El lenguaje de las olas, de Miren E. Palacios: amor y valores

Son tantos los tipos de lenguaje que existen, más allá de las palabras, que a nadie le sorprenderá que sea, precisamente, El lenguaje de las olas, el que se convierta en la brújula por la cual se oriente la protagonista de la novela con la que Miren E. Palacios nos deleita en esta ocasión.

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El lenguaje de la olas, publicada por la editorial Palabras de agua, es una apuesta segura para todos aquellos amantes de las emociones, la pasión, y para los que consideran al amor como ese arma que impacta en corazón y mente, haciendo girar nuestro universo interior provocando el caos absoluto, para dejarnos después haciendo equilibrio sobre nuestros propios miedos.

[…] el más importante era no tener clara su orientación sexual. No asumía la atracción que, a veces, sentía hacia personas del mismo sexo […] se había criado y educado en una visión tradicional de la sexualidad.
El lenguaje de las olas

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El Lenguaje de las olas nos transporta hasta ese mundo de emociones que terminan forjando sentimientos profundos, certeros.

Nos conduce por esa senda provista de señales; miradas que guían; manos que buscan; dedos que encuentran; lenguas que dibujan. Pero también descubrimos todos esos mensajes que, en ocasiones, nos llevan directos a cometer errores; puertas equivocadas; pasiones que condenan y cuerpos que suicidan relaciones.

Entre esos pensamientos de querer hacer, y el destino real, hay un trecho y sucedió lo que no debiera haber pasado.
A veces, las situaciones se dan de un modo arbitrario y caprichoso.
El lenguaje de las olas, de Miren E. Palacios

Pasemos al personaje de Alexandra. Podríamos reconocer y destacar en ella muchas cualidades, que, cuando el amor golpea las puertas de su corazón y ella lo abre de par en par, convierte en virtud, poniéndolas a merced del ser amado, con prudencia y reservas al principio, pero ciegamente cuando su confianza es total. Eso la llevará a experimentar en sus propias carnes las consecuencias dolorosas cuando la otra persona no es merecedora de todo cuanto recibe. ¿O tal vez lo sea, pero no era el momento? Los tiempos entre dos personas, a veces juegan en contra.

Alexandra, en parte, vivía ajena a la verdadera situación. El amor no era siempre tan cristalino, ni las olas le contaban las cosas que quería escuchar […] Ella, inocente, confiaba y se guiaba por los astros.
El lenguaje de las olas, de Miren E. Palacios

Laura, por su parte, es un personaje del cual resaltaría su vitalidad, la alegría, sus deseos de vivir intensamente y el valor para hacerlo. Es una mujer segura de sí misma y de su sexualidad, seguridad que en ocasiones le hace tejer su propia trampa y caer en ella. A Laura le queda una importante lección por aprender y lo hará, aunque el camino será duro y pondrá a prueba todos esos principios que hasta ahora creía firmes.

El saber que tenía segura a Alexandra, que estaba enamoradísima de ella y que habían formalizado la relación, hizo que se despreocupara de nuevo y se deslizara por un camino erróneo.
El lenguaje de las olas, de Miren E. Palacios

Aunque El lenguaje de las olas trate sobre la historia de amor entre dos mujeres, yo no consideraría este detalle necesario de ser destacado, a priori. Sin embargo, es cierto que es precisamente eso lo que consigue sacar al lector de cierta rutina respecto de las características que uno acostumbra a encontrar en la mayoría de personajes o en el desarrollo de la trama. Y es que, de alguna manera, es justo esa peculiaridad lo que la convierte en una obra con matices atípicos, poco usuales. Si tuviese que describir a grandes rasgos la obra, diría que se trata de una historia de amor, una maravillosa relación entre dos personas que se va consolidando en el tiempo y en donde se nos muestran las diferentes formas en las que cada una de sus protagonistas enfoca cómo entregarse al amor, la pasión y la relación de pareja. En definitiva, cómo reorganizar y redirigir nuestras vidas cuando el amor impacta en el pecho de manera brutal e irremediable.

Pero si he de ser más concreta y específica, entonces sí que añadiría que es una novela que nos narra una historia de amor en la que su autora ha elegido como tema principal de la relación entre sus protagonistas la homosexualidad. Una historia muy actual, llena de aventuras y realmente entretenida, donde se nos muestra y demuestra, una vez más, que el amor y la pasión, pero también el engaño y la frustración, pueden llamar a la puerta de cualquier corazón sin detenerse a analizar su sexo, y que los valores que nos hacen sobrevivir son los mismos para todas las personas. No se ama, ni se besa, ni se es mejor o peor persona, ni más o menos leal u honesto, dependiendo de la elección y preferencias a la hora de disfrutar y vivir el amor y la sexualidad. Que a todos nos duelen los engaños y las mentiras por igual, que la traición no tiene condición sexual. Da igual que las flechas envenenadas o los puñales que arden en el pecho se disparen de mujer a hombre, de hombre a mujer, de hombre a hombre o de mujer a mujer. Al final todos nos quedamos desprotegidos ante el dolor y la falta de sensibilidad ajena y todos hemos de recomponer nuestros pedazos una y mil veces para continuar sobreviviendo al amor.

