Los últimos románticos, de Txani Rodríguez: Irune y los trenes

Irune, un personaje que agradecerás haber conocido. Los últimos románticos, de Txani Rodríguez, recomendación de Juan Infante.

Las cosas pasaron como pasan los trenes de mercancías: con un estruendo de velocidad anunciado desde lejos.

Así comienza Los últimos Románticos. Txani Rodriguez escribe muy bien; posee una prosa precisa, bien elaborada, capaz de introducirnos en los personajes para vivir sus experiencias como si estuviéramos inmersos en ellas.

Ésta es su cuarta novela tras un libro de relatos y varios cómics. Su presencia en los medios de comunicación como periodista y crítico literario y su actividad como docente de escritura creativa hacen de Txani una referencia de primer nivel en el mundo literario.

#Reseña de #Losúltimosrománticos, de la periodista, crítico y docente de escritura creativa Txani Rodríguez, una referencia de primer nivel en el mundo literario. @JuanInfante10. @Seix_Barral @Planetadelibros. Clic para tuitear

Irune es la protagonista principal de Los últimos Románticos: una mujer joven, en los cuarenta, trabajadora de una fábrica de papel, solitaria e hipocondríaca.

Ella nos cuenta los problemas de la fábrica del pueblo donde vive: industria fabril lejos de sus años prósperos que hoy aguanta cerrando empresas y jubilando obreros. También sabremos de su vecino conflictivo, que la acosa —y al que denunció por violencia doméstica— sin que los vecinos hagan nada. Y de sus enfermedades, que cree mortales y la empujan a vivir con la angustia de pensar que ya le queda poco tiempo de vida.

Es el relato de lo cotidiano, de sus preocupaciones cercanas, lo que provoca nuestros sentimientos más íntimos y más importantes. Al final, en la vida, esos son los problemas que pueden angustiarnos o conseguir que nos levantemos y abordemos con optimismo nuestro futuro.

Pero Irune no se hunde, mantiene sus valores, cree en la vida, en estar tranquila consigo misma y ello, al final, la lleva a que esos sueños, que nunca la abandonan, puedan salir adelante.

Precisamente, el final del conflicto en su fábrica es el comienzo de algo nuevo y esa nostalgia siempre presente se convierte en una oportunidad que vuelve a aparecer.

No es difícil adivinar que la trama transcurre en Llodio —municipio del que es natural Txani—, pero podría ser cualquier otra ciudad industrial. La atmósfera que se respira está muy lograda, va calando en el lector y lo acompaña en toda la novela.

«Es el relato de lo cotidiano, de sus preocupaciones cercanas, lo que provoca nuestros sentimientos más íntimos y más importantes». #Losúltimos románticos, de Txani Rodríguez, #reseña de @JuanInfante10. @Seix_Barral. Clic para tuitear

Por último, indicar que me parece un acierto ese personaje, empleado de Renfe, al que Irune llama frecuentemente para consultar horarios de trenes que nunca llega a contratar, pero que le permite soñar con unos viajes que no hará. Se va enamorando sin conocerlo, sólo de oír su voz y de apreciar su paciencia y su trato…

El de la Renfe es una de esas personas que todos quisiéramos tener al otro lado del teléfono.

Leer Los últimos Románticos ha sido un placer, merece la pena.