Taxi, de Carlos Zanón, es un trayecto con un lenguaje propio, el de las personas y sus vidas, con sus circunstancias. Ellas serán los protagonistas. Ellas mismas y lo que creen o dejen de creer. Sus emociones o sueños. Su soledad o lo contrario. Sus mentiras y sus verdades ocultas. Habrá de todo en este largo trayecto.

En este caso nuestro protagonista, Sandino, el conductor de un taxi en el centro de Barcelona, está dispuesto a contárnoslo.

Pero antes de empezar, básicamente, Taxi es también un viaje por la mente del mismo Sandino, un hombre normal, algo solitario, que vive del día a la noche de una forma particular y con la fuerza que le transmite su ciudad.

Para el que no haya leído esta novela, el saber quién o cómo es Sandino y qué es Taxi se hace obvio.

Taxi de @czanon, @Salamandra_Ed, es un trayecto con lenguaje propio, un viaje literario a través de las vivencias de su personaje y una ciudad que se impone en todo momento. #Barcelona. Pero también es mucho más. @marisalyama1. Clic para tuitear

La cara y cruz de Sandino

Sandino escuchará muchas historias desde su asiento; con unas se quedará y otras las olvidará. Pero a todos los pasajeros los hará parte de su vida durante un tiempo. Aunque él es distinto a todos ellos.

Y con su grupo favorito, The Clash, de fondo en su radio, recorrerá la ciudad porque es un tipo que revive, en plenitud, los 80, época en la que más sonaba este grupo cañero. Él no puede vivir sin su música.

El cine y la lectura serán también algunos pilares en los que se apoyará el bueno de Sandino.

Sandino se refugia en su propio mundo dentro de su Toyota, como si fuera un niño agarrando su juguete favorito.

Sandino es una buena persona en el fondo. Un exuniversitario frustrado que no puede dejar atrás la luces de su vehículo, esas luces que siempre lo perseguirán.

Sandino es un hombre algo introvertido, melancólico, que da una calada a su cigarrillo, piensa, se sincera consigo mismo y mira el asiento de atrás por su espejo retrovisor…

Sandino se monta en su taxi, mete primera y pone rumbo entre lo desconocido y su propio mundo interior por las amplias avenidas de esa Ciudad Condal que conoce muy bien…

Sandino no es un taxista más que conduce a la gente a su destino. Será esa gente la que lo lleve a él.

Las tres dimensiones de Sandino

Una: Su relación con Lola, su mujer, se llena de dudas, aunque en el fondo le va el «seguir inténtandolo» y se mantiene en la cuerda floja durante toda la historia.

Dos: En Olimpo, su bar de copas favorito, se refugiará en muchos momentos y charlará con sus compañeros de oficio.

Y tres: La familia del propio Sandino queda reflejada en Taxi con cierta chispa de humor que ameniza la trama.

En la familia de Sandino nunca nadie ha creído en nadie.

Pero el lector, desde el minuto cero, sí que cree en él, en sus familiares y amigos, en su niñez, en el día a día…

Ese extraño, atractivo, infantil a veces, nocturno, mujeriego y… gatuno taxista.

¡Ese! es Sandino.

Sandino se sube a su taxi para, una vez más, ser engullido por la ciudad. No importa el rumbo.

Sandino es, también, un poeta de la realidad. De ese día a día que lo hace involucrarse y vivirlo a tope, quizás para rebelarse ante lo obvio.

Sandino quiere creer que la mayor parte de las cosas que le dicen u oye son mentiras. Quiere creerlo. Porque si son verdades, puede ser aterrador en su mente.

Sandino es un luchador, pero a su manera, en las pequeñas batallas que le toca vivir. Y también un superviviente, porque se busca sus propios recursos para sobrevivir.

Sandino va a guerras que sabe que perderá.

Sandino vive con amigos y enemigos.

Sandino es leal a su manera, algo pasota y un poco soñador. Vaga por muchos pequeños micromundos, entre ellos el de las mujeres, refugiándose al calor femenino sin llegar a ser un obseso.

Sandino es un tipo que hace lo que más le apetece sin más. Aunque es consciente de que muchas veces no será ganador.

«Eres el último de una saga de matahambres y poco más», dicen de él.

Sandino refleja a alguien que todos nos hemos podido sentir en algún momento de nuestra vida.

Sandino puede ser cualquier vecino o colega que nos rodee en nuestra vida. Cualquiera que pueda estar buscándose a si mismo, ¿por qué no?

Me pregunto después de leer esta novela: ¿cambiaría uno su propia vida por algo que verdaderamente le identifique a uno para siempre?

Taxi, de Carlos Zanón. Una novela que se vive como un viaje intenso y real 2

El negro y amarillo de Taxi

Taxi es un viaje por dentro y por fuera: la bella Barcelona.

Taxi es una novela con forma de agenda generosa, con sus seis noches y siete días, desde un martes a un domingo.

Taxi es el vínculo entre el mundo de Sandino y el de fuera, llamado algunas veces «destino», otras rutina.

Taxi es la forma de conocer una ciudad donde las luces de los locales nocturnos marcan la ruta underground. Pero sin olvidar la parte nueva turística y monumental que diversifica los distintos  mundos.

Este taxi no tiene ruta fija. Deambula al azar.

Taxi es una mirada costumbrista donde todo puede ocurrir.

¡Suena Frank Sinatra!

Taxi no es una novela negra más, aunque sin duda hay elementos de este género que imponen la intriga necesaria para que el lector se sienta enganchado.

Taxi es una narración intensa que el lector disfrutará, ya que se acerca a la auténtica realidad, llena de emoción y acción.

Taxi es prosa y poesía que puede conectar a varias generaciones simultáneamente, la de los 80 y sus hijos.

Taxi es una visión particular de nuestro presente.

En Taxi no se para, Taxi es un chorro de pensamientos.

Taxi es una colección de personajes y allá «cada loco con su tema».

Taxi es un aliento para esos que se puedan sentir perdedores.

Taxi puede ser un retrato del ser humano.

Taxi es como un pulso entre lo bueno y lo malo. Entre lo disfrazado y lo auténtico.

Taxi no se lee, se vive como un viaje intenso y real.

#Taxi es el vínculo entre el mundo de Sandino y el de fuera, llamado algunas veces «destino», otras rutina. Imprescindible @czanon. @Salamandra_Ed. #RecomiendoLeer. @marisalyama1 Clic para tuitear

Conclusión final: Déjate llevar por Taxi de Carlos Zanón y sube el volumen de The Clash.

¡Vale la pena!

Nunca «viajar en un taxi» fue tan especial.

 

El autor

Carlos Zanón (Barcelona, 1966) es poeta, guionista, crítico literario o articulista (El País, La Vanguardia…). Calificado en la novela negra como un exponente reconocido y prometedor de este género. Con muchos premios, su Yo fui Johnny Thunders obtuvo el Premio Hammet (2015), fue finalista en el Grand Prix de Littérature Policière (2016) y también logró el Premio Salamanca Negra (2014) y el Premio Novelpol a la mejor novela negra del año.

Su narrativa ha sido traducida a varios idiomas europeos y ha llegado a Estados Unidos.

Actualmente se encuentra trabajando en la resurrección del personaje-mito Pepe Carvalho de Vázquez Montalbán. Actualmente es comisario de Barcelona Negra tras tomar el relevo de Paco Camarasa.

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Reseña de Marisa Arias