Reseña: La paradoja del bibliotecario ciego, de Ballabriga y Zaplana

Reseña de La paradoja del bibliotecario ciego

Hoy, 27 de marzo se publica la novela de Ana Ballabriga y de David Zaplana, La paradoja del bibliotecario ciego, quinta de esta pareja. Con Ningún escocés verdadero, ganaron el Premio Indie de Amazon en 2016. Viven en Cartagena, ciudad en la que transcurre nuestra historia.

La paradoja del bibliotecario ciego es una novela repleta de violencia de todo tipo que nos hace reflexionar sobre la sociedad actual, los traumas que nos persiguen desde la infancia, la falta de amor y solidaridad y, en definitiva, la soledad que todos padecemos.

No podemos escondernos siempre, no podemos evitar los problemas. Hay un punto en el que hay que plantarse, decir basta.

Al ir avanzando en la lectura de la historia, me preguntaba si es posible tanta violencia en una misma familia; si es creíble, que tantas formas de causar dolor sean posibles a la vez en un grupo de gente reducido. Solo he encontrado una forma de respuesta. Yo creo que la educación es fundamental a la hora de formar a los niños, que lo que les transmitas de pequeños, de alguna manera influirá en su formación como persona. En La paradoja del bibliotecario ciego, la violencia, ya sea latente, pasada o futura, se palpa en el ambiente. Podríamos decir que, de alguna manera, esa violencia proviene del pasado de las dos ramas familiares y se prolonga a lo largo de las generaciones, hasta el presente e incluso hasta el futuro, cuando Camilo se imagina una nueva vida con Pura.

Por detallar un poco sin estropear la historia a nadie:

La violencia en todas sus representaciones

Encontramos violencia y mal trato a los ancianos, violencia en los colegios, violencia racial, violencia de género, violencia contra animales… y mucha tristeza. El maltrato de un marido hacia su mujer se nos muestra como algo totalmente gratuito y siempre supuestamente provocado por la víctima, incapaz de salir de este círculo vicioso: «procuraba evitar a su marido, pasar lo más desapercibida posible, porque en realidad le tenía miedo. No era un asunto baladí. Temía sus comentarios hirientes, su desprecio, su silencio, sus gritos, sus manos. Pero lo que más temía, lo que más le dolía de todo, era constatar que su matrimonio se estaba yendo a pique».

Quizás copiando este comportamiento, un joven pega con brutalidad a sus compañeros de estudios y acosan a una niña marroquí: «Llevo años aguantando los chicles pegados en la ropa y en el pelo, estoy harto de que me pongan la zancadilla, de que me llamen gordo cada vez que paso, de que me hagan el vacío».

En La paradoja del bibliotecario ciego, encontramos abusos sexuales dentro de una misma familia. Otro personaje descarga su rabia con un pobre animal («Lo único que sabía era que se sentía bien, que al descargar su rabia contra aquel animal indefenso se sentía vivo, desahogado»). A los ancianos se les maltrata, se les dice que son trastos que solo incomodan a todos. Y para completar la terrible realidad, Dani, un compañero de los primos, desaparece sin que a nadie le importe lo más mínimo.

¿Es verdaderamente así nuestra sociedad? Yo creo que los autores han intentado reflejar una realidad agrupándola en la historia de una familia aunque me gustaría creer que es difícil que haya tanta desgracia junta.

Los personajes son creíbles, podrían ser nuestros vecinos o primos. Su forma de hablar es la normal hoy en día, su vida es bastante habitual en cualquier lugar de España (como ya he dicho, ellos viven en Cartagena).

En cuanto al paisaje, solo se detallan la casa de Camilo, construida con gran derroche y que acaba siendo una cárcel para sus habitantes, y la casa y el barrio de la familia de Remedios.

Personajes

Podríamos decir que el centro de la historia son las familias de dos hermanos: Camilo y Remedios.

Camilo, un escritor de novela negra que ha alcanzado un gran éxito a pesar de que su calidad literaria es mediocre, vive en la opulencia. Su libro favorito es El nombre de la rosa, en la novela encontramos constantes referencias a este libro y una continua mención a Borges. Casado con Beatriz, mujer con éxito profesional, guapa y con gusto. Su hijo Rodrigo, típico joven ligón, es poco amigo de los estudios y cabecilla de la banda de «matones» del instituto.

La de Remedios es una vida fracasada, dedicada a todos menos a ella. Tiene que vivir en casa de su madre con su marido, Antonio, y sus hijos Sergio y Paula. Estos a pesar de las penurias económicas son buenos chicos dedicados a sus amigos y sus estudios.

Félix, padre de Antonio, que les dará buenos consejos de vida y Martirio, madre de Remedios y Camilo, mujer amargada que amarga también a todos los que la rodean.

La historia se desencadena cuando Camilo encuentra una llave escondida en una pistola heredada de su padre. Empezará a investigar la historia que hay detrás del trabajo policial de su padre y de un piso misterioso que hasta ahora fue secreto.

Reflexión

La conclusión que sacamos es que aunque los padres se esfuercen por proteger a sus hijos de las agresiones externas, es a menudo en el entorno familiar más cercano donde se dan todo este tipo de situaciones verdaderamente horribles. Por otra parte, es patente que no somos capaces de proteger a nuestros menores como debiéramos y que la sociedad es absolutamente incapaz de remediar la violencia imperante hoy en día.

Remedios pensó en Turia. Pensó en todos los medios que uno pone para protegerse del exterior y la inutilidad de la mayoría de ellos.

Finalmente, podemos intuir que solo el amor es capaz de hacernos felices y de destruir la cadena de maldad y desesperanza.

Reseña de Maya Velasco (Reseñadora en Cita en la glorieta y Salamandra Negra)

David de la Torre nos ha echado una mano con la portada

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