En Europa, la muerte fue por mucho tiempo una idea trascendental. Y los rituales funerarios una manera de concebir el concepto de la muerte como parte de la vida común y sobre todo, de la historia La fotografía post mortem, una percepción sobre la mortalidad y la concepción del duelo.colectiva. No es de extrañar que un arte recién nacido como la fotografía pronto tuviera un lugar preponderante en la forma no sólo en cómo se concebía el luto y el duelo, sino también la muerte como proceso social. Como si el hecho de lo post mortem  —cuya traducción exacta del latín refiere a «lo que viene después de la muerte»—  tuviera una relación directa con la forma en cómo se comprende lo cotidiano y la fotografía un medio para hacerlo más profundo y meditado. Eso lo aprendí pronto: Provengo de una familia italiana lo suficientemente apegada a las tradiciones como para conservarlas en América, un pequeño hilo ancestral que parece unir ciertas creencias y percepciones sobre la vida y la muerte con algo más complejo relacionado con la permanencia de la memoria. Dicho así, la reflexión tiene algo de compleja y melodramática, pero en realidad, se trata de una percepción sobre la mortalidad y la posibilidad de la muerte, muy antigua y casi primitiva. Durante buena parte de mi infancia, crecí escuchando a mi abuela y tías comentar sobre el «álbum de la muerte», una especie de reliquia morbosa que mi familia guardaba durante generaciones y que no es otra cosa que retratos de difuntos, su última fotografía, de hecho, antes de ser llevado a su última morada. Una costumbre victoriana que se extendió en Europa a principios del siglo XIX y que crea una subcultura sobre la percepción de la muerte y los ritos mortuorios, con la fotografía como principal protagonista.

La muerte y la vida en una imagen: todo lo que quieres saber sobre la fotografía post mortem 1

 

¿Sabías que la #fotografía #postmortem era una costumbre victoriana extendida por toda Europa a principios del siglo XIX? Arte ritual y la muerte como expresión cultural. #Artículo de @Aglaia_Berlutti. Clic para tuitear

 

La muerte y la vida en una imagen: todo lo que quieres saber sobre la fotografía post mortem 3

 

Se trató de un proceso histórico y hasta experimental inevitable: a medida de que el precio del material fotográfico disminuyó y el proceso mismo de fotografiar se hizo más sencillo y asequible, la costumbre de fotografiar en el lecho mortuorio a parientes cercanos se convirtió en un hábito fúnebre que se asimiló rápidamente como una forma de venerar al fallecido e incluso, un símbolo de estatus con la suficiente importancia como para considerarse una pieza de arte. Hasta mediados de 1850, las familias de bajos ingresos no podían acceder a ningún ritual fúnebre al alcance de sus recursos económicos. Y fue la fotografía  — convertida en una curiosidad alternativa a la pintura y después a una expresión de valor por derecho propio—  la que tomó el lugar de cierto ritual fúnebre y conmemorativo. Con su aire misterioso y perturbador, la fotografía post mortem se convirtió en una celebración al ámbito de la memoria fúnebre que aún sorprende por su belleza e inquietante simbología.

 

La muerte y la vida en una imagen: todo lo que quieres saber sobre la fotografía post mortem

 

La muerte y la vida en una imagen. La #fotografía #postmortem, un hábito funebre, una forma de venerar al fallecido. #Artículo de @Aglaia_Berlutti. Clic para tuitear

La fotografía de difuntos se convirtió en un tesoro de particular importancia en épocas en la que la muerte no producía temor, sino quizás solo respeto. Por ese motivo, el cadáver del difunto se vestía con sus ropas habituales  — nunca las más elegantes— y se fotografiaba junto a su familia, como último tributo a su memoria. Una idea que ahora mismo nos parece espeluznante -pero que por entonces tenía cierto aire conmovedor. Los grupos familiares se reunían alrededor del difunto y la imagen se inmortalizaba no sólo como un recuerdo, sino algo más cercano a un tributo espléndido de la vida y de la muerte del ser querido perdido. Además, la práctica no se consideraba morbosa debido sino algo más cercano al ideal romántico de la muerte, como una idea sentimental, incluso privilegiada. Cualquiera que sea el motivo, lo evidente es que el último retrato, intentaba conservar la imagen del difunto para siempre y no sólo su imagen, sino una profunda percepción de su esencia.

 

La muerte y la vida en una imagen: todo lo que quieres saber sobre la fotografía post mortem 2

 

De hecho, la fotografía post mortem fue considerada una forma de arte muy refinado, muy probablemente debido a la utilización de elementos icónicos: una rosa de tallo corto colocada al revés para señalar la muerte de una persona joven, relojes de pared o de mano mostrando la hora de la muerte. Una manera de suavizar el contundente mensaje de la imagen, el inevitable terror que debía producir. Con el correr de los años, la fotografía post mortem se convirtió entonces en un lenguaje elaborado que expresaba una idea elemental sobre el terror y la belleza, lo que convirtió a la disciplina en una expresión de un tipo de estética muy específico y también, un análisis conceptual de enorme importancia sobre la muerte como parte de la cultura y la sociedad. Una directa connotación sobre la metáfora y el símbolo de la muerte como una elocuente manera de comprender la naturaleza humana y su percepción sobre lo desconocido que aún continúa asombrando y deslumbrando por su rara capacidad para conmover.

#Fotografía #postmortem: una forma refinada de #arte, una metáfora de la muerte como manera de comprender la naturaleza humana. Ritual funerario y memoria. #Artículo de @Aglaia_Berlutti. Clic para tuitear

 

La muerte y la vida en una imagen: todo lo que quieres saber sobre la fotografía post mortem 4

Ofelia Abandonada. Fotografía de ©Aglaia Berlutti. Todos los derechos reservados

 

 

Artículo de ©Aglaia Berlutti

Fotografía de portada: ©Aglaia Berlutti

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