Juan Ramón Biedma nos regala, de nuevo, una novela contemporánea, El club de los primogénitos (Editorial Almuzara), con la que ha obtenido el Galardón Letras del Mediterráneo 2025.
Un merecidísimo premio para un autor que mejora lo ya excelente con cada nueva creación.
Preludio a una reseña
—¿Cómo vas a escribir sobre El club de los primogénitos de Biedma? ¡Con la cantidad de intelectuales, escritores, filólogos, periodistas, etc., que lo harán! —el diablillo rojo sobre mi cabeza.
—Eres una de sus mejores fans, tienes todas sus novelas, sus cómics, antologías, ensayos, libros descatalogados… —el angelillo azul.
—Pero si eres una donnadie, has empezado cuatro carreras y no has terminado ninguna, no vas a dar el nivel —el diablillo rojo, otra vez.
—¿Y por qué no? —yo.
El club de los primogénitos de Juan Ramón Biedma

Sesenta y ocho personajes, cuarenta y seis escenarios diferentes
El club de los primogénitos es una asociación a la que acuden personas que han sufrido un secuestro a lo largo de sus vidas, con la finalidad de ayudarse mutuamente a superar las secuelas psicológicas y emocionales que produce una privación de libertad de este tipo. Los integrantes del club, para no perder el anonimato, se hacen llamar como escritores cuyos nombres comienzan por «B» —«Bazán (por Emilia Pardo Bazán)». Juan Ramón Biedma hace pasar por este club a dieciocho escritores.
En esta novela nos encontramos con sesenta y ocho personajes que se pasean por cuarenta y seis lugares diferentes a lo largo de la ciudad de Castellón, sus barrios y el extrarradio; en escenarios tan cotidianos como una pizzería, un restaurante chino, un estanco, una estación de autobuses o un tanatorio. Todo un ejercicio de planificación y creatividad.
Juan Ramón Biedma compone una mezcla de novela policiaca (sin ningún cadáver), fantástica, social, narrativa —él ya nos tiene acostumbrados a fusionar cuantos géneros crea oportuno para la creación de sus obras— a la que añade tintes esotéricos y cuya trama principal gira en torno a la investigación del secuestro de la hija de una de las integrantes del club por parte de su madre, hecho denunciado en la policía. La madre se dedica a curar los males de ojo. Y hasta aquí puedo contar sin destripar la historia.
Cuando la terminé de leer por primera vez sentí que era un espectáculo, una locura.
Cuando la acabé de leer la segunda, sentí que estaba ante una obra maestra.
Porque cuando te metes en El club de los primogénitos pasas directamente a otro mundo, sales de tu realidad y te introduces de lleno en la historia: de repente estás caminando con Beatriz, sirviendo mesas con Anunciada o en una habitación del Hotel de Valero Chacón.
Construir un universo imaginario a través de las letras es la magia de la literatura y Biedma es un auténtico prestidigitador.
El club de los Primogénitos. Construir un universo imaginario a través de las letras es la magia de la literatura y Juan Ramón Biedma es un verdadero prestidigitador. @pilarmgr @JRBiedma @AlmuzaraLibros. Compartir en XEl club de los primogénitos: Juan Ramón Biedma toca todos los palos
Pasan por las páginas de El club de los primogénitos la dureza de la pornografía infantil, la pederastia, el suicidio, la violencia machista y homofóbica, la extorsión, el timo, el maltrato, el secuestro… Personas que han vivido situaciones de exclusión social y problemas familiares, pero también aquellos que estaban en el momento y en el lugar equivocado en alguna etapa de sus vidas. Pero lejos de resultar inquietante, simpre hay algo que nos reconforta, como el impecable uso del lenguaje narrativo de Biedma y esos toques de humor que lo caracterizan.
El club de los primogénitos rezuma arte en todas sus dimensiones. Nos encontramos con cantantes tan dispares como Sinatra, Arcángel o La Tremendita; autores como Charles Dickens, Daphne du Maurier o Erich Hackl; series como Lazarus o It follows; películas como The Linguini Incident o El chico que se comió el universo o autobiografías del mismísimo Paco Taibo II. Palabras como mahia, chowafa, niqaab, abayá, laasha, y la cámara, esa cámara que se cuela entre las páginas de lo que podría ser el guion técnico de una película y nos regala planos y secuencias.
Biedma vuelve a profundizar en la complejidad del ser humano
Juan Ramón Biedma lleva a cabo en El club de los primogénitos un exquisito y exhaustivo trabajo estilístico, una esmerada elección de cada una de las palabras en las doscientas noventa y tres páginas que la componen. Algo digno de elogiar en estos tiempos en los que las novelas se multiplican como esporas y la mayoría de autores priman la historia en detrimento del lenguaje literario.
En esta novela se hace palpable la complejidad de los seres humanos. La sociedad tiende a discriminar a aquellos que no se ajustan a lo políticamente correcto, a las normas establecidas, a la ética o la moral al uso: estos son los «invisibles», personas a las que Juan Ramón Biedma hace visibles en El club de los primogénitos y en toda su obra literaria.
Gracias, Biedma (por Juan Ramón Biedma), por esta novela, por hacer una literatura comprometida con los diferentes y por enriquecer la narrativa española con tus letras.
Gracias, Biedma (por Juan Ramón Biedma), por El club de los primogénitos, por hacer una literatura comprometida con los diferentes y por enriquecer la narrativa española con tus letras. @pilarmgr @JRBiedma @AlmuzaraLibros. Compartir en X

Sin Comentarios