Isabelle Huppert y sus impresionantes papeles en El Porvenir y Elle

Casi simultáneamente, se han estrenado dos títulos protagonizados por la gran actriz francesa Isabelle Huppert. Huppert tiene en su haber más de 130 títulos. Su primera aparición artística de relevancia fue en Ella, yo y el otro (1972) de Claude Sautet y su primer gran éxito comercial fue con Los rompepelotas (1974) de Bertrand Blier, aún en roles secundarios. El juez y el asesino (1976) de Bertrand Tavernier y La encajera (1977) del suizo Claude Goretta fueron sus principales papeles protagonistas de relevancia. La llamaron de Hollywood para La puerta del cielo (1980) de Michael Cimino y logró sobrevivir al cataclismo comercial (que no artístico) de la película, de forma que, en los siguientes años, Isabelle Huppert apareció en películas tan prestigiosas como 1280 almas (1981) de Bertrand Tavernier, Pasión (1982) de Jean-Luc Godard, Historia de Piera (1983) de Marco Ferreri, Entre nosotras (1983) de Diane Kurys, Los poseídos (1988) de Andrzej Wajda, Asunto de mujeres (1988), Madame Bovary (1991) y La ceremonia  (1995) de Claude Chabrol, Las afinidades electivas (1996) de los hermanos Taviani, La escuela de la carne (1998) de Benoit Jacquot, La pianista (2001) de Michael Haneke, 8 mujeres (2002) de François Ozon, Extrañas coincidencias (2004) de David O. Russell, Borrachera de poder (2006) de Claude Chabrol, Una mujer en África (2009) de Claire Denis o Amor (2012) de Michael Haneke. En resumen, una impresionante carrera en la que Isabelle Huppert, gracias a sus mayúsculas virtudes interpretativas, ha logrado superar ese aire un tanto engreído que destila su presencia y las tradicionales e injustas restricciones que padecen las actrices maduras a la hora de que le sean ofrecidos papeles atractivos a partir de una cierta edad.

Ahora mismo en cartelera, podemos ver dos nuevas muestras de su talento en dos películas muy diferentes entre sí y en las que Isabelle Huppert interpreta a dos mujeres que representan caracteres prácticamente opuestos.

El porvenir

Título: El porvenir.

Título original: L’avenir.

Año: 2016.

Dirección y guion: Mia Hansen-Løve.

Dirección de fotografía: Denis Lenoir. Montaje: Marion Monnier.

Reparto: Isabelle Huppert, André Marcon, Roman Kolinka, Edith Scob, Sarah Le Picard, Solal Forte, Elise Lhomeau, Lionel Dray, Grégoire Montana, Lina Benzerti, Guy-Patrick Sainderichin, Yves Heck, Rachel Arditi.

País: Francia-Alemania.

Podéis visitar estas dos páginas web:

Golem

Films du Losange

En 2014, el nombre de la francesa Mia Hansen-Løve se abrió paso con fuerza en el panorama cinematográfico cuando dirigió Eden: Lost in music, una concienzuda y sugerente reconstrucción de la escena de la música electrónica gala en la década de los 90 que mostró su habilidad para las reconstrucciones de época y para mostrar con delicada sutileza los sentimientos y evolución de sus personajes. Buena parte de esas virtudes se hacen también patentes en El porvenir, película que se desarrolla en tiempos recientes (exactamente, durante el mandato de Nicolás Sarkozy) y en la que también reconstruye con plena credibilidad el espíritu de esos años y en la que nos hace partícipes del devenir y las vicisitudes de una abnegada profesora de filosofía (interpretada de modo sobresaliente por Isabelle Huppert) y de las personas que constituyen su mundo personal y profesional. El porvenir se inscribe en esa corriente del cine francés que, en los últimos años, ha logrado retratar con precisión y profundidad muchas realidades actuales de su país y de la que podemos mencionar títulos como La clase (2008) de Laurent Cantet, Un profeta (2009) y Dheepan (2015) de Jacques Audiard, La vida de Adèle (2013) de Abdellatif Kechiche o Sangre francesa (2015) de Patrick Asté.

Mia Hansen-Løve sabe imprimir su específico sello personal, en el que el dibujo entre líneas de los sentimientos y la introspección psicológica juegan un papel esencial.

Isabelle Huppert y sus impresionantes papeles en El Porvenir y Elle

 

El porvenir es una película que, sorprendentemente, evita escenas dramáticas evidentes (a las que el desarrollo de la trama podría dar juego obvio) para reforzar los elementos dramáticos de la historia y en la que los actores realizan un esfuerzo colosal de contención a la hora de mostrar sus sentimientos para que esos sentimientos estén a flor de piel a lo largo de todo el metraje. Aunque parezca paradójico, los recursos narrativos de la directora rinden plena eficacia a lo largo de la película, a lo que se suma su posición distanciada respecto a los personajes, la cual le permite situarse al lado del espectador para hacerle mostrar sin acidez las contradicciones, ambigüedades e imposturas de los personajes.

Película de interpretación abierta, unas veces parece una reivindicación de la esperanza y otras una recriminación contra las expectativas ilusorias que nos trazamos en un sistema con unas reglas inapelables. Sin embargo, ahí radica su principal virtud: en vez de transmitirnos un mensaje cerrado, logra saber trazar un mapa de incógnitas en el que el espectador deberá fijar su propia posición.

