Hay series que pasan desapercibidas hasta que alguien como Teresa Suárez te las recomienda. Así descubrimos Bienvenidos a Utmark. La puedes ver en HBO.

Crítica: Bienvenidos a Utmark

La historia se inicia con la llegada de una nueva maestra a Utmark, un inhóspito rincón en el norte de Noruega, habitado por una población adulta con poco seso, algunos niños sorprendentemente maduros y unos cuantos animales que terminan siendo víctimas inocentes de las disputas que enfrentan a los habitantes del pueblo.

Y es que en Utmark, aunque todos creen conocer al de al lado, son muchos los que guardan secretos inconfesables tras las puertas de sus casas.

Si las relaciones entre autóctonos son tensas, a los foráneos no les va mucho mejor.

Pese a su reducido censo poblacional, Utmark tiene un pintoresco surtido de habitantes que hacen de ella una caja de bombones de esas en las que, como decía Forrest Gump, nunca sabes lo que te va a tocar.

#BienvenidosAUtmark, una comedia negra rural, absurda y maravillosa. @pitosporum #critica #SerieDeTV @HBO_ES. Clic para tuitear

Un pastor de ovejas, Finn, callado, sombrío y alcohólico.

Siri, su esposa (rubia, ojos azules, guapa y con una empresa propia de limpieza), quien, cansada de los silencios, nulas demostraciones de afecto y, sobre todo, su permanente ebriedad no reconocida ni tratada, abandona al ovejero.

Marin, hija de ambos, una adolescente de 12 años y el personaje más cuerdo de toda la localidad.

Bilzi, el amante de la mujer, un hombre violento que presume de ser un auténtico sami (también conocido como pueblo lapónsaami), es decir un indígena de Noruega, y que, como tal, pastorea un rebaño de renos y mantiene vivas las tradiciones de su pueblo mientras adopta, a conveniencia, costumbres de los colonos noruegos a los que desprecia.

Ellos son las cuatro patas del banco que es esta serie y alrededor de ellos orbitan el resto de personajes que, con su desconcertante comportamiento, hacen de Bienvenidos a Utmark una comedia negra rural, absurda y maravillosa.

Y es que en Utmark, tanto los delitos, que haberlos haylos, sin dejar de ser graves, como la ley, son muy de «andar por casa».

En la bucólica Utmark, donde la mayoría aprende a disparar casi cuando echa los dientes, hay extorsión, violencia de género, apuestas ilegales, contrabando de alcohol (vodka y ginebra rusos), agresiones físicas y trata de mujeres (albanesas) con fines de explotación sexual.

Bienvenidos a Utmark

En esos delitos, unos como agresores, contrabandistas o proxenetas y otros como consumidores de alcohol, juego y/o servicios sexuales, están implicados muchos de los habitantes de Utmark.

¿A quién tienen para defender la ley? A un jefe de policía mentiroso, pusilánime, y con síndrome de colon irritable, a quien los mafiosos locales, gracias a sus numerosas deudas de juego, producto de su ludopatía, tienen agarrado por los huevos.

En Utmark, comunidad normal donde las haya, puedes ser lesbiana, travestirte o practicar el sado, siempre y cuando, claro está, no se entere nadie, algo imposible de lograr en un lugar tan pequeño. @pitosporum #BienvenidosAUtmark. Clic para tuitear

Y es que en Utmark, lugar de una impresionante belleza, donde el paisaje es tan hermoso como hostil, la severidad de las condiciones climáticas no es nada comparada con la lucha de cada uno de sus habitantes por sobreponerse a sus circunstancias personales (muerte de un ser querido, rechazo de los padres, abandono de tu pareja, soledad, etc.) y encontrar su lugar en el mundo. Especialmente en lo que a la identidad y preferencias sexuales se refiere. 

Porque en Utmark, comunidad normal donde las haya, puedes ser lesbiana, travestirte o practicar el sado, siempre y cuando, claro está, no se entere nadie, algo imposible de lograr en un lugar tan pequeño donde, la falta de distracciones (solo hay un bar), convierten el cotilleo en el deporte local.

¡De relaciones viciadas y rencillas que no acaban, en Utmark saben un rato!

Utmark tiene un pintoresco surtido de habitantes que hacen de ella una caja de bombones de esas en la que, como decía Forrest Gump, nunca sabes lo que te va a tocar. #critica de #SerieDeTV #BienvenidosAUtmark por @pitosporum @HBO_ES. Clic para tuitear

El pueblo, un protagonista más de la historia, sus imprevisibles habitantes y las continuas vueltas de tuerca del guion, hacen que a Dagur Kári, director de Bienvenidos a Utmark, no le resulte difícil mantener la atención de un espectador que nunca sabe lo que se va a encontrar en el siguiente capítulo (ocho en total).

Una pastora de la iglesia poco dispuesta a poner en practica sus propios sermones, una tendera poseída por un demonio, un traficante de alcohol en silla de ruedas y que apenas puede hablar… Y la ciénaga local, esa a la que van a parar los buenos, normalmente rescatados antes de que se los trague, y los malos, que suelen correr peor suerte.

Bienvenidos a Utmark, a ratos políticamente incorrecta, es una estupenda sátira social.

Bienvenidos a Utmark es una maravillosa serie de HBO, aderezada con mucho humor negro (tanta mala baba puede herir alguna que otra sensibilidad), que no les conviene perderse.

Avisados quedan.

#BienvenidosAUtmark es una maravillosa serie de @HBO_ES, aderezada con mucho humor negro (tanta mala baba puede herir alguna que otra sensibilidad), que no les conviene perderse. #Crítica: @pitosporum. Clic para tuitear
Bienvenidos a Utmark: una comedia negra rural, absurda y maravillosa 1

Bienvenidos a Utmark

Dagur Kári

Reparto: Marie Blokhus, Alma Günther, Stig Henrik Hoff, Tobias Santelmann, Niklas Gundersen

Ficha técnica: Filmaffinity

Crítica de Teresa Suárez
Montaje de portada: David Verdejo

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