En las noches claras,

resuelvo el problema de la soledad del ser.

Invito a la luna y con la soledad somos tres.

Gloria Fuertes

 

Gloria Fuertes nace un 28 de julio de 1917 en el barrio más castizo de Madrid, Lavapiés. De padre portero y madre costurera, Gloria se ve obligada a mudarse en varias ocasiones, lo que repercute notablemente en la estabilidad académica de nuestra poeta. A pesar de que su familia no cuenta con grandes recursos para su educación, aprende a leer a la temprana edad de tres años, a los cinco ya se atreve a escribir e ilustrar sus propios cuentos y,  con solo diecisiete, recita sus primeros versos en Radio España de Madrid. «Esa niña grande con voz de trapo» no tarda en meterse en el bolsillo a todo el que la escucha.

 

                                 Yo puedo decir muchas cosas

                                    y algunas no.

                                  No puedo decir Madrid es mi tierra,

                                  tengo que decir mi cemento,

                                  —y lo siento—.

 

Primeros pasos de Gloria Fuertes en la literatura infantil

En el Instituto de Educación Profesional de la Mujer, en la calle Pinar, Gloria Fuertes obtiene los diplomas de Taquigrafía y Mecanografía, Gramática y Literatura así como Higiene y Puericultura. El fallecimiento de su madre en 1934 afecta en profundidad el ánimo de Gloria, la falta de medios económicos en el ámbito familiar la obliga a dejar los estudios. Aun así, Gloria Fuertes cuenta con una excelente preparación académica, lo que la ayuda a encontrar un empleo como contable en una fábrica metalúrgica. Pronto empieza a colaborar en revistas infantiles como Flechas y Pelayos, Maravillas, y en los suplementos del diario Arriba,  alcanzando una gran popularidad entre los lectores infantiles. Recibe cinco duros como compensación a sus participaciones, con ese dinero ella ya se siente feliz, podrá comer sin problemas durante al menos ocho días.

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Gloria Fuertes, poeta de verso en pecho. Semblanza de Pilar García Molina sobre esta gran poeta.

Revista Maravillas

 

Puede parecer paradójico el que Gloria encuentre trabajo como colaboradora en periódicos favorables al Régimen. Todo lo tiene en contra: mujer, poeta, lesbiana y de izquierdas… Ha de ocultar todas sus facetas y matices bajo el impuesto disfraz de escritora infantil. Solo así puede llegar a publicar sus cuentos cobrando por ellos. Años más tarde, reconoce que la Guerra Civil fue para ella un punto de inflexión, que sin la contienda nunca hubiese llegado a ser poeta. Según la Doctora en Literatura Hispánica, Elena Castro, colegas de profesión de la propia Gloria, simpatizantes del Régimen, decían: «Que aquello que hacía no era literatura porque no usaba un lenguaje complejo, no utilizaba imágenes oscuras, sus temas no encajaban con la alta literatura…». Tal vez, después de conocerla un poco mejor, puedo llegar a la conclusión de que la fama de escritora infantil la perjudicó en demasía. Aún hoy, espero el reconocimiento a su obra. Sus objetos, su poesía para adultos no encuentran manos ni oídos que quieran acogerlos. Puede que la herencia de la Dictadura, aún silencie, ignore y acuse a esta gran escritora.

La poesía le late sola

En 1947, acompañada por María Dolores de Pueblos y Adelaida Lasantas, funda el grupo femenino Versos con faldas, durante dos años ofrecen lecturas y recitales por numerosos cafés y bares de Madrid. Ese mismo año, obtiene el 1º premio de Letras para canciones, de Radio Nacional de España. En 1950, publica su primer poemario Isla Ignorada, y cuatro años más tarde crea junto a sus colegas Antonio Gala, Rafael Mir y Julio Mariscal, la revista poética Arquero.

Gloria se reconoce como una autodidacta de clase obrera, cuya obra impacta de forma esencial en los cuestionamientos ideológicos de la época. Íntimamente relacionada con la poesía social de la generación del 50 y el Postismo, su forma de escribir pretende retratar siempre con humor, una realidad donde podía descubrirse la respuesta a las cosas más cotidianas. Como muchos españoles, nuestra poeta vivió desde dentro la contienda civil que se instaló en el país durante aquellos años, quedando reflejada en sus poemas.

