Cinco novelas españolas que solo podrían ser llevadas al cine por…

Cinco novelas españolas que según el criterio de Teresa Suárez deberían ser adaptadas al cine. Pero no por cualquiera, estas novelas españolas tampoco son del montón. Teresa ha elegido a cuatro directores y una directora:  idóneos, según ella, para tal labor.

Estas son sus razones.

Cinco novelas españolas en busca de quien las dirija

1. La noche sin memoria

El árbol de la vida no es lineal en el tiempo. Plantea la existencia humana como resultado de una elección entre la religión (con sus dogmas de fe que no buscan agradar sino poner a prueba porque escapan a toda comprensión humana) y la evolución natural (que supone admitir que estamos en el mundo por puro azar, que no trascenderemos, aceptar la insoportable levedad del ser).

El árbol de la vida

No es una película fácil, las de Terrence nunca lo son, pero bajo esa cascara rugosa siempre late una gran belleza.

El estilo narrativo de este director estadounidense, su lirismo y sutileza, se caracteriza por largos silencios, breves instantes y hermosas imágenes de efímera belleza.

La noche sin memoria, de Jordi Ledesma, ese hermoso poema sin rima, solo podía llevarla al cine Terrence Malick.

Antes he tenido que llegar a entender a mis fantasmas […] quienes desde su olvido y hace años me acompañan en todo momento, aunque yo no pueda verlos ni tocarlos […] Me hablan desde el sonido de sus respiraciones asfixiadas, suyo es el burbujeo agónico que escucho cuando quiero oír mi propia voz, un rumor que intenta salir a la superficie sin ser más que una mentira flotando muerta en el orilla como un despojo de plástico.

2.  Alacrán

Familia («recuerda a su madre entrando a hurtadillas en su cuarto para consolarlo cuando su padre se quedaba dormido. Le susurraba palabras al oído para ahuyentar al fantasma que dormía, borracho, en el cuarto de al lado»), conducir por carreteras interestatales y secundarias llamativos coches con nombres tan cinematográficos como evocadores («sube a su Ford y comprueba que su pistola y su cuchillo aún están el guantera») y recorrer los extensos y desolados paisajes del medio oeste y sur de Estados Unidos («debe bajar hasta Dening y luego seguir hacia el sur en una línea recta interminable a través del desierto de Chihuahua, el más grande de todo México»). Bares de carretera, solitarias gasolineras, moteles mugrientos… Universo Pizzolatto. Universo Alemany.

Woody Harrelson y Matthew McConaughey

Al escribir el guion de True Detective, Nick Pizzolato culminó su inmersión en lo negro: el color del vacío y la ausencia, el que representa el mal y la oscuridad, el del misterio, la violencia y la muerte. Para convertir la primera temporada de True Detective en una obra maestra contó con la inestimable ayuda de un director californiano a quien, en mi opinión, debemos la mejor adaptación cinematográfica de Jane Eyre, la novela homónima de Charlotte Brontë, protagonizada por Mia Wasikowska y Michael Fassbender.

Alacrán, de Salva Alemany, solo podía llevarla al cine Cary Fukunaga.

De pronto, tan súbitamente como llegó, la tormenta cesa y el bosque se queda en silencio, el silencio más sobrecogedor que Santos ha escuchado en su vida […] No se percibe sonido alguno […] Nada. Tan solo algunas gotas, que caen desde el alero del tejado y de los árboles como un eco lejano, anuncian el final de algo. El final de todo.

3. Soledad

Son muchos los espectadores que sienten rechazo hacia las historias que bucean en las profundas y turbias aguas de las relaciones familiares. El temor a vernos reflejados en lo que aparece en pantalla influye en que, pese al reconocimiento de la crítica, no suelan ser éxitos de taquilla.

No queremos sufrir. De ahí el rechazo hacia esas películas que desmontando mitos y falsas creencias muestran, de manera descarnada, cómo a veces las mayores atrocidades se producen en el seno de la familia, esa institución que se supone te ha de proporcionar protección y consuelo.

The Savages es una película durísima, brutalmente honesta, que te deja angustiada y con el corazón encogido. Tras verla nadie permanece indemne.

Phillip Seymour Hoffman, Laura Linney y Phillip Bosco

Soledad, de Carlos Bassas del Rey, solo podía dirigirla Tamara Jenkins.

