La madre de todas las ciencias nos pone ante una situación crítica. Cuando desaparece una anciana con parálisis renal que precisa diálisis cada dos días, el tiempo para encontrarla con vida se ve muy limitado. ¿Se ha perdido? ¿Ha sufrido una agresión? ¿Alguien la ha secuestrado?

Con la novela La madre de todas las ciencias @CrisMandarica aspira al #PremioLiterarioAmazon2021 #PLA2021 #Reseña de @RosaBerros. Portada de @DaviddltAutor. Clic para tuitear

El día que se cumplían cuarenta y ocho horas de la desaparición de Eulalia Olmedo, una llamada de teléfono despertó a Nacho. Apartó la mano de Nerea, que le había metido un dedo en la oreja, y descolgó sin decir nada porque tenía la boca pastosa y aún no se había despabilado.

La madre de todas las ciencias. Cristina Grela

Así empieza La madre de todas las ciencias, la novela con la que Cristina Grela aspira al Premio Literario Amazon 2021. Y la llamada de teléfono no es otra que la de Gerardo Cuadrado director del periódico Noticias al cuadrado. Nacho le ha enviado un correo ofreciéndose para escribir acerca del caso porque Nacho es de Servandero, el pueblo en el que ha desaparecido Eulalia Olmedo. Eso le da la oportunidad de presentarse allí con el pretexto de arreglar la casa familiar, recuperar viejos amigos y relaciones e indagar acerca de lo que ha podido sucederle a la anciana.

Cuando Nacho le dice a Cuadrado que tal vez no todo el mundo en el pueblo desee la aparición de la mujer, Cuadrado intuye jugosos artículos por parte del joven periodista en paro que se juega un puesto de trabajo con este asunto.

Te haré un contrato temporal para empezar, pero hay posibilidad de que nuestra relación sea larga, no me gusta nutrirme solo de becarios. Eso sí, si en dos días no tienes nada, estás despedido. Tampoco puedo sobrevivir a base de inútiles.

La madre de todas las ciencias. Cristina Grela

Y es que Eulalia es una mujer de las que no concitan grandes amores a su paso. No es de las que llevan caramelos para los niños, ni de las que regalan la fruta antes de que se pudra en sus árboles. Es una mujer árida y antipática a la que ni siquiera su grave enfermedad ha sido capaz de reconciliar con sus vecinos. Ni siquiera Román, su hijo, antiguo amigo de Nacho, la soporta. Claro que ella tampoco ha sido muy proclive a soportar la forma de vida Román. 

La búsqueda de la anciana, dado lo delicado de su situación, convierte La madre de todas las ciencias en una pelea contra el paso de las horas. Cuando desapareció se dirigía a tomar la ambulancia que cada dos días la lleva al hospital para su tratamiento de diálisis. De manera que a los días que lleva sin dar señales de vida, hay que sumar los dos que ya llevaba sin su tratamiento y en su estado de deterioro no va a durar más allá de diez días sin depurar sus riñones. 

Camila Gonzáles es una «de esas señoras que acudía a misa todos los domingos y fiestas de guardar y que parecía que estuviese siempre rezando». Camila es además vecina de Eulalia y madre de Julio, antiguo amigo de Nacho y Román, que malvive de lo que puede arañar aquí y allá para mantener sus adicciones. Camila odia que sus vecinos, especialmente Eulalia, acusen a Julio de todo lo que sucede en el pueblo.

Matías y Antonia son los dueños del perro loco, así llamado porque cada vez que lo dejan suelto se tira delante de los coches. Nadie se explica que todavía siga vivo.

Antonia está enfadada porque la ambulancia llega muy temprano y la despierta.

La madre de todas las ciencias. Cristina Grela

Manolo Expósito una vez le tiró una olla exprés a Merche, la empleada de Eulalia, porque acaparaba el lavadero por horas frotando la alfombra de la anciana. Manolo es un hombre de malas pulgas que odia su apellido porque proviene de un padre que no tiene.