Por todo ello, El lenguaje de las olas es como un soplo de aire fresco, en ocasiones, y como un devastador e inesperado tornado en otras. Aventurarse por algunas de sus páginas es como recibir un dulce beso en la mejilla que provoca un constante latido acelerado. Y a su vez, tener la sensación de precipitarse al vacío, siendo consciente de que allí abajo no existe nada que pueda amortiguar la caída.

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Me gustaría destacar la destreza de la autora a la hora de afrontar el texto de El leguaje de las olas. Amor y pasión, plagado de momentos en los cuales nos hace partícipes, invitándonos a compartir las escenas más íntimas entre Alexandra y Laura. Escenas cargadas de erotismo y sensualidad, que Miren E. Palacios describe en sus páginas con sutil elegancia y delicadeza. Esa absoluta y maravillosa naturalidad en los detalles, en el recorrido de sus cuerpos, en el latir de sus respiraciones, bajo el calor de esas pieles que arden en deseo, consiguen que su lectura se convierta en un auténtico placer.

El lenguaje de las olas es una historia que nos muestra dos caras de una misma moneda. Los sentimientos. Los mismos que en ocasiones nos salvan y otras nos destruyen. Es una obra que resalta y apuesta por los verdaderos valores: el respeto; la confianza; la honestidad y la lealtad, imprescindibles para construir en común, aportando y no restando, a pesar de que llegar hasta ahí, en ocasiones, nos cueste el tener que experimentar cómo todo se licúa y tiende a evaporarse por momentos. Cómo todo lo que era válido, por segundos se torna contra nosotros, dejándonos el corazón desprovisto de defensa alguna.

Y entre tanto revuelo de emociones y sentimientos, las olas van adquiriendo un protagonismo crucial en la vida de Alejandra. Las busca, las necesita, se sienta frente a ellas y las escucha detenidamente, con la máxima atención y concentración posibles, hasta llegar a captar y entender los mensajes que la envían. Las olas le hablan, siempre, para bien o para mal.

[…] se entretuvo jugando con el vaivén del oleaje. Fijó su mirada en ellas y las escuchó. Emitían rugidos y bravura. «¿Me engañasteis entonces?», preguntó. «Entiendo. Por eso ahora me estáis agitando con fuerza […]». «Estáis enfadadas, ¿verdad?»
El lenguaje de las olas, de Miren E. Palacios

De la mano de Alexandra y Laura, a través de El lenguaje de las olas, viajaremos hasta Oslo, recorreremos Madrid, podremos sentir las aguas cálidas del Mediterráneo empapando sus páginas. Descubriremos con ellas también, las calles, barrios, museos y monumentos de Salamanca, León, Bilbao, Ibiza, Sevilla, Londres, Panamá… Un itinerario cultural tan valioso como interesante. Destacar en este punto la parada y mención a una exposición de la Colección FLAPPER 1920 sobre algunas obras de la pintora Elda Arangüena, siendo una de sus creaciones, precisamente, la portada de este libro. Al mismo tiempo e inspirada en los cuadros, Miren Palacios compone un poema titulado «Señora», que en la novela atribuye su autoría a Laura, la cual comparte sus versos con Alexandra durante la visita a dicha exposición.

[…] Aunque me traslade al pasado,
el amor y el sexo
no entienden de épocas
ni de ser hombre o mujer.
Nada importa lo ortodoxo
solo triunfa el hechizo
y ese pincel que ha hablado
con rigor y sutileza…
Fragmento del poema «Señora» incluido en El lenguaje de las olas.

La lectura de esta novela, deja en los labios ese sabor agridulce que contienen las pócimas del amor, ese halo de esperanza que deja tras de sí la magia de los sentimientos. Nos deja con ese brillo en la mirada de aquellos que alguna vez se enamoraron de verdad y se entregaron por completo.

Alguno de los pasajes de El lenguaje de las olas, me ha hecho replantearme ciertas cuestiones ya olvidadas o, al menos, descartadas. Las dejo aquí, como broche final de la reseña, deseando que una vez lean la novela, se animen a darse —darme— respuestas.

¿Puede una persona cambiar por amor su vida y sus costumbres, sin sentir que renuncia a una parte vital de sí misma? ¿Aceptar condiciones afianza realmente las relaciones? ¿Esperar, perdonar, y dar oportunidades, es siempre bien interpretado? ¿Somos capaces de valorar, defender o incluso luchar por los sentimientos ajenos sin esperar a sentir que los estamos perdiendo para siempre?

El lenguaje de las olas es una historia de amor y de valores.