El mundo necesita al próximo Iron Man.

Peter Parker. Spider-Man: Lejos de casa

La adolescencia. Ese período de cambios y transformaciones donde aprendemos una gran verdad: el mundo adulto siempre nos decepcionará y, muy pronto, nosotros seremos una de sus decepciones. Más allá de estas líneas deudoras de cierto Holden, la nueva entrega de Spider-Man, entre explosión y explosión, teje su red alrededor de esta idea.

Un gran poder conlleva una gran responsabilidad. #SpiderManFarFromHome entre explosión y explosión teje su red alrededor de esta idea. #Crítica #cine #MarvelStudios #UCM @Carlos_Eguren. Clic para tuitear

A partir de aquí, advertimos: esta crítica de Spider-Man: Lejos de casa contiene SPOILERS.

Es decir, DESTRIPES

Crítica de Spider-Man: Lejos de casa

Spider-Man: Far from home (Lejos de casa) es la conclusión de la tercera fase del Universo Cinematográfico Marvel y sirve para recoger las consecuencias del último evento, esa película más grande que la vida misma que fue Endgame. Así que, ¿qué podemos esperar? Un final y, a la vez, un inicio de una nueva etapa donde Spider-Man, como mayor muestra de los actuales superhéroes de su mundo, debe aceptar quién es, cueste lo que cueste. Como decía tío Ben: «un gran poder conlleva una gran responsabilidad» y esa es la losa que pesa sobre Spider-Man.

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El director de la buenrrollera Spider-Man: Homecoming (Jon Watts) repite tras las cámaras y vuelve a jugar con la comedia, en este caso, la dedicada a los viajes juveniles (algo que resulta hasta cierto punto, fresco para un film de superhéroes). Dicha travesía escolar está salpicada de escenas de acción y con algún que otro delirio visual deudor de los cómics (las ilusiones de Mysterio, con ese Iron Man volviendo de la tumba sería el mejor ejemplo). Estos aspectos intentan sostener la moraleja del relato: no siempre puedes huir de tus responsabilidades. Ese es el principal mensaje del film. Al igual que aquel famoso número donde Spidey tiraba su traje a la papelera (homenaje que se repite en Spider-Man 2 de Sam Raimi), el Trepamuros no puede renegar de ser lo que es, por mucho que le quede grande; no puede dejar de ser Spider-Man y tampoco puede ser el próximo Iron Man. Y sí, en eso, la película vuelve a demostrar que tenemos mucha suerte de que Tom Holland sea Peter Parker, ya que es, seguramente, el actor más creíble y convincente que ha habido como Spider-Man: no tiene que sobreactuar como Andrew Garfield, no tiene que poner cara de no enterarse de nada como Tobey Maguire… y escenas como la conversación con Happy Hogan en el jet nos aseguran que estamos ante un actor que sabe encarnar las dos vertientes del héroe. Gracias a él, más allá del guion, nos creemos sus problemas adolescentes, que todo le salga mal con o sin la máscara… esto es lo que hacía grande al personaje en los cómics: Peter es nuestro reflejo y a Peter las cosas le van mal.

Spider-Man: Lejos de casa, asumiendo las responsabilidades 1

Y ya que mencionamos el trabajo actoral de Holland, deberíamos señalar que uno de los aciertos de esta nueva franquicia del arácnido es que los actores que hacen de adolescentes parecen todos adolescentes, con sus amores efímeros, sus enfrentamientos, su humor, sus preocupaciones… y este no es un tema baladí. Más allá de los chistes sobre ese lapso tras el chasquido de Thanos, podemos señalar la buena química entre Peter y MJ, una Zendaya que ha creado su propia versión del personaje, igual que nuestra Gwen de la línea Ultimate era una gótica alejada levemente de su versión clásica, por ejemplo. Otros secundarios como Jacob Batalon (Ned Leeds), Angourie Rice (Betty) o Tony Revolori (Flash) están realmente bien como secundarios cómicos, al igual que los profesores encarnados por Martin Starr y J. B. Smoove. Del mismo modo, existe esa idea de que funcionan bien en pantalla actores como Marisa Tomei, quien encarna a tía May, o el Happy Hogan de Jon Favreau, el director que lo empezó todo. Más relegados a un segundo plano y de menor importancia, podríamos señalar al Nick Furia de Samuel L. Jackson y la María Hill de Cobie Smuldes, que nos hace preguntarnos, además, con la segunda escena tras los créditos, si, en realidad, no se destroza su aporte a la función con ciertas revelaciones.

Spider-Man: Lejos de casa, asumiendo las responsabilidades 4

No obstante, el film también vuelve a ser redundante en algunos aspectos como que los villanos vuelvan a surgir en torno a Iron Man, una idea que ya se había quemado en la trilogía original del personaje de Tony Stark, y se ha vuelto a quemar en Homecoming y Lejos de casa. Uno de los aspectos positivos de la relación entre Stark y Peter es que nos evoca, ligeramente, a la de tío Ben y Peter y ayuda a sostener al personaje y crear una mitología viva donde el legado pasa de unos a otros. Sí, no queda mal recuperar a secundarios como el doctor de Iron Man 1, pero sí debemos aceptar algo más simple: que los villanos de Spider-Man no tienen que venir todos del Cabeza de Lata. Esperemos que, para la próxima entrega, se profundice más al nivel terrenal y a villanos que tengan algo contra Spider-Man sin que haga faltar a Iron Man.

