El amor está en todas partes y durante la última década, tal pareciera que lo está con más frecuencia (y de manera mucho más visible) en la pantalla chica. De pronto, desde las exclusivas cadenas de cable Cinco series de amor «diferentes»hasta las públicas, parecen rendir homenaje a la comedia romántica, a pesar de su franco declive en el cine y el hecho notorio de que pierde adeptos ante el actual cinismo existencialista que llena el discurso sobre el amor. Además, está el hecho que el amor es un tópico que suele convertir en estereotipos y clichés incluso en las historias más coherentes y estructuradas. Resulta inevitable esta tendencia  — la de imitar y acentuar patrones y esquemas banales —  y se ha hecho común a la hora de crear una conceptualización argumental sobre el sentimiento que mueve al mundo. De modo que para que una historia del género romántico tenga sentido, es imprescindible que ese cliché supere a la forma y al modo de narrar: que exista una conexión entre el espectador y la trama, una identificación entre la emoción que aflora en los personajes y el público, que facilite una cierta empatía con los sentimientos que intenta expresar. Y para cumplir este requisito, es fundamental que los personajes posean varias dimensiones de expresión concreta, que sean todo completamente reales, perfectibles y con un peso específico dentro de una esfera realista. Si estos elementos se encuentran bien desarrollados, la estructura esencial de la película se encuentra perfectamente justificada.

En la actual oferta televisiva, cinco series desafían el modo de crear historias de amor. Hagamos un repaso sobre lo que hace especiales a cada una de ellas.

Enamórate. El #amor es un #cliché, pero estas series románticas aportan un punto de vista que las hace muy atractivas y originales dentro de la variada oferta televisiva actual. #loveisintheair @Aglaia_Berlutti te habla sobre ellas. Clic para tuitear

Cinco series de amor que superan el estereotipo

Love (Judd Apatow, Paul Rust y Lesley Arfin para Netflix)

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El amor en todas partes: Cinco series románticas en nuestra época 2

Love no es la típica historia de amor, aunque podría parecerlo. Aunque conserva la dinámica habitual de «chica conoce a chico», en realidad se trata de un profundo y cínico análisis sobre la manera en que el amor se comprende en nuestra época y sobre todo, la forma en que se analiza la versión del romance en medio de las redes sociales, la tecnología y todo tipo de versiones sobre la identidad. La serie de Paul Rust (que también es el guionista y protagonista de la historia) es un homenaje al estilo neurótico, dolorosamente realista y por momentos, decadente que Woody Allen creó en sus películas en la década de 1970 y 1980 y que en Love encuentra una reinvención casi emotiva. Rust crea un personaje patético, pero a diferencia de los intelectuales neuróticos que Allen encarna con frecuencia, también es un hombre con una necesidad de amor y afecto que lo define mejor que cualquier otra cosa. Por su parte, Lesley Arfin (también productora y protagonista) es la mujer que ama, pero a la vez, se encuentra marginada en medio de un desarraigo intelectual casi mezquino. Por supuesto, el conflicto amoroso está allí (la pareja protagonista es el símbolo inevitable del romance postmoderno) pero el productor Judd Apatow encuentra un sentido del absurdo que se combina con algo más sensorial, para crear un escenario realista en el que el amor es una conexión secreta, misteriosa y casi siempre impredecible. Al final, Love, con sus largas conversaciones sin sentido, arrebatos sexuales inexplicables y esa lírica sensación que en esencia, los sentimientos son la base de todo el pequeño mundo construido por los protagonistas, es una alegoría sobre cómo amar en medio de una época descreída. El reflejo de la identidad colectiva en la que todos podemos reconocernos.

You’re the worst (Stephen Falk para FX)

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En nuestra época, los defectos y virtudes del amor parecen confundirse con absurda facilidad y la serie You’re the worst lleva al extremo esa percepción sobre lo mezquino, volátil e incomprensible de las relaciones modernas. Gretchen (Aya Cash) es terca, extravagante y la mayoría de las veces insoportable. Jimmy (Chris Geere) es tan narcisista y ególatra como para insistir en que ninguna relación es lo suficientemente «buena» para satisfacer su enormes, irreales y crueles expectativas. Juntos no sólo son una pareja desagradable y la mayoría de las veces insoportable, sino también una combinación singular sobre el hecho del amor como algo más que un ideal. Porque Gretchen y Jimmy se aman, a pesar de todo o quizás, debido a esa combinación improbable de despropósitos y conducta errática que define a cada uno de ellos. La serie de Comedy Central no sólo logra elaborar una versión creíble sobre la necesidad del amor en medio de los dolores emocionales  — la pareja protagonista no es tan mezquina como parece y a medida que avanza la historia, es evidente que hay una idea sobre la soledad muy sofisticada que les une —,  sino, también, un recorrido por la identidad como un reflejo del amor que profesamos. Una combinación poco común, aderezada de chistes malos, robos de electrodomésticos y el amor por supuesto, como eje de todo lo que ocurre. Para bien o para mal, You’re the worst es una búsqueda de lo individual en medio de la noción de romance moderno y más allá de eso, una celebración a la diferencia.

