El escritor Antonio Tocornal entrevista a Eduardo Hurtado y a Rubén Ortega, editores de Hurtado & Ortega, para que nos den las claves de lectura del argentino Pablo Katchadjian, un autor inclasificable.

#Entrevista: @AntonioTocornal conversa con @HyO_editores, los mejores conocedores de la obra de Pablo Katchadjian, que nos ayudarán a conocer las claves de este autor argentino cuyas obras publican por primera vez en España. Clic para tuitear

Pablo Katchadjian explicado por sus editores

Pablo Katchadjian empleó un año en escribir y corregir una novela que pudo haber tenido doscientas cincuenta páginas. La tituló Mucho trabajo (2011). Cuando la leyó, una vez acabada, optó por publicarla tras reducir la tipografía Arial hasta un cuerpo del tamaño 2.1, es decir, un tamaño aún más pequeño que el que utilizan para grabar la ley en las joyas de oro y plata: imposible de leer sin la ayuda de una lupa de gran aumento. Así la publicó, y no ocupó más que un cuadernillo de ocho páginas. Con su gesto, Katchadjian transforma su literatura en algo que la trasciende; desestimó el mensaje narrativo y se quedó con el continente, una metáfora o un objeto absurdo imposible de clasificar en un género literario y que estaría más cómodo moviéndose en el ambiente del arte contemporáneo. Se me ocurre por ejemplo verlo expuesto al lado de Merda d’artista de Piero Manzoni o incluso de la Fontaine de Marcel Duchamp, antes que verlo en una biblioteca.

En su obra El Martín Fierro ordenado alfabéticamente, (2007), Katchadjian reordena alfabéticamente los versos del poema de José Hernández, permitiendo que el azar cree nuevos vínculos entre los versos que, en la obra original de Hernández, estaban tal vez desvinculados al estar integrados en otros contextos y alejados entre sí.

Otro ejemplo es El Aleph engordado, (2009), en el que parte del cuento de Borges y va añadiendo textos hasta doblar su extensión. Esta obra adquirió una mayúscula repercusión mediática debido a que María Kodama no se tomó el trabajo de comprenderlo y denunció a Katchadjian por apropiación de la propiedad intelectual de su difunto marido. ¿Se lo habría tomado J. L. B. con más humor? Yo juraría que sí. Aquello generó un debate en Argentina y fuera que hizo que el autor y su obra se diesen a conocer a pesar de que la edición original era de tan solo doscientos ejemplares.

Se diría que para Katchadjian el proceso, y no el resultado, es la verdadera obra pero, conocedor del arte contemporáneo, sabe que la Fuente de Duchamp tiene ya más de cien años, y que ese camino ya está explorado. También sabe que los escritores herederos del Dadaísmo como Raymond Queneau, a través del grupo OuLiPo y los patafísicos ya exploraron en los años sesenta los límites de la obra literaria y todas las posibilidades lúdicas a que se prestaba. Podríamos decir que la obra de Pablo Katchadjian recoge influencias desde los cadáveres exquisitos de los dadaístas hasta la Cantata Laxatón de les Luthiers.

Qué hacer, (2010), Tres cuentos espirituales (2019), y Amado Señor (2020), son los tres títulos que hasta ahora ha publicado en España la editorial Hurtado & Ortega en un gesto de valentía sin precedentes en el mundo editorial en España, ya que se han comprometido a publicar toda la obra de Katchadjian en una colección llamada «Biblioteca K», antes incluso de verificar si con la publicación de los primeros títulos es una empresa viable. Esos tres títulos no son tan radicales como las obras experimentales citadas arriba, pero hay cosas que, como lectores potenciales, desearíamos saber.

Pablo Katchadjian explicado por sus editores

Las tres primeras obras de Katchadjian incluidas en la colección «Biblioteca K» de Hurtado y Ortega. Las cubiertas son de © Mari Fouz

Tras haber leído los tres títulos mencionados, no me convenció la idea reduccionista de reseñarlos de forma individual; se imponía presentar la obra de forma global. Pensé que una entrevista al autor tendría más interés, y no la descarto en el futuro, pero lo que me pareció más interesante fue hablar con los editores para que nos diesen las claves, o al menos unas pistas, para abordar la escritura de Pablo Katchadjian. Y eso es porque, ante un libro de Katchadjian, el desconcierto parece inevitable, ya que implica juegos entre el lector y la obra en los que hay que aceptar de antemano ciertas reglas de juego poco habituales propuestas por el autor. Acompañado, ciertamente, de mayor o menor fascinación, siempre da la impresión de que hay algo que se nos escapa; tal vez por nuestra propia culpa, por no tener los suficientes referentes que nos ayuden a situarlo.

