion: Kieran Fitzgerald y Oliver Stone, adaptando dos libros de Anatoly Kucherena y Luke Harding, respectivamente.

Música original: Craig Armstrong y Adam Peters.

Dirección de fotografía: Anthony Dod Mantle. Montaje: Alex Marquez y Lee Percy.

Reparto: Joseph Gordon-Levitt, Shailene Woodley, Melissa Leo, Zachary Quinto, Rhys Ifans, Nicolas Cage, Tom Wilkinson, Joely Richardson, Timothy Oliphant, Scott Eastwood, Ben Chaplin.

País: Estados Unidos-Alemania-Francia.

Página web oficial

Pocos directores más apropiados que Oliver Stone para abordar la huida del agente que reveló toda la colosal labor de vigilancia que el gobierno de Estados Unidos estaba llevando a cabo sobre Internet y los datos personales de millones de ciudadanos. Porque buena parte de la filmografía de Stone gira sobre la influencia que el complejo militar-industrial ejerce en su país hasta el extremo, según su punto de vista, de haber pervertido la condición democrática de Estados Unidos. Sin esta idea, es imposible entender el hilo que une a películas tan distintas como Platoon (1986), Nacido el 4 de julio (1989), JFK (Caso abierto) (1991), El cielo y la tierra (1993), Nixon (1995), World Trade Center (2006), W. (2008) o esta que acaba de ser estrenada.

Porque, ya casi desde el principio, el personaje que interpreta Nicolas Cage lo deja bien claro en uno de sus diálogos: el principal objetivo de la política de seguridad en Estados Unidos no es la eficacia sino satisfacer, a través del presupuesto, los intereses de la industria militar del país. A partir de ahí, la historia se bifurca en dos direcciones que se alimentan mutuamente: por un lado, el desarrollo de la colosal maquinaria diseñada con el fin de invadir indiscriminadamente la privacidad de cualquier ciudadano; por otro, los efectos de la creciente fuerza de las estructuras creadas sobre quienes tienen que trabajar diariamente en ella. Porque, cualquiera de esos trabajadores, tiene que convivir con el miedo de sentir que su intimidad puede ser asaltada (porque saben que ello es posible) y con la angustia de estar actuando de una forma inmoral e ilegítima (un tema que ya desarrollaba la obra teatral La doble historia del doctor Valmy de Antonio Buero Vallejo, la cual no pudo ser estrenada en España al no superar el filtro de la censura franquista).

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Frente al tradicional montaje fragmentario y el ritmo frenético de las películas de Stone, en Snowden opta por un estilo más lineal con el fin de controlar al máximo los entresijos de una trama complicada y de lograr que el espectador no se pierda en los meandros técnicos e informáticos.

Con unas actuaciones eficaces de todo el reparto, están especialmente brillantes Joseph Gordon-Levitt, en el papel de Snowden, y Rhys Ifans, en el personaje de su mentor, los cuales saben plasmar una relación llena de matices en la que no se trata sólo de un vínculo jefe-subordinado sino también de (pseudo)padre-(pseudo)hijo y de hipnotizador-hipnotizado, que logra articular, por sí misma, toda la película. (Especialmente brillante desde el punto de vista visual es una de las últimas secuencias del film en la que una conversación por videoconferencia entre ambos se convierte en un guiño descarado a la secuencia final de Iván el Terrible de S. M. Eisenstein).

En resumen, una película imprescindible para conocer una historia que ocupó los principales titulares de los informativos y en los que, aunque nos pueda resultar lejana, todos estamos, al final, directamente implicados.

 

#Snowden de Oliver Stone, imprescindible. Gobierno e industria militar nos vigilan. @jmcruzbar Clic para tuitear

 

Nota (de 0 a 10): 7,5.

Lo que más me gustó: La claridad con que se narra una historia compleja.

Lo que menos me gustó: A veces, de tan didáctica, resulta algo fría.

 

Pero no ha sido Snowden la única película reciente que ha abordado el tema de la vigilancia de Internet. Otras también lo han hecho (y se pueden ver online) y, precisamente, la primera de la que vamos a hablar  es el documental que muestra cómo fue la huida de Edward Snowden y la forma en que filtró sus informaciones.

 

#Snowden y @citizenfour se complementan al abordar el tema de la vigilancia de Internet. @jmcruzbar Clic para tuitear

Citizenfour

Título: Citizenfour.

Título original: Citizenfour.

Año: 2014.

Dirección: Laura Poitras.

Dirección de fotografía: Kirsten Johnson, Trevor Paglen, Laura Poitras y Katy Scoggin.

Montaje: Mathilde Bonnefoy.

Reparto (apareciendo como ellos mismos al ser un documental): Edward Snowden, Glenn Greenwald, Ewen MacAskill, William Binney, Robert Tibbo, Julian Assange Jacob Appelbaum, Jeremy Scahill, Ladar Levison, Lindsay Mills.

País: Estados Unidos-Alemania-Reino Unido.

Página web oficial

Enlace en filmin

Lo que más sorprende de este documental es que, ciñéndose a los hechos tal como ocurrieron (o, mejor, rodándose mientras los hechos se desarrollaban), logra transmitir un clima de tenso trhiller que nos engancha desde el primer momento y lo convierte en uno de los ejercicios de estilo más brillantes del cine de no-ficción de los últimos años, lo que le hizo merecedor del Premio al Mejor Largometraje Documental en los Oscars del año 2014.