El porvenir, de Mia Hansen-Løve. Excelente interpretación de #IsabelleHuppert #cine @jmcruzbar Clic para tuitear

Nota (de 0 a 10): 8,5.

Lo que más me gustó: La interpretación de Isabelle Huppert. La claridad de ideas de la directora sobre su película

Lo que menos me gustó: En algunos momentos, no puede evitar ser un punto pedante.

 

Elle

Título: Elle.

Título original: Elle.

Año: 2016.

Dirección: Paul Verhoeven.

Guion: David Birke, adaptando una novela de Philippe Djian.

Dirección de fotografía: Stéphane Fontaine.

Montaje: Job ter Burg. Música original: Anne Dudley.

Reparto: Isabelle Huppert, Laurent Laffitte, Anne Consigny, Charles Berling, Virginie Efira, Judith Magre, Christian Berkel, Jonas Bloquet, Alice Isaaz, Vimala Pons, Raphaël Lenglet.

País: Francia-Alemania-Bélgica.

Página web oficial

El holandés Paul Verhoeven forma parte de ese tipo de directores destroyer que en cada una de sus películas rompe con todas las expectativas preconcebidas, ignora deliberadamente el concepto de lo “políticamente correcto” y convierte cada una de sus películas en un tour de force que pone a prueba la capacidad del espectador de asimilar un producto visual que se sale de cualquier tipo de esquema convencional.

Hoy, con la serie Juego de tronos brillando en el Olimpo de la televisión, puede parecer que Los señores del acero (1985) no tiene nada de especial pero, en su momento, supuso un fuerte aldabonazo por su inusitada crudeza. RoboCop (1987) y Desafío total (1990) rompía dos décadas de clásicos de la ciencia-ficción intelectualizados como 2001: Una odisea del espacio, Alien  o Blade Runner para, con el protagonismo de Arnold Schwarzanegger en el caso de la segunda película, forjar títulos donde lo físico y una acción trepidante aparecían en primer plano.

Quizás Instinto básico (1992) solo se recuerde por el famoso cruce de piernas de Sharon Stone pero el veneno que encierra su trama puede aún intoxicar nuestros sueños.

En Showgirls (1995) denunciaba el concepto de Las Vegas creando, para ello, la película más hortera y vulgar de la Historia del Cine, lo cual puede convertirla en una oculta obra maestra [Por cierto, esta era la teoría que expresaba uno de los personajes de Eden: Lost in music de Mia Hansen-Løve.] En Starship Troopers (1997) una película de acción naïf encerraba un brutal ataque contra el militarismo. Y en la espléndida El libro negro (2006) veíamos (¡ojo, spoiler!) cómo había  oficiales de la Alemania nazi que eran buenos y miembros de la Resistencia que eran unos perfectos canallas (fin del spoiler). Con Elle, da gusto ver que, a sus 78 años, el neerlandés aún tiene ganas de dar guerra y seguir dejándonos con la boca abierta y la mente temblando.

Paul Verhoeven, a sus 78 años, con ganas de dar guerra: #Elle. #cine @jmcruzbar Clic para tuitear

Isabelle Huppert y sus impresionantes papeles en El Porvenir y Elle

La primera escena de Elle es un gancho de derecha que ya nos deja grogui por un buen rato. Y, a partir de ahí, con la traumática experiencia que vive la protagonista, lo lógico sería que intentemos empatizar con ella. Sin embargo, Verhoeven va dibujando un personaje en principio repelente que nos deja al borde de la esquizofrenia moral porque nos gustaría ponernos de su lado pero su actitud nos lo impide. Pero, en un giro aún más audaz, vamos viendo que el círculo que la rodea es aún más impresentable por uno u otro motivo (hay de todo). Y casi que preferimos al personaje que interpreta Isabelle Huppert. Entonces, a partir de ese momento, el cine de Verhoeven se convierte en un escalpelo sin piedad que es tanto un diagnóstico de una sociedad que no le gusta como una apología abierta y descarada de la incorrección política y, en última instancia, como el reflejo de una visión pesimista y descarnada de la naturaleza humana que hace emparentar esta película con muchos films de Roman Polanski.

Impresionante tanto el director holandés en mantener un tono implacable en las dos horas de metraje como una Isabelle Huppert fría y distanciada que borda su papel, Elle ya es por méritos propios una de las grandes sorpresas de este 2016 y nos trae a un Paul Verhoeven que ha sabido reinventarse y lograr que salgamos de la sala de cine preguntándonos si, de verdad, podemos llegar a ser lo que acabamos de ver  y la pantalla no ha sido más que un espejo que nos ha devuelto nuestro propio reflejo.

#IsabelleHuppert en #Elle borda su papel. Verhoeven se reinventa. #cine @jmcruzbar Clic para tuitear

Nota (de 0 a 10): 8,5.

Lo que más me gustó: Sí, nuevamente la interpretación de Isabelle Huppert. La audacia de Paul Verhoeven. Rompe cualquier tópico o lugar común sin que le tiemble el pulso.

Lo que menos me gustó: Nunca está de más tener un poco de piedad con los personajes.

 

#Elle, por méritos propios una de las grandes sorpresas de esta 2016. @jmcruzbar Clic para tuitear

 

Tus estrenos de cine, una sección de José Manuel Cruz