Con Julio a cuestas
Julio, el mes del César
Quinto mes del calendario romano (para nosotros el séptimo), recibió su nombre actual a la muerte de Cayo Julio César, en honor a la fecha de su nacimiento, el 13 de este mes en el año 100 a. C.
Quinto mes del calendario romano, recibió su nombre actual a la muerte de Cayo Julio César @rpyaque Share on XSu apasionante historia como líder militar y dictador ha sido recogida por numerosos historiadores (desde sus contemporáneos Suetonio o Plutarco, hasta el historiador británico Adrian Goldsworthy) y autores de ficción, como William Shakespeare, cuyo Julio César ha sido llevada al cine en nombradas ocasiones.
Cómo aprovechar nuestro mes de vacaciones
Julio es para muchos, el mes de sus esperadas vacaciones. Para otros en cambio, un mes más, eso sí, excesivamente caluroso y nada apetecible, sobre todo para aquellos que no les queda más remedio que trabajar en espacios abiertos o… cocinas sin aire acondicionado.
No es mi intención aconsejaros sobre cómo vestir, dónde viajar, etc., para ello, ya contamos con todos esos mensajes y recomendaciones que llenan nuestros mails a diario. Si deseamos afrontar este mes con «buen rollito y tranquilidad», no necesitamos grandes presupuestos, ni hace falta ir muy lejos. Puede resultar el momento idóneo para retomar actividades y aficiones que hemos dejado aparcadas durante los meses laborables.
Lo primero que debemos hacer: ponernos ya las chancletas.
Lo de las chancletas y sandalias tiene también mucha historia… Dicen los expertos que no son buenas para los pies, pero aunque vaya dándome golpetazos todo el día, no hay quien me las quite. Estas son chinas y llevan más de cuatro años conmigo. Merece la pena invertir: lo barato sale caro.
Es importante moverse, dar un paseo por la playa (si la tienes cerca), disfrutar de los parques naturales, salir al monte… Lo ideal es hacerlo a primera hora de la mañana o al atardecer, en prevención de esos golpes de calor que nos pueden dejar «tiesos».
¿Y qué me decís de las siestas? Son tan apetecibles en verano… Sobre todo cuando se dispone de la suave acción de un ventilador. No importa cómo o con quién (esto último, pensándolo bien, obviadlo). De todas formas, yo las evito, porque duermo fatal por la noche y me despierto de muy mal humor. Así que, aprovecho la hora de la siesta para escribir pequeñas notas, buscar información en las redes, etc. Todo con mucha calma y después de un buen café con hielo.
Estas tardes tan largas y luminosas son estupendas para aprender o iniciar una nueva actividad, que a muy seguro, nos relajará, a la vez que cambiamos de hábitos. Puedes adquirir un cuaderno de Acuarelas y hacer apuntes, teñir o pintar unas camisetas, restaurar un viejo mueble…
Si vives en el campo o pasas el verano en plena naturaleza, es posible que tengas un pequeño huerto o dispongas de macetas. Planta algo: no hay nada como observar cómo crecen los frutos de tu propia siembra.
Este año puse fresas y frambuesas, así como jardineras con tomates Cherry. Son como niños a los que proteges mientras llegan a edad adulta. Eso sube mucho la autoestima…
Disfruta de la naturaleza, las plantas y las flores animan la vista con sus colores brillantes y su aroma acabará impregnando los recuerdos de un verano diferente.
Estas son mis hortensias y geranios.
Al atardecer, daremos un paseo y tras refrescarnos, llega el momento de la sempiterna pregunta que no sabe de estaciones: ¿Qué hay para cenar?
Yo prefiero dejar algo ya preparado del mediodía, porque siempre da más pereza. Ensaladilla, ensaladas variadas, sandwiches, gazpacho, Vichyssoise, carpaccios, ceviches o las socorridas latas de sardinillas, mejillones o un rico bonito del norte en aceite de oliva.
Y por qué no, aprender a hacer algo nuevo con un buen libro de cocina, como este de la Editorial Susaeta.
Llegada la noche, nos quedamos en casa escuchando un poco de música a la luz de un par de velas, que relaja mucho y crea ambiente. Pero también podemos acudir a una de las muchas fiestas y conciertos que hay por los pueblos y ciudades en verano. Esas divertidas verbenas que nos traen recuerdos de la adolescencia…
Otra costumbre, social y sana, son las tertulias en las terrazas, o en el zaguán de la casa del pueblo. Personalmente, disfruto mucho en buena compañía. El reencuentro con buenos amigos hace que las cortas noches de verano se nos pasen volando.
Siempre me acuerdo de una frase de una amiga que lleva ya muchos años viviendo en el Mediterráneo, donde el calor es húmedo y pegajoso:
Hay que moverse despacio, hablar poco, y sobre todo: no enfadarse. Acalorarse en estos días es muy perjudicial para la salud.
¡Que os sea leve y llevadero este mes de Julio que comienza!
Ya que la cosa va de la Roma Imperial, permíteme que comience diciendo: "Saludos Rosa, los que van a comentar te saludan". 🙂
Empezaré diciendo que la tranquila cala en Lugo de tu foto me ha enamorado. Estoy convencido de que en ese bello paraje, con mi soledad escogida a cuestas y una de mis viejas y desfasadas agendas para tomar notas, sería la "mar" de feliz echando unas horitas escribiendo algunas de mis historias.
La película de Mankiewicz es hipnótica. A propósito, hace tiempo que no la revisiono. Creo que caerá en breve.
La expresión "chancleta" me trae tantos recuerdos. Llevo escuchándola en boca de mis mayores desde que tengo uso de razón.
De las siestas, ¡qué te voy a contar! Que me encantan. Y no sólo por el descanso mental y físico que traen aparejadas, sino porque, al menos en mi caso, me proveen de suculentas tramas que luego convierto en historias.
Lo de plantar lo tengo difícil. No tengo jardín, y vivo en un edificio gris y aséptico habitado por gente gris y aséptica. "Mimetismo" creo que lo llaman a este fenómeno.
Las fiestas, verbenas y conciertos al aire libre te los cambio por una peli en la intimidad de mi DVD. ¡Bendito DVD! Sin palomitas, ni risas a destiempo, ni ruidosos sorbos de refrescos mortalmente azucarados. O por un buen disco por los auriculares o un buen libro. O un mal libro, que también los hay. ¡Vaya si los hay! A patadas.
En fin Rosa, que me han gustado tus sugerencias a propósito de Julio. Y lo digo en serio. O en serie. Por ejemplo, "Yo, Claudio", que la tengo en DVD y es buenísima. Una de mis favoritas de todos los tiempos.
Un abrazo, artista. 😉
Se ve que si, el mes muy romano, así como el siguiente..
Lo de las verbenas, un ratito está bien, también las pelis por la noche y esa tranquilidad… plantar puedes , en cualquier macetita , unos chiles o algo pequeñito, tú prueba y ya me contarás.. un saludo y gracias Pedro!
Queda inaugurado el mes de Julio, espero que al menos os saque una sonrisa y os refresque un poco.
Esa tranquila cala y los ceviches…