Tras haberlo intentado en otras ocasiones, y haber desistido por no sentirme preparada para tamaña empresa, torno a sumergirme en la obra cumbre de la literatura universal, dejándoles, mientras lo hago, imágenes de aquellos lugares por los que transita, o cita, Don Quijote en su aventura, y que yo también he tenido la suerte de visitar. Espero que con este recorrido visual, acompañando al Caballero de la Triste Figura, disfruten tanto como yo lo hice…
De viaje con #DonQuijote. Teresa Suárez, @pitosporum, recorre la geografía literaria de la obra cumbre de la #literatura universal e ilustra el itinerario con estas espectaculares #fotografías. Clic para tuitearDe viaje con Don Quijote de la Mancha
Por la autovía de los Viñedos, iniciamos el viaje hacia «un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme» (pág. 19).
Entre los pueblos que presumen de ser ese auténtico «lugar de La Mancha», destacan tres:
Por tradición oral, Argamasilla de Alba, en cuyo término municipal se encuentra situado el Castillo de Peñarroya:
Y el pantano del mismo nombre.
Por su cercanía a El Toboso, patria chica de Dulcinea, Alcázar de San Juan:
Y por ser la opción defendida por la Universidad Complutense de Madrid, Villanueva de los Infantes, donde se encuentra la cárcel de la Inquisición con los símbolos del Santo Oficio en el escudo (la cruz, la calavera y las tibias cruzadas):
Tuvo muchas veces competencia con el cura de su lugar (que era hombre docto, graduado en Sigüenza) sobre cuál había sido el mejor caballero: Palmerín de Inglaterra o Amadís de Gaula.
El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Colección Austral, Espasa Calpe, S.A., Madrid, 1979 (pág. 20).
Casa del Doncel o palacio de los Marqueses de Bédmar:
Al fondo, la catedral de Santa María:
Llamábase Aldonza Lorenzo, y a éste la preció ser bien darle el título de señora de sus pensamientos; y, buscándole nombre que no desdijese mucho del suyo y que tirase y se encaminase al de princesa y gran señora, vino a llamarla Dulcinea del Toboso, porque era natural del Toboso.
El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Colección Austral, Espasa Calpe, S.A., Madrid, 1979, (pág. 22).
Monumento dedicado a Don Quijote y Dulcinea:
Casa de El Toboso:
Ella respondió con mucha humildad que se llamaba la Tolosa y que era hija de un remendón natural de Toledo.
El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Colección Austral, Espasa Calpe, S.A., Madrid, 1979, (pág. 29).
—Señor caballero —replicó el mercader—, suplico a vuestra merced en nombre de todos los príncipes que aquí estamos que, porque no encarguemos nuestras conciencias confesando una cosa por nosotros jamás vista ni oída, y más siendo tan en perjuicio de las emperatrices y reinas del Alcarria y Extremadura, que vuestra merced sea servido de mostrarnos algún retrato de esa señora, aunque sea tamaño como un grano de trigo.
El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Colección Austral, Espasa Calpe, S.A., Madrid, 1979, (pág. 22).
Trillo.
Fuente de los doce caños en Brihuega:
Balsa del Molino donde nace el río Cifuentes en la localidad del mismo nombre:
En esto descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo, y así como don Quijote los vio, dijo a su escudero: —La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear, porque ves, allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta, o pocos más, desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas.
El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Colección Austral, Espasa Calpe, S.A., Madrid, 1979, (pág. 45).
Cerro Calderico en Consuegra:
[…] —Mire vuestra merced —respondió Sancho— que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos, son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.
El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Colección Austral, Espasa Calpe, S.A., Madrid, 1979, (pág. 45).
Y, ayudándole a levantar, torno a subir sobre Rocinante, que medio despaldado estaba. Y, hablando en la pasada aventura, siguieron el camino del Puerto Lápice, porque allí decía don Quijote que no era posible dejar de hallarse muchas y diversas aventuras, por ser lugar muy pasajero.
El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Colección Austral, Espasa Calpe, S.A., Madrid, 1979, (pág. 46).
Estaba en el primero cartapacio pintada muy al natural la batalla de Don quijote con el vizcaíno […] Tenía a los pies escrito el vizcaíno un título que decía: Don Sancho de Azpeitia, que, sin duda, debía ser su nombre
El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Colección Austral, Espasa Calpe, S.A., Madrid, 1979, (pág. 52).
Santuario de Loiola:
Quiso la mala suerte del desdichado Sancho que entre la gente que estaba en la venta se hallasen cuatro perailes [cardador de paños] de Segovia […], gente alegre, bien intencionada, maleante y juguetona.
El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Colección Austral, Espasa Calpe, S.A., Madrid, 1979, (pág 91).
Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Asunción y de San Frutos:
En este escuadrón vienen los que beben las corrientes cristalinas del olivífero [abundante en olivos] Betis; los que tersan y pulen sus rostros con el licor del siempre rico y dorado Tajo.
El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Colección Austral, Espasa Calpe, S.A., Madrid, 1979, (pág 95).
El río Tajo a su paso por Toledo:
Digo, pues —prosiguió Sancho—, que en un lugar de Extremadura había un pastor cabrerizo, quiero decir que guardaba cabras, el cual pastor o cabrerizo, como digo de mi cuento, se llamaba Lope Ruiz; y este Lope Ruiz andaba enamorado de una pastora que se llamaba Torralba; la cual pastora Torralba era hija de un ganadero rico; y este ganadero rico […]
El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Colección Austral, Espasa Calpe, S.A., Madrid, 1979, (pág 107).
La Puebla de Guadalupe, o Guadalupe, en la provincia de Cáceres, es un hermoso lugar de Extremadura:
Allí se encuentra el Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrimonio de la Humanidad desde 1993, una auténtica joya:
—Sucedió —dijo Sancho— que el pastor puso por obra su determinación y, antecogiendo sus cabras, se encaminó por los campos de Extremadura, para pasarse a los reinos de Portugal.
El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Colección Austral, Espasa Calpe, S.A., Madrid, 1979, (pág. 108).
Lisboa, la capital de «esos reinos».
Una de mis ciudades preferidas:
Siguiendo los pasos, y el hilo de sus pensamientos, aquí finaliza mi primera ruta acompañando a Don Quijote y Sancho.
Como despedida, les dejo unas imágenes de la llanura manchega que, por lo alejadas de las altas temperaturas que nos azotan en verano, enamoran:
Con niebla:
Con nieve:
Y con hielo, como si estuvieras en un reino de cristal:
Fotografía de Teresa Suárez
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