Una tensión construida a través de intercambio de crípticos mensajes y del nerviosismo que se manifiesta en bolígrafos que se rompen y en conversaciones en las que preguntas y respuestas se suceden frenéticamente moviéndose entre el asombro y la indignación por las revelaciones que van saliendo a la luz. Todo eso se palpa, salta de la pantalla a los ojos del espectador porque no hay interpretaciones o reconstrucciones a posteriori sino que es el suceso real plasmado en una grabación que se convierte en un documento único y excepcional.

 

#citizenfour,#documental que transmite un clima de tenso thriller. @Filmin @jmcruzbar Clic para tuitear

 

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Pero Citizenfour es un documental que encierra otras virtudes. Porque, sabiendo crear el clima necesario para mantener atrapado al espectador, es capaz también de seleccionar momentos clave para comprender el contexto de la historia y para situarlos de modo que no rompen la acción sino que ayudan a darle sentido.

Con algunos momentos impagables rodados en el cuarto de hotel donde Edward Snowden habla con los periodistas Glenn Greenwald y Ewen MacAskill y en la conversación final entre Snowden y Greenwald en Moscú, este documental se complemente perfectamente con la película que Oliver Stone ha estrenado esta semana. Entre ambos films podemos llegar a tener una idea precisa de a qué problema nos enfrentamos y los terribles riesgos que el mismo supone.

 

Nota (de 0 a 10): 9.

Lo que más me gustó: Su maestría narrativa.

Lo que menos me gustó: Acaba sabiendo a poco.

 

Espías desde el cielo

Título: Espías en el cielo.

Título original: Eye in the Sky.

Año: 2016.

Dirección: Gavin Hood.

Guion: Guy Hibbert.

Música original: Paul Hepker y Mark Kilian.

Dirección de fotografía: Haris Zambarloukos.

Montaje: Megan Gill.

Reparto: Helen Mirren, Alan Rickman, Aaron Paul, Barkhad Abdi, Iain Glen, Phoebe Fox, Aisha Takow. País: Reino Unido-Sudáfrica. Página web oficial: http://www.bleeckerstreetmedia.com/eyeinthesky. Enlace en filmin: https://www.filmin.es/pelicula/espias-desde-el-cielo.

Ye hemos dicho que uno de los temas que Snowden trata es la angustia que sufren quienes, día a día, se ven sumergidos en un sistema que supone invadir constantemente la vida de personas ajenas que se convierten en títeres de la voluntad de otros. Esta situación la muestra, en algunas de sus secuencias, en relación a la utilización de drones en la guerra contra el terrorismo.

En una película estrenada este año, dirigida por Gavin Hood (realizador, entre otras, de Tsotsi —2005, Expediente Anwar —2007, X-Men orígenes: Lobezno —2009 y El juego de Ender —2013), plantea, precisamente, los dilemas morales que surgen cuando los drones son utilizados para atacar objetivos militares. ¿Cómo proceder cuando, a través de las imágenes que muestran las pantallas, observamos que las víctimas no van a ser solo los terroristas sino gente inocente que no tiene nada que ver con los objetivos atacados?

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Espías desde el cielo logra ir trenzando un magistral crescendo narrativo donde la tensión sube cuidadosamente peldaño tras peldaño haciéndonos partícipes de la complejidad de la decisión a tomar, de los autoengaños en los que incurren las personas que tienen que decidir y en las manipulaciones que pueden llevar a cabo a la hora de informar sobre la decisión que han tomado.

Aparte de la magnífica realización de Gavin Hood, merece la pena destacar, dentro de la brillantez general del reparto, las interpretaciones de Helen Mirren y el recientemente fallecido Alan Rickman, quienes logran una magnífica caracterización de sus personajes, sabiendo transmitir su dureza pero, a la vez, su fragilidad justo en los momentos oportunos, sin chirriar ni excederse, sólo con los matices propios de la maestría de ambos.

Escalofriante y desasosegadora, Espías desde el cielo es el implacable retrato de una realidad a la que, quizás, no queremos prestar atención pero que nos acaba afectando por la insensibilidad manifiesta que acabamos manifestando y que es muy difícil que pueda ser, en última instancia, gratuita.

 

Escalofriante y desasosegadora, Espías desde el cielo, implacable retrato de una realidad. Clic para tuitear

 

Nota (de 0 a 10): 8.

Lo que más me gustó: Su habilidad narrativa. Las interpretaciones de Helen Mirren y Alan Rickman.

Lo que menos me gustó: Durante todo el metraje anda bordeando el subrayado fácil.

 

Finalmente, vamos a mencionar dos documentales que también pueden verse online y que abordan los temas que acabamos de mencionar. Por un lado, está Democracy (2015) de David Bernet, que, aunque tiene como finalidad explicar cómo funciona el Parlamento Europeo, al hacerlo a través del proceso en que va a aprobarse una nueva Directiva de protección de datos, da una amplia visión de las posturas e intereses implicados en la cuestión de la vigilancia de Internet. Por otro, está Dron (2015) de Tonje Hessen Schei, que constituye una interesantísima exploración de la utilización de los drones con fines militares desde una multiplicidad de ángulos y puntos de vista. Esencial para conocer un tema escasamente conocido.

 

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Tus estrenos de cine, una sección de José Manuel Cruz