La resistencia nace en los lugares más inesperados. Tras los aplausos, el fausto y la pompa, los Premios Yago se revelan por sexto año consecutivo como la alternativa más canalla de los Goya.

Repletos de vitalidad y buen rollo, el certamen dirigido por Santi Alverú continúa su inquebrantable propósito de desenterrar a los que quedaron en la cuneta con cara de circunstancia, a los heridos, los olvidados y desheredados. Dispuestos a sanar entre gin-tonics a los sedientos, resaca con gusto tras el evento más desenfrenado y libertino del panorama actual.

Canallas, sí, pero con clase y sentido del humor. Capaces de superarse cada año en un espectáculo que poco tiene que envidiar a su reverso en el espejo. Una auténtica fiesta, joven y vibrante. Celebración de ese cine eclipsado por los taquillazos patrios, que reciben en los Premios Yago su justa victoria tras las batallas perdidas de antemano.

Los @premios_yago, la cara B del #CineEspañol, la alternativa más canalla de los @PremiosGoya. @santialveru hace posible que el cine eclipsado por los grandes taquillazos reciba su justa victoria. Nos informa @AlexisFalkas. Clic para tuitear

Materia oscura, oculta para muchos pero presente donde otros no llegan o no se atreven a destacar. Una deliciosa síntesis de justicia poética y bofetadas cariñosas con la mano abierta. Así lo demuestran las cuatro punzantes categorías que este año premiaron tanto a grandes arrinconados como a emergentes promesas.

Premios Yago: El menos comercial, el Impepinable, el no reconocido…

El Premio Yago al éxito menos comercial recayó este año en José Luis Garci por una de sus obras más personales y nostálgicas. El crack cero, precuela y cierre de la trilogía. Un homenaje al cine de autor que nos introduce de lleno en el Madrid  de los años 70. Una obra oscura y en ocasiones incómoda, perteneciente a esa opaca colección de joyas de serie B. Difíciles de asimilar y que tienden a revalorizarse a tiempo pasado, como todos aquellos clásicos denostados que definen el cine tal y como lo conocemos hoy en día. Al menos en lo que a buen cine se refiere.

Premios Yago: La cara B del cine español 2

Con esa simpática sorna que se transforma en cálido abrazo, los galardones Yago para el no nominado y el Yago Impepinable al nominado no ganador acogieron con los brazos abiertos a María Rodríguez Soto, por Los días que vendrán, y a Marta Nieto, ganadora del León de Oro del festival de Venecia y una de las favoritas en los Goya por su magnífica actuación en Madre. Reconocimiento que se le escapó de las manos cuando Belén Cuesta subió al escenario, y que los Premios Yago decidieron recompensar con gran juicio.

Como muestra de esa inquebrantable resistencia anteriormente citada, el reparto de Ventajas de viajar en tren izó su estandarte por todo lo alto con el Yago al mejor grupo de irreductibles. Y no es de extrañar, contando entre sus filas con auténticos pesos pesados como Luis Tosar, Pilar Castro, Ernesto Alterio, Quim Gutiérrez, Macarena García, Javier Godino, Ramón Barea o el monstruoso Javier Botet, cuya dilatada y poliédrica carrera, con todo el respeto al resto de bestias de la interpretación presentes en Ventajas de viajar en tren, merecería un monográfico al completo.

El reparto de @VDViajarEnTren, divertida #película de la que hemos hablado en esta revista, recibió el #Yago al mejor grupo de irreductibles. Enhorabuena, sois fantásticos. @premios_yago @santialveru @AlexisFalkas. Clic para tuitear

Por su parte, Elena Vázquez y Nieves Peñuelas, encargadas de comunicación de 20th Century Fox España, la cual fue disuelta tras ser fagotizada por la insaciable Disney, recibieron el Yago no reconocido. Destinado a aquellos profesionales que tienden a permanecer tras bambalinas sin visibilidad alguna. Por último y ni de lejos menos importante, consigna indisoluble del certamen, el premio Yago de honor de este año decidió homenajear a uno de los mayores exponentes del rock de los años 80. Los Madrileños Hombres G, por su influencia en la cultura y el cine con temas tan relevantes como Sufre Mamón. Toda una declaración de intenciones de la propia organización, con su ácido sentido del humor habitual, dirigida hacia su némesis, al que no se arruga en plantarle cara.

Pese a que se presenten como la antítesis de los Goya, los Premios Yago están destinados a labrarse un hueco en la industria por méritos propios gracias a su desbordante personalidad. Imposible de emular en formatos encorsetados. Si los goya son la ceremonia del cine, con su alfombra roja y el glamour de escaparate, los Yago se arrancan las vestiduras para exponer en plano holandés que ellos son la juerga del séptimo arte. Inclinados en perspectiva ascendente, resacosos, pero dispuestos a salirse de la pantalla para imprimir su nombre en los créditos finales.

Pese a que se presenten como la antítesis de los Goya, los Premios Yago están destinados a labrarse un hueco en la industria por méritos propios gracias a su desbordante personalidad. @premios_yago @santialveru @AlexisFalkas. Clic para tuitear

 

 

Un artículo de Alexis Falkas

 

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