Ecos del 20 Festival de Málaga: entrevista a Fernando León de Aranoa

Cada año, el Festival de Málaga homenajea a una serie de profesionales del séptimo arte cuya carrera reúne los suficientes méritos como para recibir el reconocimiento público del certamen. Este año, los premiados han sido: la actriz Fiorella Faltoyano (Biznaga, ciudad del paraíso), el actor argentino Leonardo Sbaraglia (Premio Málaga SUR), la maquilladora Sylvie Imbert (Premio Ricardo Franco), la directora peruana Claudia Llosa (Premio Eloy de la Iglesia) y el cineasta español Fernando León de Aranoa (Premio Retrospectiva). A este último, tuvimos ocasión de entrevistarlo, de modo que pudimos hacer un balance sereno de su filmografía y nos contó (lo que pudo) de su último proyecto, que protagonizan Penélope Cruz y Javier Bardem.

La carrera de Fernando León de Aranoa tiene una doble vertiente. Por un lado, cuenta con numerosos guiones en su haber tanto en televisión (en las series Pepa y Pepe y Turno de oficio: Diez años después) como en cine, como los de los films ¡Por fin solos! (1994), Los hombres siempre mienten (1995), Corazón loco (1997)  y Cha-cha-chá (1998) de Antonio del Real, Insomnio (1998) de Chus Gutiérrez, La gran vida (2000) de Antonio Cuadri o Fausto 5.0 (2001) de Álex Ollé, Isidro Ortiz y Carlus Padrissa y de los documentales La espalda del mundo (2000) y La guerrilla de la memoria (2002). Como director, Fernando León de Aranoa ha realizado las películas Familia (1996), Barrio (1998), Los lunes al sol (2002), Princesas (2005), Amador (2010) y Un día perfecto (2015) y los documentales Caminantes (2001), Invisibles (2007), Refugiados (2013) y Política, manual de instrucciones (2016), que ya comentamos en esta sección.

Como pueden comprobar, una fructífera trayectoria de la que hablar y reflexionar.

 

Entrevista a @LeonAranoa, Premio Retrospectiva en el reciente @festivalmalaga. @jmcruzbar Clic para tuitear

 

MoonMagazine (M.M.): Buenos días, Fernando. El Festival de Málaga te ha concedido el Premio Retrospectiva. ¿Es muy distinto el premio a toda una trayectoria profesional que a una película concreta? ¿Proporciona otro tipo de satisfacciones?

Fernando León de Aranoa: Sí. Porque los premios a las películas en concreto, sean los Goya o sean en Festivales, están ligados, inevitablemente, a la carrera comercial de esa película. En este caso, no es así. En este caso, está ligado a una trayectoria. Y se agradece mucho. Fuerzan a mirar un poco atrás, Es como una parada que, de repente, te invita a reconsiderar todo tu trabajo, a hacer un balance y yo creo que eso es interesante.

Otros Medios (O.M.): En tus películas, has tratado temas como la prostitución o el paro. Te acercas mucho a los temas sociales. ¿Piensas que todos tus trabajos se caracterizan por tener esta vertiente de crítica social?

Fernando León de Aranoa: He realizado varios documentales que sí están centrados directamente en eso, trabajos que yo los llamo de servicio, para ACNUR o Médicos sin Fronteras. En México, también realicé un documental que se llamó Caminantes. Y en las ficciones, también. Como guionista, no. Al principio, hice mucha tele. Pero luego en las películas, que me implican mucho tiempo y mucho trabajo, sí tiendo a elegir temas que valgan la pena dedicarles tanto esfuerzo y tantos años de trabajo. Para dedicar dos o tres años de tu vida a abordar un tema que no me interese como cineasta o como ciudadano, preferiría seguir haciendo guiones…

O.M.: ¿Cómo ves, con la perspectiva de los años, tu dedicación, como guionista, en tus primeros años como profesional, al humor y la comedia?

Fernando León de Aranoa: Cuando empecé como guionista, empecé haciendo mucho televisión y mucho humor también. Comedias para otros directores… Porque era lo que, muchas veces, pedía el mercado, la producción. Me encargaban comedias. Estaba encantando. Aprendí a escribir. Disfrutaba mucho de ese trabajo y, además, creo que todo lo que cualquier ser humano hace acaba volviendo y regresando de otra manera y te va a ser útil en un nuevo proyecto, en una nueva película… De hecho, el humor es algo que, en aquellos primeros trabajos estaba muy presente, pero a lo que, después, no he renunciado. En la última película de ficción que he realizado, Un día perfecto, habla de unos cooperantes que están en una guerra, algo que podría ser muy solemne, pero creo que había que romper esa solemnidad y el humor está muy presente.

