Te veré esta noche es la tercera entrega de la serie protagonizada por el Inspector de policía de Pamplona, David Vázquez.

Contrariamente a lo que es mi costumbre, no he leído las dos anteriores, pero cuando se me ofreció la oportunidad de hacer la reseña de esta novela de Susana Rodríguez Lezaun, no lo dudé. Me apetecía mucho leer una historia ambientada en Pamplona, ciudad con la que he tenido en el pasado vínculos profesionales y sentimentales y pensé que, si me gustaba, ya tendría tiempo de meterme con las novelas anteriores y si no me gustaba… tampoco habría perdido mucho.

La mujer se llama Raquel Gimeno. Asegura que viajaba con su marido, su madre y dos gemelos de ocho años […] En un punto indeterminado del camino le venció el sueño y se quedó profundamente dormida. Cuando despertó estaba sola en el interior del vehículo, que había sido abandonado en mitad de esta finca, a unos cien metros de la autovía. Los teléfonos del marido y de la madre no dan señal.

Este es el resumen de lo sucedido que le hacen al Inspector Vázquez cuando se presenta en el lugar de los acontecimientos. Para entonces, nosotros ya conocemos los hechos porque los hemos vivido en directo. La novela comienza con la narración del viaje de esa familia que vuelve hacia Pamplona una tarde de domingo mientras les persigue una tormenta. Una familia que desaparece sin dejar rastro. Cuando Raquel despierta y se encuentra sola en el coche, lo primero que se me ocurre como lectora es que está soñando, pero no hay más que seguir leyendo un poco más para ver cómo el sueño de Raquel se convierte en la pesadilla de Raquel y la historia en un relato que atrapa al lector.

Los Lizalde son una familia normal. Íñigo es profesor de historia en un instituto. Raquel, profesora de baile y monitora de aerobic en un gimnasio. El padre de Raquel murió unos meses atrás y ahora, Leonor, su madre, se disponía a mudarse a casa de la hija. Ese viaje hacia Pamplona significaba la despedida de la casa y del pueblo en el que había vivido toda su vida.

¿Cómo ha podido desaparecer toda la familia mientras Raquel dormía? ¿Qué hace el coche en medio de un prado, rodeado de hierba empapada por la tormenta? ¿Por qué han dejado sola a Raquel? ¿Quién se los ha llevado?

Cuando el caso le llega a David Vázquez, acaba de reincorporarse al trabajo antes de lo que todos esperaban; siente que su vida se ha desmoronado y necesita volver a recomponerla. No quiero entrar en este asunto porque es una trama que se arrastra desde las dos novelas anteriores. En ellas, como en esta, la vida personal del inspector Vázquez tiene casi tanta importancia como el asunto que investiga en cada una, y si este último queda resuelto en cada entrega, la vida privada de Vázquez atraviesa toda la trilogía pasando de una novela a otra.

Cuando empieza Te veré esta noche, Irene Ochoa, la mujer con la que ha vivido durante seis meses, ha desaparecido. Cuando David se fue una mañana a trabajar no sabía que, a la vuelta, solo le esperaría la ausencia. «¿Te veré esta noche?, le preguntaba el viejo rockero a la joven que volvía a casa en el tren del Downtown. Irene escogió esa melodía para que les despertara cada mañana y la programó en la alarma de sus teléfonos móviles». Puede que Irene, o tal vez David, se despidiera aquella mañana con un «te veré esta noche», pero no fue cierto.

Mientras lucha por salir adelante y superar la desolación en que se ha sumido su vida, se enfrentará a uno de los casos más difíciles que podía imaginar. Luchará contra reloj para encontrar con vida a los desaparecidos, sobre todo a los niños, y temerá no poder conseguirlo; se encontrará con la mentira y la traición y volverá a comprobar una vez más que las cosas no siempre son lo que parecen. Irá descubriendo los secretos en el matrimonio de Iñigo y Raquel en el que, como en otros muchos, cada uno se ha ido aislando alrededor de su propio trabajo y aficiones y ha terminado por no compartir con el otro nada más que las propias frustraciones y los propios rencores.

Te veré esta noche es una novela perfectamente narrada que mantiene un ritmo en el que la tensión sube hasta un punto y después desciende lo suficiente para no abrumar al lector, para darle una tregua. El ritmo se mantiene entre los sobresaltos, la sangre, las mutilaciones, los asesinatos… La investigación se mezcla con las peripecias de David Vázquez y la ausencia de Irene a la que añora y espera. Tanto una trama como otra se alternan con naturalidad, llegando a veces a entremezclarse sin dar tregua al inspector.

Te veré esta noche de @SusanaRLezaun es una #novela perfectamente narrada que mantiene un ritmo en el que la tensión sube hasta un punto y después desciende lo suficiente para no abrumar al #lector. @megustaleer @RosaBerros. Clic para tuitear

Así, mientras seguimos a David y su equipo en su lucha por recuperar a los desaparecidos y recuperarlos con vida, seremos testigos privilegiados de las andanzas de Irene Ochoa. Sabremos de ella lo que ni siquiera el inspector sabe, y en pos de estas dos tramas, llegaremos al final de ambas y, si el transcurrir nos ha atrapado porque es muy bueno, el final lo corrobora e incluso lo supera y nos deja esperando que la trilogía se convierta en tetralogía para seguir sabiendo el devenir de unos personajes que ya no queremos perder de vista. Unos personajes que se nos han hecho familiares porque están tan bien retratados que llegamos a saber cómo van a reaccionar ante distintas situaciones

Una trilogía (?) en la que me he visto enganchada porque no tardaré mucho en leer Sin retorno y Deudas del frío, las dos entregas anteriores, porque, aunque con lo que se refiere a Irene Ochoa me he destripado parte de la trama a mí misma, eso no ha hecho sino que me entren más ganas aún de saber cómo llegó a estar donde yo la he encontrado; de qué manera llegó a estar como yo la he encontrado.

Necesito saber qué pasó antes y durante aquellos seis meses de convivencia. Aquellos mismos que obsesionan y torturan a David Vázquez en su recuerdo:

Dedicó largas horas a analizar segundo a segundo los seis meses de su vida que había compartido con ella. Visto así, desde una cama deshecha, envuelto en la penumbra y en un constante estado de semiembriaguez, le daba la sensación de que era demasiado drama para tan poco tiempo, pero no podía evitar sentirse profundamente herido y humillado. Seis meses. Toda una vida.

 

¿Es cierto que en la guerra todos pierden? En la lectura de Te veré esta noche el lector gana. #Reseña de la #novela de @SusanaRLezaun por @RosaBerros. @megustaleer. #Policiaca. Clic para tuitear

 

Reseña de Rosa Berros Canuria

Portada de la reseña: David de la Torre

 

Te veré esta noche, de Susana Rodríguez Lezaun

 

 

Te veré esta noche

Susana Rodríguez Lezaun

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