José Luis Gil Soto, natural de Oliva de la Frontera, es Ingeniero Agrónomo y novelista. Empezó escribiendo guiones promocionales hasta que se cruzó con la figura histórica de Manuel Godoy, Príncipe de la Paz, personaje que inspiró su primera novela La traición del rey. Después vinieron La colina de las piedras blancas (finalista del Premio CajaGranada de Novela Histórica), La dama de Saigón y Madera de savia azul, publicada en 2019 por Ediciones B.

José Luis Gil Soto: La psicología de los personajes es más de la mitad de una novela

Entrevista a José Luis Gil Soto, autor de Madera de savia azul 1

Carolina Beltrán: —¿De dónde surgió la idea de escribir esta novela?

José Luis Gil Soto: —La idea surgió como surgen tantas cosas, de manera espontánea. Primero un germen que luego fue creciendo. No puedo asegurar en qué momento exacto se me ocurrió, pero sé que fue mientras ultimaba La dama de Saigón, y también tengo la certeza de que en un origen solo tenía el principio y el final de la historia; el resto, fue madurando poco a poco.

CB: —¿Cuánto tiempo llevabas con la idea de escribir esta historia? ¿Te costó mucho tiempo escribirla?

José Luis Gil Soto: —Empecé a darle vueltas hace cuatro o cinco años. Sin embargo, estaba acostumbrado a la novela histórica y no veía con claridad cómo afrontar el proceso de escritura de una historia que no lo era. Mi primer impulso fue enmarcar esta aventura en un contexto histórico, pero luego lo descarté por completo y me lancé a escribir mi primera novela de ficción. Estoy muy, muy satisfecho del resultado.

CB: —No sabría muy bien encuadrar esta novela dentro de ningún género, tiene tintes de novela histórica, de fantasía, de aventura… ¿Cómo la definirías tú?

José Luis Gil Soto: —Yo la definiría como una novela, sin más. Tendemos a clasificarlo todo hoy en día, cuando en realidad resulta difícil, casi imposible, clasificar buena parte del patrimonio literario de todos los tiempos. Otra cuestión es que queramos orientar al lector, en cuyo caso diría que se trata de una aventura épica, tal vez, y aun así no lograría definirla con precisión. Hay reseñas que hablan de un cuento, otras de una emotiva historia… y así podemos encontrar opiniones diversas debido a que no puede clasificarse.

CB: —Para situar argumentalmente la novela podríamos contar que empieza cuando una vieja aya se dispone a contarle a la princesa una historia muy especial ya que se trata de su propia historia. Decide contarla ahora porque cree que no le queda mucho tiempo. A partir de ahí, ¿qué se va a encontrar el lector?

José Luis Gil Soto: —Se va a encontrar una bonita y emotiva historia dividida en dos tiempos. El primero es esa narración de la aya a la joven, que es como un cuento. El segundo, la propia historia narrada con mayor detalle, puesto que aunque se supone que la cuenta la aya a la princesa, en realidad participa un narrador omnisciente que también la cuenta al lector. Y así, con la participación de ambos, el lector conoce la historia de un niño que se pierde de su padre y es partícipe de la vida extraordinaria que les toca vivir a ambos separadamente mientras desea que lleguen a juntarse en algún momento. ¿Lo conseguirán? ¿Qué relación tienen ambos con la princesa que escucha la historia? ¿Quién es, en realidad, la princesa?

Entrevista a José Luis Gil Soto, autor de Madera de savia azul 2

CB: —En Madera de savia azul los personajes femeninos son muy potentes, personajes muy bien perfilados, con muchos matices ¿te ha costado mucho ponerte en la piel de una mujer para escribirla?

José Luis Gil Soto:— En realidad, no, salvo en situaciones muy concretas. Perfilar psicológicamente a un personaje requiere una doble labor de observación y de descripción, y cuando se escribe una historia como esta tienes que concentrarte en los personajes e imaginarte que existen realmente y que tú los conoces y, finalmente, escribir sobre ellos como lo harías con tus familiares o amigos. A pesar de todo, es cierto que hay situaciones que requieren una dedicación especial, bien por la peculiar forma de ser de un personaje o porque vive una situación que uno mismo no ha vivido nunca. En ese caso hay que escuchar con detenimiento los testimonios de quienes han experimentado algo así, por ejemplo una violación o una pérdida irreparable. La psicología de los personajes es más de la mitad de una novela, a mi juicio.

La calidez, la textura, los olores y los colores de la madera me atraen desde siempre, por eso tuve claro que mi personaje sería un carpintero #Entrevista: @jlgilsoto, autor de #MaderaDeSaviaAzul. @megustaleer @Librosxdoquier. Clic para tuitear

CB: —Pero el protagonista principal es un hombre, Bertrand de Lis, un carpintero concretamente ¿por qué la elección de este oficio que está muy presente a lo largo de toda la novela?

José Luis Gil Soto: —Porque me gusta la madera. Podía haber sido un herrero, un curtidor, un sastre o un talabartero, pero la calidez, la textura, los olores y los colores de la madera me atraen desde siempre, y por eso tuve claro desde el principio que mi personaje sería un carpintero. Pero no un carpintero cualquiera, sino un carpintero que evolucionase hacia un constructor en madera.

CB: —Una cosa que destacaría de la novela es que está narrada desde el punto de vista de un niño, ¿cómo se te ocurrió utilizar este registro?

