Vanessa Pey. La fotografía como acción. El símbolo como pacto múltiple

Si en algunas de las series anteriores de Vanessa Pey, como Lacrima errans (2001, 160 x 110 cm, fotografía color analógica y edición digital), la imagen en movimiento quedaba retenida en una suerte de fotogramas superpuestos, la ejecución de la serie Pelle del sussurro, 2016, presenta un camino casi inverso, pictórico a la par que cinematográfico: desde el instante fotográfico aparentemente estático se trasluce un dinamismo tácito, proporcionado por la mirada de la artista.

Cuando Benjamin anunció la muerte del aura de la obra de arte, pronosticaba la desaparición de la unicidad del objeto artístico, en cuanto que este era reproductible casi hasta el infinito gracias a la fotografía y el cine. Desde entonces, el pensamiento y el arte contemporáneos han apelado a menudo a la redefinición lingüística del receptor: cuando yo le hablo, por muchos conceptos y emociones que esté gestionando en mi cerebro, usted solo oye sonidos. Así pues, ante cada una de mis frases, está usted trabajando para dotar de significado a lo que mi voz proyecta. En esa labor entran en juego contextos, historias y tiempos que cada cual se apropia de forma más o menos consciente para abastecer de uno o más sentidos a la acción en la que está participando.

Walter Benjamin pronosticaba la desaparición de la unicidad del objeto artístico. @irene_pomar Clic para tuitear

La obra de Vanessa Pey implica y pone de manifiesto todas estas relaciones apelando, además, a la unicidad del instante y la mirada. El descubrimiento, la persona y la emoción son el motor de sus fotografías. Este soporte es, según ella misma afirma, la herramienta que le permite trabajar sobre una realidad preexistente. Tras el encuentro, interviene en ella aportando su propia temporalidad de individuo afirmado, con gestos simbólicos que descontextualizan conceptos y objetos que pasan, a su vez, a participar de un paisaje que los adopta.

La obra de Vanessa Pey apela a la unicidad del instante y la mirada @irene_pomar Clic para tuitear

En Pelle del sussurro (2016, 160 x 104 cm, fotografía color analógica y edición digital) una cabeza transparente parece intentar reflejarse en un espejo minúsculo que en realidad es una ventana. Esta convive con una mujer de pie en una terraza que, teniendo todo el horizonte a su disposición, podría tirar al arco contra sí misma, mientras un maniquí sin extremidades, en una terraza parecida, simula mirar el suelo, dando la espalda a la baranda. Esta serie es un viaje por territorios y arquitecturas en los que se yuxtaponen cuerpos presentes y representados; maniquíes, esculturas, bailarines, mujeres, hombres, rostros retratados, activos, nadie; calaveras, corazones recortados; ¿fetiches, tal vez?; opacos, transparencias, repeticiones, interrupciones; invitados, encontrados o elegidos… Símbolos, a los que uno apela con la esperanza de que sean reconocibles, se confrontan unos a otros en situaciones nuevas.

Vanessa Pey. La fotografía como acción. El símbolo como pacto múltiple

La pelle del sussurro. Vanessa Pey.

Superar el supuesto drama de la pérdida del aura decretada por Benjamin es posible, gracias a que en esta serie transpira la mencionada noción de descubrimiento implícita en el viaje. En el viaje sentimental desde la acción artística. El viaje sentimental de Laurence Sterne, quien ya quiso superar la mirada del guía ofreciendo al lector de finales del XVIII la experiencia del nómada, sus hallazgos y encuentros. Pero también el viaje implícito en el Museo sentimental de Spoerri y los objetos expuestos para generar relatos inéditos acerca del lugar y el momento histórico del que proceden, y que esperan al visitante para leerlos y experimentarlos desde su presente, desde su propia historia.

La obra de Vanessa Pey se basa en conceptos y experiencias convertidos en símbolos @irene_pomar Clic para tuitear

El descubrimiento como un viaje sentimental en la obra de Vanessa Pey es, pues, la activación de nuevas posibilidades y sentidos, gracias, por un lado, a un proceso de creación basado en la doble composición (de la imagen y de la serie) y, por otro, a conceptos y experiencias convertidos en convivencia de símbolos. Son símbolos que, mediante la acción creativa, superan la noción referencial y unívoca de reconocimiento y abren, finalmente, su voz y poesía a la temporalidad del imaginario de la artista y del espectador.

Vanessa Pey. La fotografía como acción. El símbolo como pacto múltiple

La pelle del sussurro. Vanessa Pey.

 

To produce an authentic contemporary document, the visual impact should be such as will nullify explanation.

Robert Frank, en Susan Sontag, On Photography, p. 111

 

Artículo de Irene Pomar

Se me ha caído el diccionario