Yo decido: «Soy lo que soy, y punto».
Cuando el espectador, aún aturdido, abandona La Sala K del Plot Point de Madrid, no tarda en preguntarse, y permítanme el pareado, qué es dudar sino belleza, qué es pensar sino huir, qué es delicadeza sino quien reza por no morir. Y bien es cierto que Renata no reza, y quién sabe si huye, pero sí boga por los meandros de la duda, el pensamiento y la belleza antes de encallar en los corales del deceso.
Renata es una profesora de universidad profundamente humana. Con el acecho obstinado de la muerte, incita a sus alumnos a desafiar las nociones de legitimación y estandarización que el sistema impone sobre los aspectos más radicales de la existencia. La protagonista de Yo decido, interpretada por una magistral Rosa García Gasco, viaja sin cortapisas por los mesenterios del capitalismo, la democracia, la libertad sexual y la violencia.
La protagonista de Yo decido, una magistral @rosaggv, viaja sin cortapisas por los mesenterios del capitalismo, la democracia, la libertad sexual y la violencia. @salaplotpoint Autor: Carlos de Matteis. #Reseña: @IvanBaena10. Compartir en XEl cristianismo como mito, la familia como institución al servicio del Estado o las hendiduras del canon son algunos de los axiomas que vertebran el relato. Un relato que constata que la belleza y la pobreza son dos caras de una misma moneda, que no hay democracia sin esclavitud y que la mujer, para algunos, es un instrumento mercantilista que aboga por una procreación ininterrumpida. Sentencias lapidarias que hacen de este soliloquio un encuentro único.
Su visión crítica de la realidad revela cómo el sistema teje estructuras que perpetúan los privilegios del poder. En un guion excelso de Carlos de Matteis, Renata, con sus actos y un discurso eminentemente feminista, se aproxima con delicadeza a la realidad, escanciando un torrente de incógnitas, muchas sin respuesta, acerca de la naturaleza humana y sus ligámenes con el entorno. Una lucha, en definitiva, que termina por transformar, a modo de colofón, a su protagonista, el entorno que la abraza y a los allí presentes en una cruzada final insólita. Una cruzada, como el propio director confiesa, inspirada en su experiencia personal.
Yo decido. Amor, sexo y muerte se erige como una llamada a la insurrección, a la libertad y al razonamiento del individuo a través del imperioso arte de la reflexión. @rosaggv @salaplotpoint #Reseña: @IvanBaena10. Compartir en XUn tren eléctrico y una pecera, la vida y la muerte, completan un escenario bidimensional, donde, en un juego melodioso de gafas y luces, se viaja de la universidad al hogar de Renata. En su monólogo, un océano de cavilaciones, la actriz vira con maestría del humor a la tragedia, de la rabia al desconsuelo, de la sedición al descanso. Cortejada por dos maniquíes y una actuación estremecedora, Rosa García Gasco logra agitar la conciencia del espectador en una función donde la introspección y la protesta encuentran también su eco fuera del teatro. Yo decido. Amor, sexo y muerte se erige como una llamada a la insurrección, a la libertad y al razonamiento del individuo a través del imperioso arte de la reflexión. Porque, a fin de cuentas, qué es dudar sino belleza, qué es pensar sino huir, qué es delicadeza sino quien reza por no morir.
Un artículo tan sugerente como el título de la obra, que sirve como un maravilloso anticipo o incluso, una extensión de la misma. De manera increíble, logra captar la esencia de una historia que nos confronta con nuestras propias creencias y sus consecuencias. Nos invita a querer conocer a Renata y a compartir con ella la necesaria reflexión sobre esos temas universales que, de una forma u otra, nos atraviesan a todos.»
Tu texto me ha atrapado desde el principio. La manera en que entrelazas el amor, el deseo y la muerte crea una atmósfera casi hipnótica. Me ha hecho reflexionar sobre cómo a veces vivimos como si fuéramos eternos, sin darnos cuenta de lo fugaz que puede ser todo. Es un relato que deja huella.
Da gusto leer tus artículos. Apetece ir a cada obra de la que escribes, tanto de humor como drama. El teatro es increíble, pero lo expresas de un modo tan poético que se te olvida que estás leyendo un artículo.
“Qué es dudar sino belleza, qué es pensar sino huir, qué es delicadeza sino quien reza por no morir.”
Gracias por ponerle palabras a aquello que a veces nos cuesta expresar y descubrirnos obras que invitan a la reflexión. Siempre es un gusto leer sus textos.