La verdad os hará libres.

Una de esas frases teóricamente incuestionables que, a nada que rasquemos en su superficie, se nos cae a pedazos.

La verdad jode, pero curte.

Otra perla del acervo histórico-cultural español. ¿Seguro que curte? ¡Ay, la sabiduría popular, qué osadamente ignorante puede ser! Y si no me creen, lean Maldita verdad, de Empar Fernández, publicada por la editorial Off Versátil.

Conocer la vida de su hijo adolescente debería ser algo lógico para una madre, ¿verdad? Sobre todo, porque los adolescentes suelen ser como extraterrestres, aislados, irritables y cansados de (casi) todo.

Pero saber lo que hace, con quién va y a quién ve se torna especialmente importante si al muchacho en cuestión le ocurre algo grave. Entonces, puede convertirse en una obsesión.

Que le pregunten a Olga Bernabé, la madre protagonista de Maldita verdad. Que, como no tiene dinero suficiente para pagar a un detective privado que rastree en la vida de Daniel, su hijo de diecisiete años, decide contratar a un joven estudiante de criminología que está a punto de terminar la carrera.

Que no es la solución ideal, pero que algo es.

¿Son ustedes seguidores de series como The Leftovers? Por lo del dolor, me refiero. O como Happy Valley. Series que no hacen aflorar las lágrimas, sino que las dejan congeladas en los conductos lagrimales para que se te claven en los ojos y te provoquen un escozor casi insoportable. Pero irresistible.

Dolor. Pena. Angustia. Remordimientos. Dudas. Zozobras…

Si quieres leer una historia sencilla y de evasión, no leas Maldita verdad.

Si quieres leer una gran historia, protagonizada por personajes de carne y hueso… no lo dudes. Lee Maldita verdad.

Si quieres leer una novela que deja huella y que te provoca preguntas, lee #Malditaverdad. Clic para tuitear

Si quieres leer algo entretenido y que te divierta, no leas Maldita verdad.

Si quieres leer una novela que deja huella y que te provoca preguntas, además de sacudirte a lo largo de muchas de sus páginas, lee Maldita verdad.

Porque la verdad es una. Pero llegar a conocerla es un proceso complejo y proceloso que puede herir. Y abrir heridas del pasado que, quizá, no estaban del todo cicatrizadas.

Maldita verdad es una novela ¿policíaca? ¿negra? ¿gris? muy introspectiva. Y apasionante. Porque la investigación del joven Raúl Forcano lo llevará hasta el límite. A él, y al objeto de su investigación. Y, de paso, a unos lectores que se sentirán muy concernidos por todo lo que irá descubriendo.

Una novela ¿policíaca? ¿negra? ¿gris? muy introspectiva. Y apasionante. @EmparFdez @Jesus_Lens Clic para tuitear

Una novela en la que todos los personajes, buenos, malos y regulares, tienen sus razones. Unas convencerán más que otras al lector. Un lector que, al final de la lectura, cuando se aproxima el desenlace, se descubrirá tomando partido. Inevitablemente.

Y será el momento en que te cuestiones todos los tópicos sobre la verdad, tan traídos y llevados.

@EmparFdez se ha convertido en un género en sí misma que no va a tardar en crear escuela. Clic para tuitear

Empar Fernández, con Maldita verdad, vuelve a superarse. Además, Empar se ha convertido en un género en sí misma que no va a tardar en crear escuela. Porque sus novelas son portadoras de unas dosis de lucidez y realismo tan sobresalientes que convierten su lectura en un imprescindible ejercicio de autoanálisis y descubrimiento.

Reseña de Jesús Lens, director de Granada Noir

 

Reseña de Maldita Verdad. Empar Fernández vuelve a superarse. Por Jesús Lens
Título: Maldita verdad
Autor: Empar Fernández
Editorial: Off Versátil
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 273
PVP: 18,00 €
Ebook: 5,99 €