José Luis Gil Soto: —Uno es lo que ha vivido, visto, leído… Yo he pasado mi infancia en el mundo rural, en contacto con el campo, mezclado muy estrechamente con la naturaleza. Luego me introduje en las lecturas de adulto gracias a Miguel Delibes, quizás porque me identificaba con sus narraciones rurales. Igual me sucedió con Tolstoi y con toda la literatura realista y naturalista del siglo XIX. Tal vez por eso en Madera de savia azul el niño va creciendo en contacto con la naturaleza, porque en ese niño hay un José Luis, pero también un Daniel «el Mochuelo». Sin embargo, Erik, mi personaje, se ve envuelto muy pronto por un mundo de adultos, y he querido mostrar al niño que juega con las cosas más elementales pero que se hace mayor prematuramente.

CB: —La ambientación de la novela es espectacular, las tierras de Ariok son el escenario principal de la novela ¿en qué te inspiraste para crear este lugar?

José Luis Gil Soto:— Son retazos de muchos lugares. Ariok tiene de todo: ciudades fortificadas, desierto, bosque impenetrable, montañas nevadas, pequeños poblados, lagos maravillosos, fértiles tierras de cultivo… Paisajes, en definitiva, vistos separadamente y traídos a la novela para recrear un único espacio que es este reino imaginario.

CB:—Imagino que el proceso de documentación de la novela habrá sido arduo, ¿cómo realizas este proceso? ¿Te gusta más el proceso de documentación o de escritura?

José Luis Gil Soto: — El proceso de documentación siempre es fascinante pero muy tedioso, especialmente para escribir una novela histórica. Sin embargo, para una novela de ficción como es esta solo tienes que documentarte para aspectos muy concretos. En este caso, la principal vía de documentación ha sido la recreación del oficio de carpintero a finales de la Edad Media, para lo cual acabé dando, después de mucho tirar del hilo, con un tratado de construcción en madera escrito por un carpintero sevillano, Diego López de Arenas, al principio del siglo XVI. Este carpintero quiso recoger la tradición medieval por temor a que se perdiese, y en su tratado aporta las claves geométricas para la construcción de techos y cubiertas.

#Delibes me empujó a la literatura, Julio Verne me hizo vibrar, Ken Follet me admiró con la redondez de sus finales, #GarcíaMárquez con la magia de las palabras, @jlgilsoto #entrevista de @Librosxdoquier. Clic para tuitear

CB: —La historia de Madera de savia azul esconde una lección interesante que sería qué estamos dispuestos a hacer, a sacrificar, para conseguir algo que ayude a todos, podríamos decir que para conseguir un bien común a todos. Hay algunos personajes que se enfrentan a una tesitura complicada ¿cómo crees que hubieras reaccionado tú?

José Luis Gil Soto: —No todas las personas reaccionan de igual modo ante el mismo estímulo. Y más aún, la misma persona no reacciona igual ante el mismo estímulo en dos situaciones diferentes o en dos momentos distintos de su propia vida. Por eso es muy difícil, casi imposible, asegurar qué haríamos en un caso concreto sin vivirlo. Yo estoy convencido de que actuaría en beneficio del bien común en una situación determinada y luego, sometido a las presiones derivadas de esa situación puedo comportarme de manera distinta. Por eso no deberíamos juzgar a las personas tan ligeramente, porque raras veces sabemos qué momento están atravesando y qué circunstancias los rodean. Los patrones de comportamiento no sirven siempre.

CB: —¿Qué autores y libros han servido para llenar las alforjas de José Luis Gil Soto de tanta fantasía e imaginación?

José Luis Gil Soto: —Como he dicho antes, me gusta la novela realista y naturalista del siglo XIX, Delibes me empujó a la literatura, Julio Verne me hizo vibrar, Tolstoi me llevó a dudar de si yo mismo conocía a los personajes de sus novelas, Ken Follet me admiró con la redondez de sus finales, García Márquez con la magia de las palabras, Emilia Pardo Bazán, Isabel Allende… no sé, hay tantos que no hago justicia nombrando a unos pocos. Supongo que todos van dejando pequeñas marcas literarias que luego salen a flote.

CB: —Ahora que la novela ya lleva un recorrido, ¿cuál ha sido el feedback que has recibido de los lectores? ¿te has sentido bien tratado por la crítica?

José Luis Gil Soto: —Me he sentido extraordinariamente bien tratado tanto por lectores como por profesionales (periodistas, blogueros y demás lectores profesionales). Yo sabía que la novela iba a gustar a una amplia masa de lectores, puesto que es una historia emotiva, con un final que deja huella y con unos personajes trabajados e inolvidables. Pero aun así, es difícil saber de antemano cuál va a ser la reacción de los lectores, y ha sido maravillosa, no dejo de recibir mensajes, algunos tan emocionantes que no voy a olvidarlos.

CB: —Después de Madera de savia azul ¿qué podemos esperar de José Luis?

José Luis Gil Soto: —Cualquier cosa (risas). Bueno, supongo que iré mezclando novela histórica con novela de ficción, según me vaya apeteciendo. Tengo muchas cosas por contar y las iré contando como siempre: pensando en que quien paga por un libro merece disfrutar con él.

Me he sentido extraordinariamente bien tratado por lectores y profesionales. Tengo muchas cosas por contar y lo haré como siempre: pensando en que quien paga por un libro merece disfrutar con él. @jlgilsoto @Librosxdoquier. Clic para tuitear

 

Entrevista a José Luis Gil Soto, autor de Madera de savia azul

 

Madera de savia azul

José Luis Gil Soto

Ediciones B

Comprar AQUÍ

 

Entrevista de Carolina Beltrán

Libros por doquier

Portada de la entrevista: David Verdejo