Elegía abierta, en forma de cantata Navideña de Javier del Prado Biezma forma parte de un corpus de poemarios suyos entre los que destacamos: Mirador del Berbés (1989); Elegía por la muerte de Julienne Danielle (2020); Libro de las negaciones (2021), y Grutas y grutescos (2023). Este autor toledano, catedrático de Literatura Francesa en la Universidad Complutense de Madrid entre 1976 y 2012, compagina su actividad de profesor con la teoría de la literatura y la crítica literaria. Dentro de ese campo ha escrito, entre otros libros: Para leer a Proust (1990); Historia de la Literatura Francesa (1994), o Poeta: entre profesor y crítico (2010). Como autor de novela seleccionamos El año de los tulipanes (2003), y como cuentista Fragmentos de un sueño (1993). También ha traducido mucha poesía gala: a Javier del Prado Biezma debemos poder leer en castellano, entre otros, a Stéphane Mallarmé, Arthur Rimbaud, Charles Baudelaire o Gerard de Nerval.

Para nuestra penúltima entrega de esta inolvidable IX edición de Poemarios para un verano sin crímenes, llega el turno a ese poemario breve que se cuela siempre en nuestras selecciones (para darnos un agradecido respiro tras algunos de extensión más dilatada). Es el turno, hoy, de Javier del Prado Biezma y de su Elegía abierta, en forma de cantata Navideña (1998 a 2024).

«Elegía abierta, en forma de cantata Navideña». Javier del Prado Biezma. Ediciones El Búho Búcaro (2024). Catorce sonetos centrados en destrucciones y catástrofes que han asolado y asolan al ser humano los últimos 26 años. Compartir en X

Estamos ante un libro tan doloroso de leer como valiente en su concepción. Centrado en destrucciones y catástrofes que han asolado y asolan al ser humano durante el final del siglo XX y en las décadas que van transcurriendo del XXI, los catorce sonetos que lo conforman (perfectos en métrica y rimas consonantes) vienen rematados todos por otro cuarteto entonado por un coro y convertido en leitmotiv de esta obra.

Estos versos, que ahora reproducimos, ofrecen, en la mayoría de las ocasiones, un doloroso contrapunto a la tragedia que cada soneto previamente ha desarrollado (creando, a veces, sensaciones de sarcástica inoportunidad.

Coro

¡Hosanna al Padre Dios, allá en la altura,

y al que quiso, en la tierra, ser El Hijo:

ofreciéndole al hombre su cobijo

de paciencia y de amor en desventura!

Georges Bataille escritor, antropólogo y pensador francés, dijo: «La poesía en su primer impulso, destruye los objetos que aprehende, los restituye mediante esa destrucción, a la inasible fluidez de la  existencia del poeta, y a ese precio espera encontrar la identidad del mundo y del hombre».

Javier del Prado Biezma muestra, a través de las estrofas que configuran sus sonetos —la composición poética más universal—, al verdadero rostro de la historia. Para él, la humanidad acaba siendo una suma de apocalipsis: en el suelo ha quedado la destrozada máscara del hombre como resultado (y ya no como inquietante símbolo pendiente de descifrar). Sacando fuerzas de flaqueza y con escuchable voz, el coro se dirige a Dios y a su Hijo.

Tres sonetos narran catástrofes naturales. El 1 describe el terremoto en Venezuela (1998) que enterró a 50.000 personas; esas madres buscando a sus hijos entre las sacudidas y las ruinas no están para prestar demasiada atención al coro. El 4 se ocupa de la peste que arrasó Afganistán en 2002; un galgo es mudo testigo de ese llano sin Navidad lleno de muerte: el amor y la paciencia se han visto arrastradas a la cloaca por el hambre. Y el 9 presenta otro violento temblor de tierra: el que tuvo lugar en Aquila (2009), la tierra de Francisco de Asís, destrozando hogares e iglesias y que resulta paradójico (por lo inapropiado) cobijo para el niño Dios.

9

De nuevo tiembla Dios por los alcores

sembrados de cipreses y azucenas,

donde santos descalzos, con melenas,

plantaban versos y rezaban flores.

Capillas que eran chozas de pastores,

dulces aliviaderos de las penas,

—azules cielos y colinas sienas—

son ahora delirio de estertores:

columnas y dinteles, como mazos,

aplastan cráneos, pechos, piernas, brazos,

mudando cada flor en un sollozo,

Como antaño, en Asís… ¡por qué no baja

el niño Dios, en luz, hasta su paja

y entierra mi bramido en este pozo!

Coro

¡Hosanna al Padre Dios, allá en la altura,

y al que quiso, en la tierra, ser El Hijo:

ofreciéndole al hombre su cobijo

de paciencia y de amor en desventura!