Escuchas el reproche de tu marido: lo de la nena ha sido culpa tuya, si la hubieras vigilado más, si no la hubieras consentido tanto, si no le hubieras dejado hacer siempre lo que le venía en gana.

4. La red púrpura

Entre agosto de 1992 y mayo de 1999 más de doce personas fueron asesinadas en Australia. Los restos de ocho de las víctimas fueron encontrados en barriles en el interior de un antiguo edificio del banco en la ciudad de Snowtown. Tres días más tarde dos cuerpos fueron encontrados enterrados en un patio trasero en el norte de Salisbury, un suburbio al norte de Adelaida. Cuatro personas fueron detenidas y declaradas culpables por los crímenes. El cabecilla era John Justin Bunting considerado, hasta la fecha, el mayor asesino en serie en la historia de la isla.

Daniel Henshall y Lucas Pittaway en Snowtown

Snowtown, el escalofriante debut cinematográfico de este director australiano está basado en esa historia: «Niños interpretando a niños que, con una naturalidad pasmosa, acatan órdenes de mayores que abusan sistemáticamente de ellos. Adultos que saben y callan. Y luego está él, Daniel Henshall, con ese aspecto bonachón que esconde al asesino carismático y manipulador que se adueña de vidas y conciencias […] Humillaciones, golpes, torturas, crímenes».

La red púrpura, de Carmen Mola, solo podía dirigirla Justin Kurzel.

La noche ha caído hace mucho cuando Lucas regresa de la mano del hombre. Pero ya no parece Lucas. La ropa está ensangrentada y hecha jirones, los nudillos en carne viva. La mirada muerta […] Un hematoma en la sien derecha le da al rostro un aspecto deforme y aterrador […] El niño se está dando cabezazos contra la pared. La mujer intenta acercarse a él, confortarlo, conseguir al menos que deje de hacerse daño, pero el niño la aparta de una patada. Deja a la mujer tirada en el suelo.

5. La cordura del idiota

Hace poco escribí que Pedro se había pasado media vida intentando demostrar al mundo que, pese a haber nacido en un pequeño pueblo manchego se había transformado en todo un urbanita. Pero no en uno cualquiera, sino en el más loco, moderno e irreverente. Así lo reflejó en su cine.

Fotografía promocional realizada por Sony Pictures Classics: Carmen Maura, Penélope Cruz

Cuando se cansó de huir, de representar un papel que ya le hastiaba o simplemente enfermó de nostalgia, decidió Volver y el resultado fue la que, en mi opinión, es y será siempre su mejor película: «Con el regreso a la llanura manchega, el calor asfixiante y el frío seco, los días ventosos con el solano (viento solano, en invierno y en verano) soplando sin tregua y poniendo las cabezas locas, la siesta, tomar el fresco en la puerta de las casas cuando anochece, las vecinas cotillas, limpiar las lápidas en el cementerio la víspera de Todos los Santos, Almodóvar se abrió en canal y bordó Volver con hilos invisibles que hablaban de su infancia, sus miedos y anhelos, la deuda contraída con todas esas mujeres de su niñez que lo arroparon y, sobre todo, del amor incondicional, inmenso, por su madre».

Patria chica, familia, añoranza por lo perdido, surrealismo, comicidad y unas frases magistrales:

—¿Te has hecho daño?
—No. Si total, para lo que quiero el bazo…

—Mi madre ha muerto. De ser, serás su fantasma o su espíritu.
—Ay, lo que tú quieras, pero sácame de aquí.

La cordura del idiota, de Marto Pariente, solo podía dirigirla Pedro Almodóvar.

Intentaba encontrar un buen chaparro bajo el que estacionar el coche patrulla con la intención de despejar la cabeza tras el pleno municipal. Mi trabajo estaba en entredicho. Con la historia de la crisis y los recortes y no sé qué rollos del déficit, pusieron sobre la mesa la posibilidad de prescindir del cuerpo de Policía Local, es decir, mi cuerpo. Soy el único policía del pueblo.

Teresa Suárez

Nota de la editora:

Desde Revista MoonMagazine, nuestra más sincera enhorabuena a Marto Pariente por su reciente distinción con el Premio Novelpol 2020.

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