La Ronda, de Francisco Bescós, un thriller de calidad

Francisco Bescós se estrena en el género más seguido y cultivado en la actualidad, el thriller, con su última novela, La Ronda, y lo hace dispuesto a demostrar que entre tanta paja queda espacio para el grano. En La Ronda, Paco pisa el acelerador a fondo y nos demuestra que un ritmo infernal no significa descarrilar en las curvas que giran la historia y que las sorpresas funcionan mejor cuando forman parte de un estudiado engranaje. La Ronda no es una versión literaria de Fast & Furious, pero su autor ensambla en un motor de 16 válvulas —uno de esos que la inspectora O’Rourke conoce tan bien— una premisa tan potente y bien contada que nos hace experimentar la sensación de estar dentro de una siniestra muñeca matrioska, que en cada giro de este magnífico thriller, se abre para llevarnos a otra mucho más grande y perversa, sin que las costuras de la trama se resientan, haciendo crecer exponencialmente tanto nuestro interés como la acción y la urgencia de unos personajes abocados a una meta que no espera, ni tampoco hace rehenes.

En La Ronda, Francisco Bescós vuelve a crear unos personajes capaces de perdurar en nuestra memoria —¿no es ese uno de los mejores rasgos de la literatura? — y no sólo los dos protagonistas principales, el inspector Seito y la inspectora O’Rourke, también algunos secundarios tan originales como la subinspectora Laura Rodrigo, que ya se ha convertido en uno de los personajes favoritos para muchos lectores. En la presentación del libro, a la que tuve la suerte de asistir, Paco definió a Seito como un hombre fuera de su tiempo, que tras alcanzar cierto éxito profesional cae en el descrédito y no es capaz de encajarlo, como tampoco consigue sobrellevar la custodia compartida de un hijo con parálisis cerebral. Quien haya leído su ensayo Las manos cerradas comprenderá un poco mejor por qué Bescós ve en Seito un alter ego de la persona en la que temería convertirse. O’Rourke, por el contrario, está fuera de lugar en el espacio. Perteneciente a una buena familia no encuentra su sitio entre los de su clase, y con su carácter explosivo tampoco lo logra entre sus compañeros del cuerpo o en el barrio de Vallecas al que se ha mudado.

En #LaRonda, @PacoBescos vuelve a crear unos personajes capaces de perdurar en nuestra memoria, ¿no es ese uno de los mejores rasgos de la literatura? #Reseña de @garcia_moritz @ReservoirBooks. Share on X

En La Ronda hay un personaje fundamental que nos habla sin palabras, con sus arterias de asfalto, sembradas de atascos y reguladas por su propio ecosistema, que permite llevar la vida en constante movimiento de una punta a otra de la ciudad: Madrid.

De la historia poco puedo contar, es tan frenética que es fácil destripar algunas de las fascinantes salidas que presenta esta mortífera circunvalación. Basta decir que todo arranca con la aparición de dos cadáveres, cada uno de ellos investigado por separado por cada uno de los protagonistas, Seito y O’Rourke, y que parece obra de un profesional acostumbrado a matar impunemente.

Para finalizar y para los que no hayan leído a Francisco Bescós. Fue ganador del VIII Premio Internacional de Novela Negra Ciudad de Carmona, con su primera novela El baile de los penitentes, que algunos etiquetaron como «Country Noir». Con su tercera novela, El porqué del color rojo, continuación de su primera novela negra, obtuvo los premios Novelpol, Pata Negra, Cartagena de Negra y el Villanúa Rural Noir. Para muchos, entre los que me encuentro, Francisco Bescós es uno de los mejores escritores nacionales de novela negra y en La Ronda sigue demostrando su calidad literaria.