Thelma, de Joachim Trier: la angustia de los deseos que se hacen realidad

El pasado mes de marzo se estrenó en las salas de cine españolas la última película del director noruego Joachim TrierThelma. Elegida para la presentación de Noruega por la carrera de los Óscar en la categoría de lengua extranjera y habiéndose alzado con el Premio del Jurado a Mejor Guion en el último Festival de Sitges, la película es un coming of age, un género cinematográfico que se centra en el desarrollo psicológico y moral de la protagonista que transita desde la infancia a la edad adulta. El crecimiento personal y los cambios que se producen en la joven se sustentan en el diálogo y las respuestas emocionales, que se manifiestan a través de unos fenómenos sobrenaturales, que pueden llegar a ser aterradores. El conflicto de Thelma reside en la gran influencia que la familia tiene sobre ella, su estricta educación cristiana y las dificultades que ella tiene para aceptar sus propios deseos cuando va descubriendo las libertades de la vida en el campus, al que acaba de llegar para comenzar sus estudios de biología.

El director Joachim Trier no está interesado en convertir Thelma en una película de terror explícita, ni tampoco parece querer explicar los poderes de su personaje o construir una alegoría alrededor de ellos. El director noruego prefiere mostrarnos el mundo interno de Thelma, su tristeza, nostalgia y la turbación que experimenta al dejar a su familia atrás y adentrarse en el desconocido mundo de los adultos. Con un tono inteligente, medido, y su elegante estilo visual, lo sobrenatural supone un pretexto para contar una historia de mayor calado.

#Thelma de Joachim Trier no es una película de terror explícita. Con un tono inteligente, medido, y su elegante estilo visual, lo sobrenatural supone un pretexto para contar una historia de mayor calado. #Crítica: @OrdunaMaite Clic para tuitear

Las películas anteriores de Joachim Trier han mostrado una gran afinidad  por examinar las vidas lastimadas de jóvenes y adolescentes, marcadas por la pérdida, el aislamiento y la incomprensión mutua, territorio en el que parece encontrarse más cómodo en Thelma,  en un guion escrito con su colaborador habitual, Eskil Vogt.  

Su primera película, Reprise, de 2006, cuenta la historia de dos aspirantes a escritores y su volátil relación. Nos mostrará de forma cercana, realista y tierna una trama sobre  amistad y la locura unidas con el amor y la pasión por la literatura. Su película de 2011,  Oslo, el 31 de agosto, se estrenó en la sección Un Certain Regard en el Festival de Cine de Cannes 2011. La película está inspirada en la novela El fuego fatuo escrita por Drieu La Rochelle en los años treinta y que también fue llevada al cine por Louis Malle en 1963. Trier cambió la ubicación  de París a Oslo y, en la película, refleja esa difícil y etérea frontera que separa la vida de la muerte, las ganas de vivir y las ganas de escapar de la vida, las ganas de pasarlo bien o de, sencillamente, no pasarlo mal. Sin juicios ni veredictos, sin expiación ni remordimiento, es un viaje a ninguna parte.

Su tercera película Louder Than Bombs (El amor es más fuerte que las bombas, 2015) supuso su primera realización en inglés y está protagonizada por Jesse Eisenberg, Gabriel Byrne e Isabelle Huppert, aunque tuvo una acogida desigual. En ella el director noruego nos muestra un relato amargo, atormentado y doliente sobre una familia rota por la muerte de la madre. No solo habla de la pérdida y de cómo la afronta cada miembro de la familia individualmente, sino que también logra hacer una reflexión muy interesante acerca de la adolescencia y de las relaciones humanas.

En su cuarta película, Trier mantiene una seriedad convincente, particularmente en su consideración del conflicto entre la sexualidad y la represión, la culpa y el remordimiento cuando la protagonista se siente atraída sexualmente por su compañera de Universidad, la atractiva Anja, interpretada por Kaya Wilkins. Aunque Trier es mucho más ambiguo sobre las relaciones juveniles, que la fantástica película Let the Right One (Déjame entrar), de 2008, dirigida por el sueco Tomas Alfredson, la mezcla de sobriedad escandinava naturalista y la trama psicológica con elementos oscuros de cuento de hadas es igualmente elocuente.  En una secuencia maravillosamente hitchcockiana y emocionalmente muy tensa durante un espectáculo de danza, cuando Anja se insinúa sexualmente a Thelma, la culpa y la confusión hacen que esta se asuste y aparezcan imágenes siniestras de serpientes que invaden su subconsciente mientras reza para ser purificada de pensamientos impuros.