@HyO_editores, en un gesto de valentía sin precedentes, se comprometen a publicar toda la obra de #Katchadjian antes de verificar si con la publicación de los primeros títulos es una empresa viable. #Entrevista: @AntonioTocornal. Clic para tuitear

Nos pusimos en contacto con Eduardo Hurtado y con Rubén Ortega, editores de Hurtado & Ortega. Probablemente son, en España, los mejores conocedores de la obra de este autor, y se han erigido en sus defensores. Por esa razón, son las personas idóneas para que nos ayuden a obtener algunas claves de lectura.

«Leer a Katchadjian es divertido, es placentero, te sorprende»

Pablo Katchadjian explicado por sus editores 1

Eduardo Hurtado y Rubén Ortega, editores de Hurtado & Ortega. Fotografía de © Raquel Calvo

—¿Cómo llegó a Hurtado & Ortega la obra de Pablo Katchadjian? ¿Se puede hablar de un enamoramiento fulgurante?

Si descontamos el proceso comercial, el propiamente editorial, nosotros funcionamos en gran medida como lectores convencionales y nos acercamos a la mayoría de libros y autores por curiosidad y/o recomendación. Ni las agencias nos ofrecen demasiados libros (realmente no se nos puede considerar un gran negocio), ni podemos permitirnos scouts o similares. Así que nos dedicamos a leer y curiosear como ya hacíamos antes de fundar la editorial. Como la mayoría de lectores españoles, supimos de Katchadjian por los ecos de las quejas kodámicas y ya sólo por eso surgió cierta empatía. No fue hasta pasados un par de años tras el nacimiento de la editorial que nos planteamos publicar sus libros. Suponemos que con el tiempo transcurrido no se puede hablar de enamoramiento fulgurante, pero sí que hay cierto amor argumentable, aunque suene menos apasionado, ya que su propuesta parece coincidir con varios de los pilares de la editorial: inquietud formal, voluntad literaria inquebrantable y paciencia.

La propuesta de Pablo Katchadjian parece coincidir con varios de los pilares de la editorial: inquietud formal, voluntad literaria inquebrantable y paciencia. #Entrevista a @HyO_editores por @AntonioTocornal. Clic para tuitear

—¿Por qué esa apuesta tan vehemente de comprometerse a publicar toda su obra? ¿Por qué estáis tan seguros? ¿Pensáis que en España se puede convertir en un escritor de culto como en Argentina?

Nosotros estamos convencidos de que lo que hace Katchadjian es interesante e intuimos que en España puede haber una comunidad de lectores, por pequeña que sea, que coincida con nuestra percepción. Lo que escribe Katchadjian, lo que imagina Katchadjian, lo que sugiere Katchadjian… no es moneda común. El otro día una lectora decía en algún lado que Katchadjian incluso le había cambiado la forma de soñar. Puede ser. Cuando uno se acerca a la obra Katchadjian –como suele suceder con los grandes autores– tiene la sensación de estar dialogando con una propuesta que engloba el discurso entero de sus libros,más allá de lo llamativo de algunos textos puntuales. Hay una intención de fondo que justifica la Biblioteca K como proyecto, la obra (casi) completa del autor. En cualquier caso, no pretendemos que se convierta en un autor de culto, pero sí que queremos llegar a los lectores más curiosos (los que un poco leen como nosotros, por así decirlo). Estamos convencidos de que les va a gustar. 

—Katchadjian es un espíritu libre que se permite escribir con osadía sin que el estilo o la temática parezcan ser herederos de unos precursores evidentes o reconocibles. Se diría que la espontaneidad, lo lúdico, el hecho de circular fuera de raíles, lo ayuda a encontrar caminos o posibilidades estéticas interesantes. A propósito del camino, leemos en Amado Señor: «Amado camino: Te sigo cuando trato de no seguirte; cuando trato de seguirte me pierdo; cuando me pierdo descubro de repente que estoy siguiéndote». ¿Cuáles son las claves de escritura de Pablo Katchadjian? ¿Qué le mueve?

