Hoy, en El Tocadiscos, y en el 83 aniversario de su muerte física, Caminito, de Carlos Gardel

Caminito que el tiempo ha borrado
que juntos un día nos viste pasar,
he venido por última vez,
he venido a contarte mi mal.

Hoy, en El Tocadiscos, y en el 83 aniversario de su muerte física, Caminito, de Carlos Gardel

Por José Jesús Conde

Es como un sobresalto cuando te evoco. Un sobresalto en el tiempo minúsculo y terreno. Porque te recuerdo de cuando yo era un niño, en un doloroso tocadiscos y la efigie de tu cantor sobresaliendo. Sin saber todavía lo que representabas para mi padre, por ejemplo. Y lo que habrías de representar para mí, desde aquellos momentos en los que te ibas clavando, poco a poco, en mi corazón de chaval demasiado pensativo y huraño.

Que el tiempo no ha podido borrarte. Que en cuantos te agarraste fuiste siempre el guardián celoso de mil historias repentinas, el testigo complaciente del deambular luminoso de las muchachas porteñas arrulladas en una noche de luna llena. Que nunca, ni tu intérprete ni tú os habéis ido…

Es como un sobresalto cuando te evoco, Caminito.

Dos caminitos, un Gardel

Por Moon

Hay un Caminito en el barrio de La Boca y otro caminito, el de Olta, que une esta población con Loma Blanca, ambas en la provincia argentina de La Rioja. Dos caminitos, un mismo tango cuya música y letra discurrieron por distintos senderos. El compositor Juan de Dios Filiberto y el poeta Gabino Coria Peñaloza colaboraron en más de una ocasión componiendo grandes éxitos y fue, precisamente, este tango canción, el fruto más popular de su unión creativa y el tercero más conocido a nivel mundial por detrás de La Cumparsita de Gerardo Matos Rodríguez y El Choclo de Ángel Villoldo.

Más de veinte años separan la gestación de la música y letra de este tango. En 1925 Filiberto componía una melodía inspirada en el Caminito de La Boca, su barrio. Veintitrés años antes, un poeta adolescente escribía el poema —inspirado en un amor correspondido pero imposible— que terminaba así:

Seguiré sus pasos…
Caminito, adiós.

El caminito de Olta fue el testigo de un amor convertido en verso y sepultado en la memoria de Gabino Coria Peñaloza, hasta que años más tarde, su amigo Juan de Dios Filiberto le tarareó aquella incipiente melodía, haciéndole recordar sus letras de juventud.

En 1926, Carlos Gardel, de cuya desaparición se cumplen 83 años en el momento de la publicación de este post, realiza la primera grabación de Caminito. La canción no obtuvo la aceptación del público hasta que, un año más tarde, el «caballero cantor» Ignacio Corsini —amigo del Morocho de Abastos, quien le cedió la exclusividad del tema— la interpretó en la obra Facha Tosta obteniendo un clamoroso éxito.

Lo demás es historia…

Y Gardel cada día canta mejor:

José Jesús Conde

Txaro Cárdenas