Nueve relatos componen Crímenes que no olvidaré, la décima entrega de las aventuras de la inspectora Petra Delicado; nueve abigarradas historias de otros tantos asesinatos, crímenes y, también, algún equívoco. Escritas entre 1997 y 2014, ofrecen un reflejo diacrónico, no exento de sutileza, de la sociedad barcelonesa y, por extensión, de la española. Las motivaciones clásicas y los escenarios más sórdidos conviven con el avance de la técnica, encarnada en la instauración, aún extraña en estos relatos, de algo tan cotidiano como los teléfonos móviles.

Crímenes que no olvidaré. Petra Delicado en nueve variopintos casos

En Crímenes que no olvidaré el lector encontrará, en líneas generales, los siguientes títulos y argumentos:

«Muerte en el gimnasio» tiene su punto de partida en el asesinato de un portero de discoteca, encerrado en una sauna y cocido hasta la muerte.

El descubrimiento del cadáver, en este caso de cuatro cadáveres, jóvenes prostitutas, es el arranque de «La voz de la sangre».

«El caso del lituano» investiga la muerte de un europeo del este de sonoro nombre, que aparece con la cara desfigurada por un disparo a bocajarro.

A lo largo de las páginas de «Petra en Navidad» y de «Petra en agosto», el planteamiento cambia y va centrándose en la faceta humana de la inspectora Delicado, a quien apenas conoce el lector si no se ha acercado a las entregas previas de la saga. Asistimos a una larga Nochebuena de interrogatorios orientados a descubrir al asesino de un mafioso ucraniano en un hospital. En el relato «Petra en agosto» la inspectora y su compañero investigan el asesinato de la esposa de un policía, en un caso especialmente sensible donde todos los indicios parecen apuntar a su afectado marido.

«Princesa Umberta» se asoma a los entresijos de la vieja nobleza europea cuando una anciana dama dedicada a la beneficencia, de conducta a todas luces impecable, aparece asesinada en el salón de su majestuosa casa.

El cadáver de «Carnaval diabólico», un homosexual maduro, apuñalado durante el carnaval de Sitges, centra un caso donde los detalles más nimios cobran un potente simbolismo, a medida que la investigación y la trama avanzan.

«Parecido razonable» pertenece al grupo de relatos en los que la relación con el entorno familiar y la personalidad de Petra Delicado tienen más peso dramático que el caso criminal en cuestión. Durante las vacaciones con sus hijastros en un tranquilo hotelito costero, la inspectora se encontrará, de buenas a primeras, siguiéndole la pista a un supuesto mafioso ruso alojado bajo su mismo techo.

«Tiempos difíciles» presenta una problemática terrible: la muerte a golpes de una chica de quince años. La inspectora Delicado y Garzón se harán cargo de esta investigación bajo una presión mediática nada llevadera.

No pocos elementos comunes, entre ellos la reflexión sobre las pasiones humanas, recorren las nueve historias de Crímenes que no olvidaré. El amor es una constante, en tanto que motivación extraordinaria para llevar a cabo acciones impensables. Con la venganza camina de la mano en «Muerte en el gimnasio», «El caso del lituano» y «Petra en agosto». Tampoco está exento de venganza y amor el «Carnaval diabólico» o «Petra en Navidad». La propia inspectora padece sus efectos en «Parecido razonable», cuando por agradar a su esposo consiente en pasar una semana de vacaciones con los hijos de éste.

#Crímenes que no olvidaré. Nueve relatos de Petra Delicado. Se mata por amor y por venganza, pero también por dinero, poder o un exceso de idealismo. #DíaDeLasEscritoras #AliciaGiménezBartlett. @rosaggv @Planetadelibros. Clic para tuitear

Cobran relevancia otros instintos bajos, primitivos, capaces de empujar al ser humano a cometer toda clase de crímenes: junto a habituales como el dinero o el prestigio, descubrimos cómo el idealismo, entreverado de obsesión, conduce a la enajenación y al asesinato. Y junto a los temas principales, contemplamos no pocos subtemas que invitan a la reflexión y a la crítica de una sociedad contemporánea perfectamente reconocible: los malos tratos, el acoso sexual, la inmigración, la esclavitud laboral, el abuso de poder, la responsabilidad, la homofobia.

Pese a lo sórdido de la mayoría de los escenarios —una calle sucia tras los festejos, un hospital de barrio, la sauna de un gimnasio de barrio…—, tanto de los que lo son per se como de los que se vuelven sórdidos por acción del crimen, hallamos un fuerte contrapunto de humanidad en las escenas familiares de la protagonista. Los juegos de los niños, incluso su afán por intervenir en el trabajo de su madrastra jugando a detectives, contrapesan con dulzura lo amargo y extenuante de la tarea de Petra; lo cotidiano se vuelve entrañable cuando la descubrimos extenuada, dormida sobre la mesa de su despacho.

Aun cuando las motivaciones de los asesinos pueden ser retorcidas hasta el extremo, no lo son las muertes de la narrativa de Alicia Giménez Bartlett, que no abunda en detalles sangrientos. La inspectora Delicado, haciendo honor a su apellido, desaparece prudentemente cuando se mueven algunos cadáveres; así se lo aconseja su forense, que teme hacerle pasar un mal trago. En otros casos, la vemos tan profundamente afectada por la violencia que contempla, que sólo una copa de coñac puede devolverle su ánimo. Petra Delicado es perfectamente humana, como lo es Fermín Garzón. Su relación, aun partiendo de los cánones de la pareja policíaca, introduce algunas novedades. Con cierta audacia, podríamos comparar a Delicado y Garzón con don Quijote y Sancho, puesto que en ocasiones llegan a intercambiar sus cualidades y defectos. Petra y Fermín trabajan en un tándem tan equilibrado y perfecto que los diálogos que tan bien los dibujan, como si presenciásemos una obra de teatro las más de las veces, llegan a ser, por sentido y tono, casi idénticos. Lo mismo ocurre con sus métodos y procedimientos, amables en ocasiones, contundentes cuando es preciso.

Nueve historias criminales en las que conoceremos mejor a la pareja policiaca formada por Petra Delicado y Fermín Garzón, a quienes veremos crecer en humanidad y carnalidad. #AliciaGiménezBartlett #DíaDeLasEscritoras @rosaggv. Clic para tuitear

En medio de este despliegue, el dibujo de sus caracteres se va haciendo más preciso a medida que avanzamos en los relatos de Crímenes que no olvidaré. Leerlos en el orden dispuesto en la publicación, que responde a la cronología de su escritura, parece a todas luces la mejor forma de acercarse a Petra y a Fermín, a quienes vemos crecer en humanidad y carnalidad, con sus fortalezas y, sobre todo, sus debilidades.

 

Crímenes que no olvidaré, Alicia Giménez Bartlett: Petra Delicado en nueve variopintos casos 1

 

 

Crímenes que no olvidaré

Alicia Giménez Bartlett

Destino, 2015

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Reseña de Rosa García Gasco

Portada de la reseña: David de la Torre