Puede que después de todo esto, centrándonos en el villano de la función, la amenaza de Mysterio sea más bien ese temor que tienen los adolescentes a resultar engañados o decepcionados por los adultos. Jake Gyllenhaal hace un buen papel, tomando un rol en una franquicia donde él estuvo a punto de sustituir a Tobey Maguire en Spider-Man 2 y realiza un retrato convincente de este nuevo personaje cuyo giro argumental se ve venir si el espectador es lector asiduo a los cómics y conoce la realidad de este personaje. Podría haberse jugado más con una función metarreferencial (la lectura del guion, los efectos especiales… dentro del propio film, pero parece que no quedaba tiempo).

#SpiderManFarFromHome y el temor que tienen los adolescentes a resultar engañados o decepcionados por los adultos. @TomHolland1996 es #Spiderman: ha nacido para ser el trepamuros. #Crítica de @Carlos_Eguren. Clic para tuitear

Spider-Man: Lejos de casa, asumiendo las responsabilidades 2

La mayor queja de la película puede ser que las dos escenas tras los créditos aportan bastante a la cinta como para ser solo bonus extras: la primera recupera a un actor genial de la trilogía de Raimi y, además, plantea una nueva amenaza para nuestro arácnido amigo, pero la segunda nos explica por qué demonios Nick Furia no le dio por revisar bases de datos cuando le viene un tipo diciéndole que viene de otro universo y más cuando estaba vinculado a Iron Man. El gran problema es que argumentalmente la primera escena es demasiado rica, un final que supone un auténtico cliffhanger como el de los cómics, y se ha convertido en un mero enganche postcréditos.

Zendaya y Tom Holland.

Puede que lo que hayamos dicho sobre Mysterio, el hecho de ser un personaje que se mueve mediante una fórmula ya establecida, se pueda decir también sobre el guion de Chris McKenna y Erik Sommers, que solo sorprende en realidad en la ya citada escena final. Por suerte, Mysterio sí es bien explotado en la parte de efectos especiales, donde más allá de monstruos que nos recuerdan a los jefes finales de los videojuegos, existen varios recursos visuales en sus alucinaciones que nos sorprenden al llevarnos a pensar en las viñetas originales (esa Torre Eiffel, esa pecera que es una bola de nieve que sirve de prisión, etc.). Es ahí donde el film hubiese llegado más lejos si se hubiera decidido a jugar más con estos términos, como lo hizo el Dr. Strange o, por citar otro film del Trepamuros: Spider-Man: into the Spider-Verse (Un nuevo universo); film que, por cierto, ya auguró los problemas de Spidey con los drones.

Por otra parte, en piloto automático, salvando algunos temas interesantes, parece que también está Michael Giacchino, un compositor de bandas sonoras sobresaliente, pero que no destaca tanto aquí como en sus previos trabajos en Marvel Studios (aunque crea un leitmotiv interesante para Mysterio).

La última película de la tercera fase del UCM.

Para terminar de tejer la red,  Spider-Man: Lejos de casa es el equivalente a un capítulo de una serie que, sin avanzar excesivamente la trama principal del UMC, aporta algunos detalles para cimentar el estatus del protagonista y darle el mismo aliento que este necesita tras una película tan grandilocuente como Infinity War. El descanso que busca Peter Parker es el que encontramos en esta película, por mucho que se enfrente a crisis de identidad, a villanos elementales y a otras amenazas que, en realidad, juegan con algo tan común como la ruptura de cánones que supone la adolescencia: nada es real y todo es mentira, el mundo adulto no te entiende, ya no eres un crío, tienes que aceptar tus responsabilidades… Al final, en Lejos de casa (igual que en los tebeos), por mucho que Spidey intente huir de sus responsabilidades, estas acaban yendo a por él y es que, como Peter Parker aprendió desde su primera historia, un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

Nada es real y todo es mentira, el mundo adulto no te entiende, ya no eres un crío, tienes que aceptar tus responsabilidades. Este es el mensaje de #SpiderManFarFromHome. #Cine #Crítica de @Carlos_Eguren. Clic para tuitear

Spider-Man: Lejos de casa, asumiendo las responsabilidades 6

Spider-Man: Lejos de casa

Dirección: Jon Watts

Guion: Chris McKenna, Erik Sommers (Personajes: Steve Ditko, Stan Lee)

Música: Michael Giacchino

Fotografía: Matthew J. Lloyd

Reparto: Tom Holland, Jake Gyllenhaal, Zendaya, Jacob Batalon, Marisa Tomei,Samuel L. Jackson, J.B. Smoove, Jon Favreau, Cobie Smulders, Angourie Rice, Davina Sitaram, Martin Starr, Remy Hii, Tony Revolori.

Productora: Marvel Studios / Sony Pictures Entertainment (SPE) / Marvel Entertainment / Walt Disney Pictures / Columbia Pictures

 

Crítica de Carlos J. Eguren