La realidad se resquebraja en Wanda/Visión

Luego de tres capítulos llenos de incógnitas, Wanda/Visión finalmente brindó respuestas a sus más urgentes preguntas. Y no solo lo hizo de una forma elegante, brillante y elocuente, sino que además terminó por vincular el mundo de la serie al universo cinematográfico de Marvel. Bienvenidos a los misterios de Westview, pero también al dolor de Wanda Maximoff. 

Capítulo cuatro. La realidad se resquebraja en Wanda/Visión

Hasta ahora, el argumento de Wanda/Visión había sido una rareza, en planteamiento y análisis, que puso a los fanáticos Marvelitas de cabeza al momento de debatir acerca del centro mismo de su argumento. ¿Westview era una burbuja temporal en la que se encontraba atrapada Wanda? ¿O se trataba de algo más elaborado? ¿La historia estaba emparentada con el ya icónico cómic House of M o era algo por completo distinto? A lo largo de tres capítulos sólo quedó claro que el espacio temporal y espacial en el que Wanda (Elizabeth Olsen) y su querido Visión (Paul Bettany) disfrutaban de una plácida vida de recién casados, respondía a reglas propias, además de construir un límite muy definido con el mundo real.

Finalmente, el capítulo cuatro de la serie despejó la mayoría de las dudas al respecto y además vínculó la serie directamente con el MCU, en una pirueta narrativa brillante que permitió al programa no sólo encajar dentro de una propuesta mayor, también responder a sus preguntas más complejas. El nuevo episodio de Wanda/Visión logró vincular lo que ocurre en Westview con el mundo exterior y, además, trazar una cronología clara. Si hasta la semana pasada había dudas sobre el momento temporal en cual se desarrollaban los hechos, el argumento elaboró una serie de ingeniosas versiones de metaficción que finalmente lograron que la serie dejara de ser una curiosidad visual y argumental.

De hecho, lo que comenzó con la expulsión de Mónica/Geraldine (Monica Rambeau) de Westview es el punto de partida para un acelerado recorrido en el mundo real, más allá del mundo de fantasía creado por Wanda, en lo que parece ser una reacción violenta a la muerte de Visión. La nueva perspectiva de la serie  — o en el mejor de los casos, la pausa a los audaces recursos narrativos que había utilizado hasta ahora —  permitieron no sólo explicar sus mayores secretos, sino también responder una de las grandes preguntas que la mayoría de los fanáticos se habían planteado durante los últimos dos años. ¿Qué ocurrió luego que el chasquido de Bruce Banner revirtiera el genocidio de Thanos? 

De hecho, el capítulo comienza con una mirada durísima sobre el preciso instante en que las víctimas del Titán Loco regresan a la vida. Una de ellas es Monica Rambeau, que reaparece en medio del caos luego del colosal suceso, sólo para descubrir que su madre murió durante los años de su desaparición. Es a través de Mónica que recorremos el mundo que dejó a su paso los esfuerzos de los Vengadores por luchar contra una tragedia monumental. El mundo al que el personaje regresa no es el mismo que abandonó y, de hecho, todo el capítulo está lleno de pequeños insinuaciones de los cambios invisibles que la circunstancia provocó. La serie toma la brillante decisión de seguir a Mónica, no sólo en los minutos posteriores sino en las semanas siguientes al llamado «blip», en una evidente necesidad de estructurar una nueva forma de comprender el mundo.

Para Mónica, a quien conocimos como la hija de María Rambeau en la película Capitana Marvel (2019-Anna Boden y Ryan Fleck), el regreso también implica asimilar la desaparición física de su madre, pero no el de su legado. SWORD, la hasta ahora misteriosa organización que antes o después pareció insinuarse en Wanda/Visión, ahora se muestra en toda su amplia complejidad. No se trata sólo de una oficina relacionada con toda una serie de eventos inquietantes, sino también una de las pocas que han quedado en pie luego de la sacudida total que provocó la muerte y posterior resurrección de la mayoría de sus miembros. 

Y es entonces, cuando el guion de la serie toma una decisión brillante que asombra por su envergadura: incluir directamente a Wanda/Visión dentro del MCU. De pronto, lo que parecía un universo temporal por completo aislado, encuentra su lugar y peso, además de responder poco a poco, todas las preguntas que habían convertido al show en una incógnita y, además, en un espacio insular dentro de las narraciones de la franquicia. Con el capítulo cuatro queda claro que el MCU comenzará a reconstruir el mundo en el mismo punto en que lo dejó Endgame y que, además, deberá lidiar con todo tipo de situaciones provocadas por un suceso monumental que hasta ahora no había sido explorado en todas sus implicaciones. Si bien Spider Man: Far from Home (2019) de Jon Watts mostró una breve mirada al mundo pos-Thanos, es Wanda/Visión la que permite explicar y profundizar en las consecuencias de algo de un peso desconocido, no sólo en la vida de los personajes, sino también, en los sucesos que le rodean. Y es entonces cuando la serie toma no sólo sentido, sino que también elucubra y analiza sus percepciones sobre la realidad escindida que Wanda ha creado y sus posibles consecuencias. 

Además, el capítulo muestra el espíritu del MCU en estado puro: las respuestas están allí, pero también, muchas otras preguntas. Se aclara finalmente que Visión está muerto y también la naturaleza física del fenómeno y cómo se percibe desde el exterior. Incluso se profundiza en la posibilidad de lo que ha ocurrido con Wanda luego de los sucesos narrados por Endgame, lo que permite seguir y profundizar la raíz misma del poder de Wanda y su pertinencia para la fase cuatro.

Por ahora, la frágil burbuja que rodea a Wanda comienza a resquebrajarse con lentitud. No sólo con la expulsión de Mónica/Geraldine, sino, además, con la evidencia cierta  — funesta y dolorosa —  que Visión, en toda su inocencia de criatura nacida desde el dolor de Wanda, sólo es parte de una fantasía artificiosa. De pronto, la ingeniosa mirada a la realidad de Wanda/Visión se convierte en algo más elaborado, extraño y siniestro. En especial, con un breve guiño a la realidad y a la muerte, encarnada en una visión — nunca más tramposo el término — que muestra lo que sea que se esconde detrás de Westview. Wanda sonríe, contiene las lágrimas, acaricia el rostro de Visión. «Podemos ir a donde quieras» dice él, en un susurro dulce. Ella le mira, le acaricia la mejilla. «No, no podemos. Debemos continuar aquí, este es nuestro hogar». Al otro lado del espectro, Geraldine sacude la cabeza, aturdida, aun llevando la ropa que la ilusión de Wanda le hizo llevar. «Es ella» murmura «Es Wanda la que hace todo». Por fin, las respuestas llegaron al momento más idóneo. Sólo para dejar una incógnita abierta. ¿Qué ocurrirá a continuación, una vez que Wanda sea incapaz de mantener el diálogo consigo misma por más tiempo? 

Sigue aquí todos los recaps de Wanda/Visión

Un artículo de Aglaia Berlutti
Montaje de portada: David de la Torre

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