Thelma

El equipo guionista había estado explorando el fenómeno de la epilepsia psicógena que afecta a Thelma. Lo cierto es que constituye una enfermedad real, no la epilepsia neurológica, sino aquella desencadenada por razones psicológicas. Hablando con los médicos especialistas, llegaron a la conclusión de que debía haber un detonante más poderoso, así que añadieron la relación lésbica para poder profundizar en el objetivo principal del film que es la relación entre padre e hija.

Después del primer ataque de epilepsia que afecta a Thelma, la joven se somete a una serie de exámenes médicos para comprender lo que está pasando a su alrededor. La religión le ha fallado, su familia no le ofrece respuestas y no encuentra la forma de silenciar su miedo a los deseos que experimenta y que están fuera de su control. En cierto modo el verdadero terror  se encuentra en la reflexión que nos deja: no existe nada más pavoroso que los propios pensamientos y deseos, contra aquello que el mundo espera de nosotros.

Espectacular fotografía de Jakob Ihre en #Thelma. Una historia contada como un secreto, sin prisas en ofrecernos toda la información, pero con la seducción suficiente que nos encadena a la pantalla. #Crítica: @OrdunaMaite Clic para tuitear

La fotografía es francamente espectacular, gracias al trabajo de Jakob Ihre y  considerando que la película está llena de silencios, gran parte de las imágenes capturadas por Ihre ayudan a narrar la historia y llenar los espacios en blanco de aquello que no está explícitamente dicho. La historia de Thelma está contada como un secreto: reservado, sin prisas en ofrecernos toda la información, pero con la seducción suficiente que nos encadena a la pantalla.

Thelma

Mención especial merece la joven actriz que interpreta el papel de Thelma. El propio director dice de ella en una entrevista:

Lo más importante fue encontrar a Eili Harboe para este proyecto, porque sabíamos que necesitábamos una persona joven, y solo esperábamos encontrar a alguien como Ilie, y lo hicimos. Tenía veintidós años cuando filmamos la película y fue increíblemente valiente. Muy, muy creíble en su transmisión de emociones, tanto en los extremos físicos, como en la natural cotidianidad de la actuación y el diálogo. A pesar de no tener una gran experiencia, tiene un increíble espectro de registros interpretativos. Así que estoy ansioso por ver cómo se desarrolla su carrera, porque ella ya es una estrella en mi opinión.

La inspiración de los elementos sobrenaturales que aparecen en la película proceden de varios elementos. Tal y como reconoce Trier:

Me inspiré en los cómics japoneses y manga con los que crecí… pero también en los cuentos de hadas noruegos. Aunque en este caso tratamos de cambiar el tópico de que el personaje femenino se convirtiera en una víctima y lo transformamos en una historia de empoderamiento, donde en realidad estábamos involucrados en enraizar a una mujer que pudiera ser percibida más como una historia de brujas que de hadas. Pero, por supuesto, Estados Unidos ha sido el gran exponente de estas historias sobrenaturales, y creo que gran parte de lo que obtenemos, de este tipo de películas de héroes no siempre son demasiado interesantes desde un punto de vista psicológico. Así que también estaba tratando de hacer una película que ofreciera el tipo de espectáculo característico de este género, pero tal vez con algo más de profundidad y complejidad espiritual.

Thelma es una película muy atractiva en forma y contenido, consolidando la buena reputación como director de Joachim Trier, que ha conseguido mantener su criterio en el montaje final de sus películas y cuya trayectoria será muy interesante de seguir.  

#Thelma es una película muy atractiva en forma y contenido y consolida la buena reputación como director de Joachim Trier. #Estrenos #Cine #Crítica: @OrdunaMaite. Clic para tuitear

 

 

Maite Orduña