Grey’s Anatomy (Shonda Rimes para ABC)

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Anatomía de Grey

Con quince temporadas a cuestas, la decana de las series de amor y drama en la televisión estadounidense es quizás también el ejemplo, de la permanencia de cierto formato episódico que resulta casi arcaico en la actualidad pero que Grey’s Anatomy sostiene gracias a una mezcla de un hilo narrativo inteligente, personajes entrañables y la capacidad de su creadora Shonda Rimes para sorprender a su fiel audiencia. La versión del romance que brinda el show es una combinación no sólo del tradicional romance, sino también, toda una reflexión sobre las emociones en nuestra época. Popular, imbatible en las listas de los programas más vistos de la televisión mundial, se ha hecho famosa además, por las muertes de sus personajes más queridos, incluyendo uno de sus protagonistas. Con su tono edulcorado, dramático y casi siempre construido a partir de todo de situaciones verosímiles, esta gran historia sobre los sentimientos y la forma en que influyen en nuestra vida, incluye no sólo a las parejas tradicionales, sino una definición de amor mucho más amplia, quizás su verdadero triunfo.

You Me Her (John Scott Shepherd para Alta Loma Entertainment y
Entertainment One)

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Una historia de poliamor: You Me Her

El poliamor no es un tema sencillo y por ese motivo, la serie You me her, sorprende por la facilidad con que lo hace y además, la percepción sobre lo romántico como un concepto por completo nuevo, basado no sólo en los vínculos sentimentales y emocionales que se establecen entre las parejas sino su capacidad para comprender que el amor moderno  — o quizás, el más profundo —  es algo más complejo de lo que suponemos. pero tomando un camino totalmente distinto y por lo mismo también pionero. El trío amoroso formado por Jack (Greg Poehler, hermano de la comediante Amy Poehler) Emma (Rachel Blanchard) y Izzy (Priscilla Faia) tiene una insólita capacidad para reflejar las vicisitudes de lo romántico, pero también, para contemplar lo que nos une  — ya sea como parejas, amigos o amantes —  desde un punto de vista que sin ser revolucionario o de todo novedoso, resulta por completo conmovedor. Alejada de los clichés sobre los triángulos amorosos, la serie evade explicaciones sencillas sobre la convivencia, los celos y la lealtad, hasta alcanzar una mirada sobre lo espiritual y lo íntimo que sorprende por su inteligencia.

Crazy Ex Girlfriend (Rachel Bloom y Aline Brosh McKenna para CW)

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Crazy Ex Girlfriend,´La concepción del amor como una forma de locura

Uno de los puntos más altos de Crazy Ex  Girlfriend es su capacidad para parodiar la comedia romántica, sin que parezca hacerlo y además, usando un tipo de humor retorcido que la convierte de inmediato en una crítica concienzuda y audaz sobre la noción del amor comercial, ridiculizado e infantilizado por las series y películas que pretende imitar. Lo hace, además, a través de una percepción coherente y durísima, sobre lo que el amor puede significar en una cultura obsesionada con la autoafirmación, la identidad colectiva y la búsqueda del reconocimiento instantáneo. Sin en apariencia quererlo ni pretenderlo, Crazy Ex Girlfriend deconstruye el género de la comedia a través de la concepción del amor como una forma de locura. Pero en lugar de crear una visión idílica, la serie imagina la versión más oscura  — y cínica —  sobre la propuesta del amor como centro y sustento de todas las ideas sobre las relaciones personales. El resultado es una extraña mezcla en donde el humor y la sátira se mezclan para analizar a nuestra sociedad desde sus temores, mientras Rebecca Bunch (una maravillosa Rachel Bloom) brinda cuerpo y rostro a un tipo de ansiedad muy típica de nuestra cultura: la de ser amado, reconocido y sobre todo, vivir una gran épica romántica. Crazy Ex Girlfriend se burla de todos y de todo y gracias a eso, logra enumerar los pequeños males de una sociedad educada para asumir lo romántico como una panacea ideal, quizás el chiste más cruel de todos los que se muestran en la serie.

 

Un artículo de Aglaia Berlutti

Portada: David de la Torre