Todos ellos, y alguno más, podían tener motivos o deseos de ver desaparecer a Eulalia, pero el lector descubrirá que la anciana tenía más registros de los que parece y en otros lugares su generosidad y amabilidad la habían hecho merecedora de la simpatía de los que la conocían. Sus compañeros de diálisis echan de menos su amabilidad y generosidad. También Merche, su empleada, que ha compartido con ella muchas y muy dolorosas experiencias, recuerda que Eulalia era la única que se preocupaba por ella con interés.

Todos ellos forman el entorno de Eulalia Olmedo y casi todos tienen cuentas pendientes, o eso imaginan, con la anciana. Son personajes que se mueven en el escenario cerrado y un tanto agobiante que, alrededor de todos ellos, compone Servandero, «un pueblo de mentalidad obtusa, que no aceptaba más avances tecnológicos que la televisión en color». Todos ellos van dejando pistas que nos hacen sospechar de unos o de otros.

Servandero es un personaje más de este country noir que avanza mientras nos muestra las difíciles relaciones, los resentimientos, envidias y recelos que se establecen entre los que habitan mundos cerrados y asfixiantes. Un mundo que es el medio perfecto para que Nacho busque la noticia, esa noticia que permitirá a Cuadrado atraer compradores y mantener el periódico funcionando y ganando dinero, y al propio Nacho le proporcionará el trabajo que tanto necesita. 

En su búsqueda de esa noticia Nacho se meterá en todas partes, descubrirá que los vecinos ocultan secretos, llegará a poner su integridad en peligro e incluso a hacerse sospechoso él también. Pero seguirá inasequible enviando sus crónicas, que firma como Mirlo Blanco, y tratando de resolver los conflictos de su vida personal.

Y Gerardo Cuadrado seguirá exigiendo la noticia más escabrosa en su lucha por mantener un periódico en papel, una lucha que cada vez se vuelve más difícil de llevar adelante.

El periódico no va bien, las agencias de prensa online se están comiendo el mercado: ofrecen las noticias al instante y no gastan en rotativas. He reducido personal hace un año, he contratado becarios, necesito algo para estar en primera plana y atraer a más anunciantes.

La madre de todas las ciencias. Cristina Grela

Y ese algo le da lo mismo. Le da lo mismo lo que sea y cómo se consiga. Desde su primera intervención, el personaje deja claro su carácter grosero, soberbio e irrespetuoso. 

La madre de todas las ciencias trata también de la vuelta al pueblo, el lugar de los ancestros y de las vacaciones felices de la infancia, el lugar en donde volvemos a encontrarnos con las personas del pasado y descubrimos que nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos que dijo el poeta. Nada es lo mismo o puede que sí, que lo sea, y que tan solo nosotros hayamos cambiado para verlo todo diferente. 

La madre de todas las ciencias es una novela que trata temas muy serios y duros, pero lo hace con una chispa de desenfado, con cierto humor que quita peso a la historia y la dota de una ligereza que hace que leerla sea grato y entretenido. 

Cristina Grela se presenta en las redes como Cris Mandarica y tiene una página web con el sugerente título de Puro NoirLa madre de todas las ciencias es su segunda novela después de Detrás de la pistola, un libro que no he leído, aunque no creo que tarde en hacerlo. 

La madre de todas las ciencias de @CrisMandarica trata temas serios y duros, con una chispa de desenfado y cierto humor que aligeran la historia y hacen que su lectura sea grata y entretenida. @RosaBerros. Clic para tuitear

Por cierto ¿no he hablado aún de la portada de La madre de todas las ciencias? Pues no quiero despedirme sin hacerlo. Esa imagen de Eulalia con la que nos encontramos antes siquiera de abrir el libro, se quedará con nosotros a través de toda la lectura imprimiendo carácter a esta anciana contradictoria, enigmática y sumamente entrañable. 

La madre de todas las ciencias, el country noir de Cristina Grela

La madre de todas las ciencias

Cristina Grela

Amazon

Reseña de Rosa Berros Canuria
Portada de la reseña: David de la Torre

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