Recibir una crítica fotográfica no es algo sencillo: después de todo, la fotografía es una expresión artística personalísima que refleja nuestro mundo interior de manera fidedigna. De modo que la crítica roza cierto ámbito privado en el que la fotografía simboliza una idea personalísima sobre nuestra opinión sobre la imagen, lo fotográfico y la identidad que crea a través de lo visual. Eso, a pesar de que una crítica fotográfica puede ser tanto una forma de aprendizaje inmediato —las críticas constructivas casi siempre permiten al fotógrafo construir y revalorar su lenguaje conceptual — como un medio para el crecimiento artístico. No obstante, la crítica siempre ocupará un lugar incómodo en medio de la opinión y algo más duro de comprender sobre la forma en que comunicamos nuestra perspectiva artística y su valor integral.

¿Qué sucede cuando un fotógrafo recibe su primera crítica? La #crítica fotográfica, herramienta para mejorar la creación artística y ser mejor fotógrafo. @Aglaia_Berlutti. Clic para tuitear

Lo digo por experiencia. La primera vez que recibí una crítica fotográfica real, fue hace diez años. Hasta entonces, mis fotografías siempre habían obtenido comentarios amables y levemente precavidos, que podían resumirse en frases muy semejantes entre sí: «estupenda imagen», «muy bonita fotografía», «eres una gran artista». Lo recibía de conocidos, los usuarios de las múltiples plataformas que utilizaba para difundir mi trabajo y también de otros tantos fotógrafos que, como yo, luchaban por encontrar sentido a su forma de crear y construir ideas. Con el transcurrir del tiempo, llegué creer que la crítica era únicamente esa complacencia poco disimulada con respecto a los posibles problemas o blanduras en mi planteamiento fotográfico. En las pocas ocasiones en que alguien me dedicaba algún comentario duro, lo atribuía a la mala intención.

Cuando recibí mi primera crítica formal, toda esa presunción  —alimentada por el ego y la trivialización de la formación académica fotográfica —  se transformó en una incómoda conciencia de lo poco que sabía sobre fotografía. El profesor miró la imagen que le mostraba y señaló una serie de errores de técnica y planteamiento en los cuales yo no parecía haber reparado, pero que para él eran bastante evidentes. Y no sólo eso: la crítica incluyó aspectos tan abstractos como los símbolos que había utilizado para crear un concepto e incluso, la manera como los había mezclado para crear un mensaje. Punto a punto, el profesor desglosó mi imagen hasta llegar a una especie de conclusión casi hiriente con respecto a ella: necesitaba trabajar muchísimo más para lograr un mejor resultado y sobre todo, aprender sobre la experiencia.

No supe qué responder. Me sentí enfurecida y también levemente humillada, aunque el profesor había expuesto sus puntos de vista con gran objetividad y buen humor. Me llevó unos días reunir el valor suficiente para preguntar lo que me había atormentado desde que había recibido su análisis acerca de mi trabajo ¿Eran buenas mis fotografías?

La razón de la crítica fotográfica: todos los motivos que pueden enseñarte a ser un mejor fotógrafo 1

© Aglaia Berlutti

«Toda fotografía puede mejorarse, crecer y perfeccionarse. Lo ideal es que ese crecimiento ocurra a medida que el fotógrafo es consciente de su madurez  —me explicó el profesor—, aprende de tus errores, innova en consecuencia y construye una perspectiva más amplia sobre lo que deseas decir en imágenes. La crítica es una herramienta continua de aprendizaje. Celebra que tu fotografía tiene algo que mejorar. Cuando no lo tenga, perderás el interés en crear».

La crítica es una herramienta continua de aprendizaje que señala que tu fotografía tiene algo que mejorar. @Aglaia_Berlutti: todos los motivos que pueden enseñarte a ser mejor fotógrafo. Clic para tuitear

La frase, el conocimiento que trajo aparejada y, sobre todo, esa percepción sobre la fotografía como un arte/técnica en constante madurez, fue una lección que nunca olvidé y que, en adelante, utilicé en cada parte de mi trabajo fotográfico. Pero, sobre todo, nunca olvidé el hecho de que la crítica es necesaria y elemental para construir un concepto visual perdurable y profundo. No se trata sólo del hecho de que la crítica fotográfica  —bien formulada y sobre todo, bien construida —  es una herramienta de aprendizaje de enorme valor sino que además, es la interacción entre esa noción de la fotografía como mensaje y su posible receptor. Una idea que sostiene no sólo la manera en la que creamos un planteamiento fotográfico sino, además, en cómo esa reflexión visual puede transformarse en un concepto sólido. Un proceso del que rara veces somos conscientes pero que sostiene toda la idea fotográfica desde lo esencial a algo mucho más profundo: la imagen capaz de expresar ideas concretas sobre nuestra identidad.

Al final, la crítica fotográfica no es solo un análisis pormenorizado sobre una imagen o cuerpo de trabajo, sino una elaborada hipótesis sobre lo que ese trabajo puede llegar a ser y sobre todo, como se comprende más allá del ámbito privado del autor. Siendo así, la crítica proviene del conocimiento fotográfico y el análisis teórico e intelectual sobre la imagen como arte y técnica y más allá, sobre el planteamiento visual sobre idea. En otras palabras, la crítica se sostiene sobre el conocimiento fotográfico y también, la experiencia del investigador que la ofrece.

Como proceso y herramienta, la crítica fotográfica es necesaria en la creación artística. Después de todo, la fotografía como idea necesita de confrontación, pero también de un análisis formal sobre lo que puede obtener como propuesta y más allá de eso, como expresión estética formal. Una manera de crear un lenguaje personal.

Como proceso y herramienta, la #crítica fotográfica es necesaria en la creación artística. @Aglaia_Berlutti. #Fotografía #Arte #Creatividad. Clic para tuitear

 

Texto y fotografías de Aglaia Berlutti