En este caso, nunca mejor dicho, lo que la editorial Erein ha puesto ante mí, es la segunda entrega de los avatares del expárroco y profesor de Antropología berangotarra, Ander Azurmendi, ya que en El caso Newton podremos disfrutar de nuevo del controvertido protagonista de El negro y la gata.

Anton Arriola (Durango, 1967) nos adentra en el Bilbao de noviembre del 2001, convulso al igual que el resto del planeta por la reciente y traumática destrucción de todo el complejo de edificios del World Trade Center, en Nueva York, a manos de un terrorismo envuelto en un halo de misterio.

En El caso Newton, el archiconocido Priorato de Sion entra en juego como telón de fondo en una novela de misterio y suspense, pero esta vez, lo hace de la mano no solo de su enemigo acérrimo, el Vaticano, sino que el triunvirato se completa con un grupo de Nihilistas, que a base de pintadas y mensajes inquietantes en latín, se hace llamar PSP (Partido socialista del proletariado).

A solo dos meses de la tragedia norteamericana, en Bilbao comienzan a tener lugar terribles acontecimientos del mismo corte sobre monumentos y edificios históricos emblemáticos de la noble villa, todos ellos con la firma del PSP acompañada de una cita, del entre otras cosas humanista y filósofo, Erasmo de Rotterdam, dejando clara su postura contra la inteligencia y la religión.

Diré que, como breve resumen a modo de recordatorio, cuenta la leyenda que el Priorato de Sion es una poderosa logia, sustentada a lo largo del tiempo por grandes personajes tales como Leonardo da Vinci o el mismísimo Isaac Newton, con el objetivo de restablecer la dinastía Merovingia cuya estirpe carga con un inmenso secreto, que de hacerse público, modificaría por completo la historia tal y como la conocemos, y lo que podría ser más trascendental, dinamitaría los cimientos de la Iglesia católica.

Vuelve Ander Azurmendi, el cura que perdió la fe, y resolverá #ElCasoNewton, una historia que se aleja de los caminos trillados gracias a la pericia de @anton_arriola. @ereinargi. #Reseña de Eduardo S. Petite. Clic para tuitear

Un trágico suceso en la biblioteca personal de Arcadio Ariza, catedrático en Historia del Pensamiento y Literatura, y el robo de unos manuscritos de incalculable valor, nos mantienen a caballo entre Bilbao y Londres durante el transcurso de la lectura, haciéndonos el viaje más agradable deleitándonos con escenarios característicos de cada enclave, como la Plaza del Sagrado Corazón de Jesús o St. Edward’s Passage.

Plazaola, el Jesuita y rector de la universidad de Deusto, encomienda a nuestro protagonista una misión, en principio sencilla, pero que finalmente se retuerce hasta límites insospechados. Deberá entrevistarse con el premio Nobel en Economía y Master de Trinity College, Ajay Kapoor, para conseguir esclarecer unos movimientos turbios acaecidos recientemente en sus instalaciones y que están relacionados con Ariza.

Arriola hace suya una historia en principio manida y de origen esquilmado sin abusar de datos, no solo innecesarios sino aburridos, como hacen otros autores hasta el hastío, y salpimentándola con intensas relaciones interpersonales que te hacen empatizar desde el primer contacto, consigue atrapar con su telaraña a un amplio espectro de ese huidizo caleidoscopio que conforma el conjunto de la población lectora.

El irónico, musculoso pero siempre afable subcomisario Barrutia; el apodado «Kundera», Jaime Ellacuría; la profesora en Historia Contemporánea e hiperactiva cotilla adicta a los vocablos italianos, Miren Elejabeitia; El prelado Arietti, de la Congregación para la Doctrina de la Fe; el nefando Branko y cómo no, un perrito llamado Mac, son algunos de los finos pero resistentes hilos de tinta, que tejidos con paciencia e impregnados del mayor adhesivo como lo es una buena trama, persecuciones, giros de guión, sexo en todas sus vertientes, y por si fuera poco algún que otro regalo en forma de voladura efectista o catastrófico incendio, hacen que la historia merezca la pena ser leída.

Con estas premisas, El caso Newton nos adentra en un torbellino de personajes, lugares y situaciones, que hacen del lector una peonza emocional: nunca sabes qué pensar o sentir en cada momento, como si de un juego de espejos trucados se tratara, la verdad se verá distorsionada, logrando así, que su lectura nos lleve a un desenlace tan angustioso como inesperado.

 

#ElCasoNewton de @anton_arriola (@ereinargi). Una buena trama, personajes con los que empatizas e inquietantes giros de guion. #RecomiendaLeer: Eduardo S. Petite. Clic para tuitear

 

El caso Newton, de Antón Arriola. Newton cae sobre Bilbao

 

 

El caso Newton

Antón Arriola

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Reseña de Eduardo S. Petite