Con Julio a cuestas

Julio, el mes del César

Quinto mes del calendario romano (para nosotros el séptimo), recibió su nombre actual a la muerte de Cayo Julio César, en honor a la fecha de su nacimiento, el 13 de este mes en el año 100 a. C.

Retrato de Julio César por Rubens. Con Julio a cuestas. MoonMagazine

Retrato de Julio César por Rubens.

Quinto mes del calendario romano, recibió su nombre actual a la muerte de Cayo Julio César @rpyaque Clic para tuitear

Su apasionante historia como líder militar y dictador ha sido recogida por numerosos historiadores (desde sus contemporáneos Suetonio o Plutarco, hasta el historiador británico Adrian Goldsworthy) y autores de ficción, como William Shakespeare, cuyo Julio César ha sido llevada al cine en nombradas ocasiones.

Cartel de la película Julio César. Marlon Brando como Marco Antonio.

Cartel de la película Julio César (Joseph L. Mankiewicz) . Marlon Brando como Marco Antonio.

Cómo aprovechar nuestro mes de vacaciones

Julio es para muchos, el mes de sus esperadas vacaciones. Para otros en cambio, un mes más, eso sí, excesivamente caluroso y nada apetecible, sobre todo para aquellos que no les queda más remedio que trabajar en espacios abiertos o… cocinas sin aire acondicionado.

Oído Cocina. Acuarela de Rosa Prat Yaque.

Oído Cocina. Acuarela de Rosa Prat Yaque.

No es mi intención aconsejaros sobre cómo vestir, dónde viajar, etc., para ello, ya contamos con todos esos mensajes y recomendaciones que llenan nuestros mails a diario. Si deseamos afrontar este mes con «buen rollito y tranquilidad», no necesitamos grandes presupuestos, ni hace falta ir muy lejos. Puede resultar el momento idóneo para retomar actividades y aficiones que hemos dejado aparcadas durante los meses laborables.

Lo primero que debemos hacer: ponernos ya las chancletas.

Chancletas rojas. Fotografía de Rosa Prat Yaque.

Chancletas rojas. Fotografía de Rosa Prat Yaque.

Lo de las chancletas y sandalias tiene también mucha historia… Dicen los expertos que no son buenas para los pies, pero aunque vaya dándome golpetazos todo el día, no hay quien me las quite. Estas son chinas y llevan más de cuatro años conmigo. Merece la pena invertir: lo barato sale caro.

Es importante moverse, dar un paseo por la playa (si la tienes cerca), disfrutar de los parques naturales, salir al monte… Lo ideal es hacerlo a primera hora de la mañana o al atardecer, en prevención de esos golpes de calor que nos pueden dejar «tiesos».

Playa en Lugo. Fotografía de Rosa Prat Yaque.

Playa en Lugo. Fotografía de Rosa Prat Yaque.

¿Y qué me decís de las siestas? Son tan apetecibles en verano… Sobre todo cuando se dispone de la suave acción de un ventilador. No importa cómo o con quién (esto último, pensándolo bien, obviadlo). De todas formas, yo las evito, porque duermo fatal por la noche y me despierto de muy mal humor. Así que, aprovecho la hora de la siesta para escribir pequeñas notas, buscar información en las redes, etc. Todo con mucha calma y después de un buen café con hielo.

Cuaderno pequeño de notas para llevar en el bolso, siempre a mano

Cuaderno pequeño de notas para llevar en el bolso, siempre a mano

Estas tardes tan largas y luminosas son estupendas para aprender o iniciar una nueva actividad, que a muy seguro, nos relajará, a la vez que cambiamos de hábitos. Puedes adquirir un cuaderno de Acuarelas y hacer apuntes, teñir o pintar unas camisetas, restaurar un viejo mueble…

Camiseta teñida. Fotografía Rosa Prat.

Camiseta teñida. Fotografía Rosa Prat.

Si vives en el campo o pasas el verano en plena naturaleza, es posible que tengas un pequeño huerto o dispongas de macetas. Planta algo: no hay nada como observar cómo crecen los frutos de tu propia siembra.

Este año puse fresas y frambuesas, así como jardineras con tomates Cherry. Son como niños a los que proteges mientras llegan a edad adulta. Eso sube mucho la autoestima…

Disfruta de la naturaleza, las plantas y las flores animan la vista con sus colores brillantes y su aroma acabará impregnando los recuerdos de un verano diferente.

Estas son mis hortensias y geranios.

Montaje de flores de temporada.

Montaje de flores de temporada. Rosa Prat.

Al atardecer, daremos un paseo y tras refrescarnos, llega el momento de la sempiterna pregunta que no sabe de estaciones: ¿Qué hay para cenar?

Yo prefiero dejar algo ya preparado del mediodía, porque siempre da más pereza.  Ensaladilla, ensaladas variadas, sandwiches, gazpacho, Vichyssoise, carpaccios, ceviches o las socorridas latas de sardinillas, mejillones o un rico bonito del norte en aceite de oliva.

Y por qué no, aprender a hacer algo nuevo con un buen libro de cocina, como este de la Editorial Susaeta.

Ceviches. Editorial Susaeta.

Ceviches. Editorial Susaeta.

Llegada la noche, nos quedamos en casa escuchando un poco de música a la luz de un par de velas, que relaja mucho y crea ambiente. Pero también podemos acudir a una de las muchas fiestas y conciertos que hay por los pueblos y ciudades en verano. Esas divertidas verbenas que nos traen recuerdos de la adolescencia…

Otra costumbre, social y sana, son las tertulias en las terrazas, o en el zaguán de la casa del pueblo. Personalmente, disfruto mucho en buena compañía. El reencuentro con buenos amigos hace  que las cortas noches de verano se nos pasen volando.

Hipoódromo Argentino durante el Gran Premio Nacional, Buenos Aires, 1904.

Recuerdos de la adolescencia… Hipódromo Argentino durante el Gran Premio Nacional, Buenos Aires, 1904.

Siempre me acuerdo de una frase de una amiga que lleva ya muchos años viviendo en el Mediterráneo, donde el calor es húmedo y pegajoso:

Hay que moverse despacio, hablar poco, y sobre todo: no enfadarse. Acalorarse en estos días es muy perjudicial para la salud.

Silla. Foto de Rosa Prat para MoonMagazine

Por si te cansas…

 

 ¡Que os sea leve y llevadero este mes de Julio que comienza!