A mí no me callan es una compilación de los escritos inéditos de Pepe Rubianes.

Referirse a este hombre como a un «gallego afincado en Barcelona» o, simplemente, aludir a él como «actor», arroja una perspectiva simplista y no muestra ni siquiera una mínima parte de la pluralidad de sus facetas. Esto ocurre por más que, es cierto, naciera en Galicia (en 1947) y que, siendo niño, se trasladara con su familia a Barcelona, donde terminarían sus días, hace justo una década. También es cierto que el teatro fue la razón de ser de toda su vida, como reconoce desde los primeros capítulos de A mí no me callan. Tan es así, que los escenarios fueron capaces de llevarse por delante su otra vocación: la de profesor. Y cualquiera que haya conocido más o menos de cerca al personaje o que, en su defecto, se acerque a estas páginas con ánimo de descubrimiento, encontrará en Rubianes a un actor, a un gallego, sí, pero también a un cosmopolita, a un enamorado de la filosofía, a un empedernido viajero, a un crítico feroz de ciertas actitudes políticas, a un deslenguado censor de la derecha más rancia, a un ferviente admirador de los demócratas sinceros y a un mujeriego sin complejos. En definitiva, a un vividor, pero un vividor que con furia descarnada expone las carencias culturales de este país y que no pierde de vista a García Lorca como referente cultural e incluso político.

Pero ¿es que puede separarse la cultura de la política? Para Rubianes, no parece posible, como resulta claro de la lectura de A mí no me callan. El punto de partida viene expuesto ya en la sinopsis de la contraportada: los escritos reales de Rubianes, recopilados por su única hermana, Carmen, gracias a la aportación del propio artista. Cuando supo de la cercanía de su muerte, él mismo se los hizo llegar. Lo resultante tiene el aspecto de un testamento abigarrado, tan poético y honesto como deslenguado y crudo, en doscientas veinte páginas que la edición organiza y divide en tres grandes partes: «Vida terrenal», «Compromiso» y «Monólogos». Mientras la primera parte constituye un repaso de momentos de la infancia y de la madurez que más huella han dejado en el autor, «Compromiso» incluye un amplio comentario, a través de siete epígrafes menores, del conjunto de acontecimientos de 2006 que el autor mismo da en llamar «El caso Rubianes» y de otros nueve, con el título de «Reflexiones», que tocan temas aparentemente tan diversos como un desfile militar, un accidente ferroviario en El Cairo o la emoción más universal e improductiva de todas, el miedo. «Monólogos», en fin, presenta una perspectiva escénica de lo que podrían ser, de otro modo, artículos de periódico, retazos autobiográficos o críticas aceradas de índole política y social.

#RecomiendoLeer @Libros A mí no me callan, de Pepe Rubianes, es un testamento abigarrado, tan poético como deslenguado y crudo. Con #prólogo de @Buenafuente y momentos brillantísimos y plenos de humor. @AlrevesEditor #Reseña @rosaggv Clic para tuitear

Corona el libro un índice onomástico para orientarse en el maremágnum de nombres citados, todos ellos parte de la vida del autor en mayor o menor grado. Lo completan una serie de fotografías de Rubianes, de su familia, de carteles de sus espectáculos y de algunas críticas en periódicos. Y lo inaugura un afectuoso prólogo de Andreu Buenafuente, que señala la vivacidad de las líneas del conjunto, evocando la voz del añorado autor. Leerlo es como volver a oír hablar a Rubianes, dice el que fuera su compañero en escenarios y en juergas. Así ocurre incluso aunque se conozca más al autor y menos al artista, al hombre, al personaje; tan auténticos y duros son el lenguaje y el tono empleados. Recuerda Buenafuente que si Rubianes viviera aún en este país donde hacen de las suyas «los malos», aferrados a esa España de «sacristías rancias, espíritus nacionales y banderas» que lo tapan todo, la sangre le herviría como entonces. Pero, en fin, no pierde de vista que, si de banderas se habla, la del autor era el humor. Al fin y al cabo, la vida hay que disfrutarla, y no pensarla tanto. Tal vez para eso han de servir, y no es poco, estas páginas.

Hay momentos brillantísimos en ellas. Desde la sección que el autor dedica a su infancia, hasta la descripción de sus crápulas andanzas en Cuba y Buenos Aires, ya en la madurez. Todo está veteado de una sinceridad fuera de lo común, por más que el autor sea un personaje construido a sí mismo. Sorprenden y emocionan las anécdotas de una niñez relatada con inocencia transparente: el viejo profesor don Elías, las visitas policiales a la casa familiar bajo la sospecha de que viven rojos en ella, el primer encuentro con García Lorca, y luego el segundo, y luego los demás. Así, hasta la admiración definitiva, condensada en el espectáculo Lorca eran todos, más conocido por la polémica que, tristemente, por su calidad. Arrancan carcajadas la narración del encuentro con Franco y las de sus devaneos en Cuba. Dibujan una sonrisa los relatos familiares, el reencuentro con Galicia, los recuerdos que no acaban de despegarse de la piel. Y hasta se sienten escalofríos en este libro, que también, por que no le falte de nada, incluye ciertos encuentros con lo sobrenatural y lo fantasmagórico.

En medio de un aparente batiburrillo de anécdotas, vivencias y reflexiones, se extiende un hilo conductor multiforme, pero unívoco: el orgullo de haber elegido un camino no exento de dudas, de sufrimiento y de hambre, pero sin jefes y sin horarios; el desprecio absoluto por el dinero; el amor por la cultura, la lucha por la justicia y la democracia en un país que no ha podido cerrar sus heridas de la guerra civil; la exaltación de un disfrute vital que no pasa de largo por la carne y el sexo, pero tampoco por el compromiso y el activismo.

En una palabra: A mí no me callan es, en cada línea, una exaltación de la vida.

A mí no me callan es, en cada línea, una exaltación de la vida. La heterogénea #autobiografía de Pepe Rubianes publicada por @AlrevesEditor ya va por su 2ª edición y eso es por algo. #Reseña de @rosaggv. Clic para tuitear

 

A mí no me callan, de Pepe Rubianes: la heterogénea autobiografía de un artista y de un vividor

 

 

 

A mí no me callan

Pepe Rubianes

Editorial Alrevés

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Reseña de Rosa García Gasco

Portada de la reseña: David de la Torre