Lleno de vida ahora, concreto, visible, yo, de 40 años de edad, en el año octogésimo tercero de los Estados, a quien viva dentro de un siglo, dentro de cualquier cifra de siglos, a ti, que no has nacido aún, a ti te buscan estos cantos. Cuando los leas, yo que era visible seré invisible, ahora eres tú, concreto, visible, el que los lee, el que los busca, imaginando lo feliz que serías si yo estuviera a tu lado y fuera tu amigo; sé tan feliz como si yo estuviera a tu lado. (No estés demasiado seguro de que no esté contigo).

Walt Whitman, Lleno de vida ahora

 

Poeta, ensayista, periodista, enfermero, apasionado de la política, trabajó como voluntario durante la Guerra Civil estadounidense. Luchador incansable por la defensa de los derechos humanos, dedicó una buena parte de su obra a denunciar la esclavitud. Considerado por la mayoría de los expertos como el padre del verso libre, Walt Whitman creyó firmemente  en la relación poeta-sociedad. Le apasionaba escribir sobre la vida y la muerte, la sexualidad, la prostitución, todo ello, a través de una poesía cercana, entendible para cualquier hombre o mujer que quisiera acercarse a su personal concepto de la realidad.

Padre del verso libre, Walt Whitman creyó firmemente en la relación poeta-sociedad. Clic para tuitear

Para Whitman, el alma era inmortal, por tanto, se encontraba en un estado constante de progreso y desarrollo. Él mismo creó al artista, le dio forma a través de sus versos. Estaba dispuesto a infundir cierta empatía en la población, a pesar de ser un país dividido. Poseía el talento, la sensibilidad suficiente para saber encontrar en lo cotidiano la belleza más inquietante.

Amaba sentir a la humanidad en movimiento. Aficionado a los paseos por la ciudad, cogía autobuses, iba a museos, se sentaba durante horas en la terraza de un bar para llegar a absorber la esencia de lo que allí estaba ocurriendo, plasmando todas aquellas imágenes en su poesía. Su cuaderno fue testigo de lo que el poeta oía y veía, sus versos eran como pequeños collages de vidas anónimas.

Disfrutó enfrentándose a numerosos editores conservadores de periódicos rivales; en cuatro años, llegó a perder varios trabajos. Pronto se distinguió de los demás por su manera de hacer las cosas, escribiendo sobre temas tan polémicos como los derechos de la mujer, la pena de muerte o la inmigración. Estuvo dispuesto a sacrificar su vida, su familia e incluso su salud, para obligar al país a encarar su propia realidad.

Su cuaderno fue testigo de lo que oía y veía, sus versos, pequeños collages de vidas anónimas. Clic para tuitear

En 1855, publicó su libro de poemas Hojas de hierba, concretamente el 4 de julio, Día de la Independencia, llegando a convertirse en una colección poética, puesto que editó y revisó la obra en varias ocasiones a lo largo de toda su vida. Gastó todos sus ahorros para publicar la primera edición, imprimiéndose 795 ejemplares. El resultado fue muy satisfactorio, su obra despertó un gran interés entre la crítica, sobre todo gracias al apoyo del escritor y filósofo Ralph Waldo Emerson.

Walt Whitman, un poeta libre de influencias. Artículo de Pilar Molina García sobre el poeta norteamericano.

Detalle de»Walt Whitman and the Butterfly». W. Curtis Taylor of Broadbent & Taylor (Filadelfia). Fuente: Photo Seed.

En Hojas de hierba, el poeta proclama un canto al «Yo», a la naturaleza, al cuerpo y al alma, al sexo, a la fraternidad, la igualdad y la democracia. Cada uno de sus poemas está construido con el ímpetu de la revelación, esto queda reflejado en uno de los fragmentos de su poemario Canto a Mí Mismo, del cual les dejo una de sus pinceladas más hermosas:

Un canto al Yo, a la naturaleza, al sexo, a la fraternidad, la igualdad y la democracia. Clic para tuitear

Me celebro y canto a mí mismo.

Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti,

porque lo que yo tengo lo tienes tú

y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.

 

Siguieron ocho ediciones más, con un total de 389 poemas. Una obra maestra, que hoy puede disfrutarse en edición bilingüe, traducida por el escritor y filólogo, Eduardo Moga. En ella, se incluyen los prólogos de todas las ediciones, prosas y el diario que Whitman llevaba consigo mientras prestó sus servicios como enfermero durante la guerra.

Su canto al amor puro y sincero por su tierra, al hombre común, llevó la inspiración a infinidad de poetas como León Felipe, Pablo Neruda, José Martí, Juan Ramón Jiménez, y, por supuesto, Federico García Lorca. Hambrientos de libertad, pasión y espíritu, quisieron inspirarse a través de su legado, llegando a grabar en ellos el sentir por la humanidad que profesaba Walt Whitman.

Arquitecto de la literatura norteamericana, hombre comprometido, ser excepcional; sus palabras han llegado a cruzar océanos y tiempo, para dejar impresa su magnífica forma de interpretar la vida.

 

Oda a Walt Whitman

 

Ni un solo momento, viejo hermoso Walt Whitman,

he dejado de ver tu barba llena de mariposas,

ni tus hombros de pana gastados por la luna,

ni tus muslos de Apolo virginal,

ni tu voz como una columna de ceniza;

anciano hermoso como la niebla,

que gemías igual que un pájaro

con el sexo atravesado por una aguja.

Enemigo del sátiro,

enemigo de la vid

y amante de los cuerpos bajo la burda tela.

 

Federico García Lorca

Arquitecto de la literatura norteamericana, sus palabras han llegado a cruzar océanos y tiempo. Clic para tuitear

Artículo de Pilar Molina García

Fotografías:  Photo Seed

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