Mujer de carácter, simpática y traviesa, es uno de los espíritus más libres de la época. Compra libros censurados, vive sola y acude con frecuencia a la Taberna de Pedro Sánchez para tomarse un vinito y escribir sobre la vida. Los que la conocen bien hablan sobre la soledad de Gloria, en el fondo disfruta de esa misma soledad, ahí se siente libre, cómoda, puede hablar con su dios personal, no es el Dios de todos si no el de ella, en el que cree profundamente.

#GloriaFuertes100, centenario del nacimiento de la #poeta. #28dejulio. Un artículo de @pilar_moligar. Clic para tuitear

De 1955 a 1960 cursa los estudios de biblioteconomía e Inglés en el Instituto Internacional de la calle Ángel de Madrid,  allí tiene la suerte de conocer a  la profesora norteamericana Philys Turnbull, quien le ayuda a conseguir la Beca Fullbright, en 1961. Unos años más tarde, Gloria imparte clases de Literatura Española en las Universidad de Buckell (Pensilvania).  En su vuelta a Madrid, decide organizar la primera biblioteca infantil ambulante para pequeños pueblos donde los niños no tienen un fácil acceso a la lectura. Gloria Fuertes quiere seguir aprendiendo, la vida es una fuente inagotable de conocimiento y pureza, y ella, está dispuesta a beber de ella. 

Durante los años 70-80, nuestra poeta alcanza una gran popularidad al aparecer en un programa infantil de televisión llamado Un Globo, Dos Globos, Tres Globos, componiendo ella misma la letra de la melodía de cabecera. A partir de ahí, colabora en diversos medios, convirtiéndose en una de las caras más conocidas entre el público infantil.

Gloria_Fuertes_en_MoonMagazine

Extraordinaria Gloria Fuertes.

Gloria Fuertes, esa chica del Barrio de Lavapiés, de pantalón ancho, pelo corto y largas corbatas de colores. La que usa boina y monta en bicicleta, la que denuncia con humor las desigualdades de la época. La poeta (no le gusta el término poetisa) de niños y adultos, la que no quiere encasillarse, la que pretende elegir su propio subtítulo. La de tabaco rubio y mirada infantil. He crecido con ella, todos hemos crecido escuchando sus poemas, no hay niño que no tenga uno de sus libros. La poesía le sale sola, con humor, con la identidad feminista que tanto le caracteriza. El impacto de sus libros siempre jugará en nuestra memoria.

Gloria, «Mujer de verso en pecho».

 

Gloria, esa chica del Barrio de Lavapiés, la poeta de niños y adultos. La poesía le late sola. Clic para tuitear

 

 

 

Nota biográfica

 

Gloria Fuertes nació en Madrid

a los dos días de edad,

pues fue muy laborioso el parto de mi madre

que si se descuida muere por vivirme.

A los tres años ya sabía leer

y a los seis ya sabía mis labores.

Yo era buena y delgada,

alta y algo enferma.

A los nueve años me pilló un carro

y a los catorce mi pilló la guerra;

A los quince se murió mi madre, se fue cuando más falta me hacía.

Aprendía a regatear en las tiendas

y a ir a los pueblos por zanahorias.

Por entonces empecé con los amores,

-no digo nombres-,

gracias a eso, pude sobrellevar

mi juventud de barrio.

Quise ir a la guerra, para pararla,

pero me detuvieron a mitad del camino.

Luego me salió una oficina,

donde trabajo como si fuera tonta,

-pero Dios y el botones saben que no lo soy-.

Escribo por las noches

y voy al campo mucho.

Todos los míos han muerto hace años

y estoy más sola que yo misma.

He publicado versos en todos los calendarios,

escribo en un periódico de niños,

y quiero comprarme a plazos una flor natural

como las que le dan a Pemán algunas veces.

 

Gloria Fuertes

 

Un artículo de Pilar Molina García