A Katchadjian siempre le hemos oído decir que escribe sin plan preconcebido, tal vez parta de una idea o intuición más o menos elaborada, pero parece claro que en un primer momento simplemente se deja llevar. Lo lúdico, lo espontáneo, lo irreverente, lo poco convencional…, funcionan como medios necesarios para expresar otras ideas, otros contextos. Algunos tan otros que parecen nuevos, y eso, además de sorprendente, le suma interés. Hace poco una autora que vamos a publicar el año que viene, Yaiza Berrocal, nos escribió tras haber leído Amado Señor. Entre otras muchas cosas nos dijo que le había parecido que ahí había algo de Blanchot reloaded y ya que es posible que nunca hagamos la faja que merecería semejante titular, lo dejamos dicho aquí.

En Katchadjian lo lúdico, lo espontáneo, lo irreverente, lo poco convencional, funcionan como medios necesarios para expresar otras ideas, otros contextos. #Entrevista a @HyO_editores por @AntonioTocornal. Clic para tuitear

—¿Qué aporta la obra de Katchadjian a la literatura en español una vez superadas las vanguardias del siglo xx?

Un elemento de juego, y una literatura basada en la escritura, por redundante que suene. Y en la escritura no como tema —que a ratos también— sino como centro total de su obra. No tocamos su vinculación con la tradición argentina, porque lo leímos de entrada sin esa perspectiva. Del mismo modo, cierta idea que nos parece encontrar en la hasta ahora escasa recepción de sus obras en España, y que las vincula con una pulsión vanguardista, nos parece equivocada. La tradición a la que vincularíamos la obra de Pablo es mucho más antigua: el pilpuljasídico, algunos ejercicios renacentistas y sobre todo barrocos; una literatura poco atada a una forma realista de la trama, o donde la estructura es la trama, y que es cierto que tiene (como pulsión que es) representación en alguna vanguardia, pero no sólo. Y es esta una literatura que tiene hoy poco predicamento entre los escritores peninsulares (hay excepciones, algunas en nuestro catálogo, y una inmensa tradición) y lamentablemente entre los lectores, pero todo se andará.

—Katchadjian, se diría, hace lo que quiere. Él mismo busca no comprender todo lo que escribe y, por lo tanto, se puede deducir que no espera que el lector comprenda íntegramente sus textos. Eso me hace pensar en un diálogo entre la obra y el receptor que se basa en sensaciones más intuitivas que lógicas, y que se prestan a interpretaciones muy variopintas, como en el arte contemporáneo. En su obra está presente el humor y también la poesía, pero siempre envueltos de esa ambigüedad. ¿A qué tipo de público pretendéis llegar?

Nosotros lo vemos para un público lector muy amplio. Otra cosa es cuántos lectores podamos llegar a conseguir. Katchadjian no es un autor especialmente incómodo de leer, lo es más de identificar, de ubicar dentro de un nicho estilístico o temático, que, al final, es lo que permite vender más estos días. Al contrario, leerlo es divertido, es placentero, te sorprende y al mismo tiempo te despierta brillos familiares a canciones de infancia e historia sagrada, te obliga a jugar, aun cuando, como dices, uno no pueda saber en cada momento cuál es exactamente su intención.

—Habéis manifestado que vais a publicar toda la obra de Pablo Katchadjian. ¿Pensáis incluir en la colección las obras más radicales como Mucho trabajo o El Martín Fierro ordenado alfabéticamente, o la que ha sido objeto de una demanda judicial por parte de María Kodama, El Aleph engordado?

Nuestra intención sería ésa. No obstante, un autor tiene derecho a decidir qué es lo que él considera su obra completa, más allá de lo que haya escrito y, por supuesto, de lo que haya publicado. Pero sí, en algún momento publicaremos los títulos que el propio autor considera de género aún más dudoso.

Pablo Katchadjian

Pablo Katchadjian explicado por sus editores 2

Pablo Katchadjian

Pablo Katchadjian nació en Buenos Aires en 1977. Ha publicado las novelas En cualquier lado (2017), La libertad total (2013), Gracias (2011) y Qué hacer (2010); los  libros de relatos Tres cuentos espirituales (2019) y El caballo y el gaucho (2016); otros libros de género más dudoso como Amado Señor (2020) La cadena del desánimo (2012), Mucho trabajo (2011), El Aleph engordado (2009) y El Martín Fierro ordenado alfabéticamente (2007), y cuatro libros de poesía: el cam del alch (2005), dp canta el alma (2004) y, en colaboración con Marcelo Galindo y Santiago Pintabona, La Gioconda (2016) y los albañiles (2005). Algunos de estos libros han sido traducidos al francés, inglés, hebreo, armenio y portugués.

 

Una entrevista de Antonio Tocornal

Fotografía de portada de © Raquel Calvo

 

 

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