Hasta nueve sonetos recogen otras tantas destrucciones y desdichas debidas al ser humano. 2 combina los 1.200 muertos en la guerra de Chechenia (2009) con las elecciones amañadas en Moscú por el nuevo Zar; la llegada celestial del amor del Hijo de Dios se antoja irrelevante. 5 está centrado en el corralito de Argentina de 2002 y en cómo este país, antaño tierra de abundancia, tenía a niños pasando hambre mientras el nacido Hijo de Dios solo puede pedir paciencia. 6 recoge a las bombas en la guerra de Irak (2004) cayendo sobre Bagdad (la tierra de Abraham) desde ese mismo cielo en llamas del que, si ahora bajara, el Hijo lo haría sudando sangre. 7 muestra llegando en pateras a nuestros hermanos menos favorecidos durante 2007 y recibiendo la villanía del silencio y la de unas leyes distantes para favorecer su rechazo. 8 acusa de las guerras de Afganistán e Irak (2008-2024) a las naciones ricas embebidas en su bienestar y mirando a otro lado en un calculado silencio ante las masacres. 10 contabiliza los cinco millones de parados que España tuvo durante su última gran crisis económica (2008), su cojera en el alma y su dolor sin luz. 11 vuelve a estar centrado en hombres llegando en patera a las orillas de un paraíso que nadie les prometió: su desdicha queda simbolizada en aquel niño, Aylan, ahogado sobre la arena mientras la voz de Dios se oye en una caracola. 13 nos lleva a la guerra de Ucrania, a la brutal agresión de Rusia sembrando de muerte campo y ciudad; los alientos de amor que traen los villancicos resultan insuficientes para un pueblo que se deshace. Y por último, 14 muestra sorpresa ante cómo dos pueblos nacidos del seno de Yahvé y Alá (Israel y Palestina) desarrollen el indescriptible y feroz odio que les ha llevado a una guerra iniciada en 2024 y que no parece tener final; que el niño Dios naciese en un pueblo palestino, Belén, donde resulta imposible recrear la alegría de la Navidad, es el colofón a un poemario estremecedor.

5

Argentina, que un día fuera un río

de manjares, en plata culterana,

hoy se esconde en el antro en el que grana

la muerte de sus niños —vientre frío

y seco, boca yerma, ojo vacío

clamando en el silencio: cerbatana

que arroja rencorosa, aunque vana,

su blasfemia de amor contra el hastío

del que nace Jesús entre despojos:

brota del corralito, como un pino

con guirnaldas y gritos de colores:

¡Navidad, Navidad…! y nuestros ojos

asumen, esta Noche, el desatino,

en la magia de los televisores.

Coro

¡Hosanna al Padre Dios, allá en la altura,

y al que quiso, en la tierra, ser El Hijo:

ofreciéndole al hombre su cobijo

de paciencia y de amor en desventura!

14

Yahvé o Alá… Señor ¿cómo es  posible

que dos pueblos nacidos de tu seno

hayan criado en sí tanto veneno

que es su odio un infierno indescriptible?

Desde los altos del Golán, visibles

en mi Biblia, Jacob con desenfreno

fue llenando de llanto un campo lleno

de vida donde el ser, ya es imposible.

Luchar, matar, ¡qué amargo desatino,

cuando el Dios que cumplió la profecía

nació Niño de un pueblo palestino!

¿Cómo haré mi Belén con tanta muerte?

¿Cómo crear en ti mi alegría?

Yo, que mi infancia di, sólo por verte.

Coro

¡Hosanna al Padre Dios, allá en la altura,

y al que quiso, en la tierra, ser El Hijo:

ofreciéndole al hombre su cobijo

de paciencia y de amor en desventura!

Un soneto, el 3, comparte ambas calamidades: en 2000 Turquía fue bombardeada desde el cielo y poco después su tierra fue sacudida violentamente por sus cuatro costados.

No podemos dejar fuera de la reseña al soneto más autobiográfico. En 12, el poeta, asumiendo la inutilidad de su poesía frente a la brutal realidad de guerras y catástrofes, siente, sin embargo, cómo su humanidad renace en 2024 ante el nacimiento del niño Dios.

12

Señor, hoy vuelvo a ti para imprecarte;

no sé si con razón o sinrazones,

pues arrastro en mis versos corazones

por la guerra abrasados. No es el arte

el que me ha hecho volver hacia esta parte

antigua de mi ser, pues mis canciones

sobran cuando la guerra, a jirones,

despojos de la humanidad reparte

de un Occidente frío hasta un Oriente

que siempre fue, en magia y pensamiento

un centro ardiente de un sentir fecundo.

Pero mi humanidad, con fe latente,

se despierta al llegar el Nacimiento

del Niño Dios que salvaría el mundo

Coro

¡Hosanna al Padre Dios, allá en la altura,

y al que quiso, en la tierra, ser El Hijo:

ofreciéndole al hombre su cobijo

de paciencia y de amor en desventura!

Lawrence Ferlinghetti, poeta, traductor, periodista y editor estadounidense perteneciente a la generación beat dejó escrito: «Si quieres ser poeta, crea obras capaces de responder al desafío de tiempos apocalípticos, incluso si ello significa que suenes dantesco».

Elegía abierta, en forma de cantata Navideña, escrita por Javier del Prado Biezma con la rotunda sabiduría que dan edad y experiencia, sin desdeñar la humildad al percibir cómo quizá la poesía ya no sea la forma idónea para denunciar los abusos y destrozos del hombre contemporáneo hacia sus semejantes, insiste, en el soneto incluido en la contraportada, en hacerse oír:

La Navidad se fue por dónde vino…

pero la tierra sigue macerada:

Señor, oye mi voz, ante la Nada

que le ofrece a mi amor Tu desatino.

Porque, seguro, eso sí, de cómo la palabra es lo único —y lo último— que nos queda para ponernos en contacto con Dios, el poeta toledano termina este poemario imprescindible y de gran actualidad desde una terminante declaración de intenciones:

Seré la reja herida que Te labra,

para ver si das fruto, y no desmientes

los sueños que sembramos por Tu llaga.

Elegía abierta, en forma de cantata Navideña (1998 a 2024)

Javier del Prado Biezma

Ediciones El Búho Búcaro

Enlace a la página de El Búho Búcaro en Facebook

Email del editor: oskimak@msn.com

Reseña de Manu López Marañón

Todos los artículos de Revista MoonMagazine están sujetos a derechos de propiedad intelectual. Está prohibida su utilización (copias, duplicados y capturas) en cualquier medio sin el consentimiento expreso y por escrito de los autores y de la revista. Copyright MoonMagazine.info © Todos los derechos reservados.