Txaro me ha pedido que preparara un post sobre las cuatro o cinco novelas, leídas en 2022, que más me habían gustado. Como tres de ellas pertenecen al mismo autor, he decidido reseñarlo a él, tarea nada fácil, no se crean.

Esta es la semblanza de Mario Marín que aparece en la web del Centro Andaluz de las Letras:

(Aroche, Huelva, 1971). Es Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla. Actualmente su desarrollo artístico lo desplaza de la literatura a la creación plástica en un ida y vuelta continuado y a veces paralelo. Artista por actitud. Devoto de la Virgen de la Ataraxia. Invencionista por credo. Activista performer. Miembro del Colectivo Pacopérez. Amante del oficio. First Fan del concepto páramo. Desarrolla proyectos.

Solo cinco líneas y, como le gusta escribir al señor Marín, lo de la ataraxia, lo de amante del oficio y, sobre todo, lo del concepto páramo, me trae loca.

Fuck la fama (eh), fuck la faena (ja).
La noche es larga (eh), la noche está buena (eh).
Un mambo violento y fin del problema.

¿Qué por qué me viene a la cabeza la Despechá de Rosalía en este momento? Pues ni idea, pero me viene.

Entro en el blog del Colectivo Pacopérez, formado por Manuel Hidalgo y Mario Marín, («De todas las buenas soluciones posibles, la menos adecuada siempre es la mejor. El Colectivo lo cree, lo dice y sabe lo que significa»), y leo que «sus acciones las realizan en suelos, paredes o transformadores». Lo de las perfomances. Lo de lo efímero. Lo del buenrollismo. Lo diferente. El arte de descontextualizar objetos. Descontextualizar el arte.

¿Concepto páramo, concepto páramo, concepto páramo? Juan Rulfo y su Pedro. Cumbres borrascosas. Soledad. Galería mexicana de arte contemporáneo. Niebla, bruma, viento, muerte. Lugar yermo, desabrigado, carente de actividad cultural.

En 2002 [continúa el Centro Andaluz de las Letras], publica Mis lástimas preferidas, un híbrido en cuanto a géneros. En 2015 publica su primera novela, El color de las pulgas. En 2017, Go, go, go, good morning, to school, un nopoemario apuntalado con microrrelatos. En 2018, Mañana es el día siguiente, su segunda novela. Y en 2021 Morir es un color, su último trabajo, una novela.

Empeño en que las disciplinas clásicas (pictóricas, plásticas y musicales), relacionadas con la vista, el tacto y el oído, vayan acompañadas de nuevas formas que impliquen también a gusto y olfato. Lo que escribe Mario Marín, se saborea, se huele («El agua hervía y arrastraba el café. El aire se llenaba de tueste»).

El arte como uno, grande y libre, disfrutado con los cinco sentidos.

Transformar espacios, descolocar al que observa, producir asombro y arrancar sonrisas.

Así las cosas, un día…

Los amigos de un barrio de Huelva que viven ciegos de porros y cerveza, que se ríen de sí mismos, cuando, accidentalmente, tienen que deshacerse de un cadáver.

La historia de ese grupo de colgados, amigos para siempre («Tú cuando me miras puedes ver, dentro de mí lo que ni yo puedo entender, yo te he conocido siempre»), el barrio en el que chapotean desde que los parieron, sus adicciones («Noches enteras hinchados de todo como palomos, con los ojos como escarpines y la cabeza en el cielo. Pum, pum, sin parar») y códigos éticos («En el Daro paramos mucho por la mañana […]. Es nuestro zampuzo y lo cuidamos. Si alguno se engancha con Tanquetadeasalto por lo que sea, se lleva dos hostias y tira para la calle. Si alguno larga mucho del trapicheo, se lleva una sola pero gorda»), sus amoríos y sus erráticos pensamientos que siempre, inexorablemente, terminan en risas («Andrés seguía riéndose y tuve que cogerle por el cuello y meterle la cabeza entre los peldaños de una escalera de aluminio que mi madrina tenía en la terraza. El me pegó dos pescozones y los dos nos reímos un rato»). Risas esquivas, desesperadas, nerviosas o incontroladas. Risas, muchas risas.

Aunque también narra un amor trágico («De sol, espina y deseo fueron tus manos en mí pelo y encontré nieve, huracán y abismo en el sitio de nuestro recreo»), El color de las pulgas, primera novela de Mario Marín, es un despiporre plagado de ingenuidad y ternura.

Lo de Mario Marín. El color de las pulgas, primera novela de @marioelectric, es un despiporre plagado de ingenuidad y ternura. Recomienda: Teresa Suárez @pitosporum. Clic para tuitear

Y vio Mario todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera.

Por eso, pasado un tiempo, se dijo: no es justo que esta novela esté sola.

Dos años después escribía Mañana es el día siguiente, «una crónica del mal en estado puro. Un hombre joven y ocioso, que practica el running por vicio y que atiende el huerto de un amigo, se empecina en una discusión con un vecino y transforma su vida, como quien cría palomas o colecciona sellos, en la de un sádico cruel».

En la reseña de Mañana es el día siguiente, que escribí para Solo Novela Negra (@solo_novela), intenté reflejar tanto el horror que esconde esta historia de tortura y crueldad, como el estupor que produce en el lector el hecho de que el señor Marín sea capaz de narrar algo así, de una manera tan poética.

Lo de Mario Marín. Mañana es el día siguiente, de @marioelectric. Una historia de tortura y crueldad narrada de una manera poética. #Reseña: Teresa Suárez @pitosporum. Clic para tuitear

Sin que, incomprensiblemente, estas dos novelas obtuvieran, en su momento, el reconocimiento que merecen, en 2021, con Morir es un color, la tercera, por fin el nombre de Mario Marín corrió como la pólvora por las redes sociales y, a partir de ahí, lo del reconocimiento, no sé si el oficial, pero si el de la comunidad lectora, fue coser y cantar.

Santi y Carmen, su ingreso en el Vázquez Diaz, la relación entre ambos, la enfermedad mental, y la otra, narradas con tanta sensibilidad, con tanta delicadeza, que, pese a la dureza de lo narrado, al final la huella que deja en ti la lectura de Morir es un color se resume en una sola palabra: belleza.

Lo de Mario Marín. Pese a la dureza de lo narrado, al final la huella que deja en ti la lectura de Morir es un color, de @marioelectric, se resume en una sola palabra: belleza. #Reseña: Teresa Suárez @pitosporum. Clic para tuitear

No importa cuándo escribiera sus tres novelas. Mario Marín ha sido, para mí, el gran descubrimiento de 2022.

Si leen a Mario Marín, también lo será para ustedes.

Mario Marín ha sido, para mí, el gran descubrimiento de 2022. Si leen a @marioelectric, también lo será para ustedes. Teresa Suárez @pitosporum. Clic para tuitear

Lo del descubrimiento me refiero.

Lo de Teresa Suárez

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