M.M.: Un humor un poco kafkiano porque, si analizamos el guion de Un día perfecto, se basa en que los personajes se pasan dos horas buscando una cuerda… Me parece algo genial y que demuestra tu talento como guionista.

Fernando León de Aranoa: Había que estirar la idea, sí, pero era una metáfora de lo que es una guerra, todos dando vueltas, persiguiéndose unos a otros pero sin poder resolver el problema, pues porque es muy complicado cuando estás en una zona de conflicto.

M.M.: Se ha apuntado el tema social y en unos años que había una burbuja que creó una especie de espejismo social, tuviste la perspicacia de mostrar lo que esa fachada brillante ocultaba. Cuando estrenaste Los lunes al sol, por ejemplo, hubo quien escribió algún artículo en que argumentaba que no era lógico hacer esa película cuando el paro en España estaba en cifras bastante bajas…

Fernando León de Aranoa: Eso ya me lo preguntaron en el Festival de San Sebastián cuando presenté la película. La primera pregunta fue muy parecida a esa. Y a mí me sorprendió porque era cierto que no existía el nivel de desempleo que después hubo pero había millón y medio de personas sin trabajo, lo cual me parecía suficientemente importante como para contarlo a través de una película. Además, creo que las películas no deben hablar de la coyuntura, de lo que está pasando en este momento sino que hay que hablarle no al espectador de ahora sino al espectador de dentro de diez años, de veinte años… En el caso de Los lunes al sol no era una película que hablara tanto del desempleo de la época como de identidad: ¿qué te pasa cuando estás sometido a esa situación y cómo resisten tu estima y tu identidad a ello? Para contar eso, igualmente tiene sentido si hay uno o dos millones de desempleados que si hay cinco.

Los lunes al sol no hablaba tanto del desempleo como de identidad. @LeonAranoa @jmcruzbar Clic para tuitear

O.M.: ¿En qué medida te inspira la realidad que te rodea?

Fernando León de Aranoa: Algunas de mis películas nacen de cosas que yo he visto o he vivido pero yo creo que es muy importante, no sé quién lo decía, que la principal obligación del autor no sería contar la realidad sino contar cómo la ve él. Al final, lo que cuenta es la mirada que tenemos sobre las cosas más que las cosas. A mí lo que me interesa de un director o de un autor es cómo cuenta esa realidad. No se trata de hacer un retrato exacto de la realidad sino que tiene que haber una mirada, una invención… Y eso es lo que las hace interesantes. La ficción pesa mucho. La realidad es el punto de partida pero, después, es muy importante el proceso de invención para darle a la realidad ese vuelo que la ficción tiene.

O.M.: Fernando, tú eres un animal de cine que empezó con los 35 mm. y has sido testigo de todo este viaje a lo digital, con la aparición de plataformas como Netflix, de las que Agustín Almodóvar dice que van a salvar el cine. ¿Cuál es tu opinión sobre esa transición?

Fernando León de Aranoa: Yo creo que está pasando y estamos todos intentando entenderlo. Y adaptándonos. Igual, es demasiado pronto para hacer una valoración. Pero creo que todo lo que suponga cuestionar las bases de lo que estamos haciendo, de una industria que ha pasado por muchos problemas, es bueno, que entren nuevos actores y que haya nuevas formas de hacer llegar a los espectadores lo que hacemos, sean películas o sean series. Ya digo, intentando entenderlo y ver cómo nos beneficia a nosotros y cómo nos beneficia al espectador, que es de lo que se trata.

O.M.: ¿Te decepcionaría que, dentro de dos o tres películas, estrenaras en la pantalla pequeña de un móvil y no en una pantalla grande?

Fernando León de Aranoa: Como espectador, me gusta mucho ver las películas en grande, no por sacralizarlo, sino porque es una experiencia compartida y me gustaría que eso siguiera existiendo y espero que sea así. Pero ver una película en pequeño, muchas veces te viene muy bien. Yo creo que son compatibles ambas cosas. Eso sí, a pesar de este boom de las series, a mí el formato de película de hora y media, dos horas, me sigue gustando mucho. También me gustan mucho las series pero el problema es el tiempo que, como espectador, me puedo comprometer a ver una ficción. Ante el hecho de comprometerme a ver cinco temporadas de una serie, la pregunta que me hago es: ¿de dónde saca la gente tanto tiempo? Sin embargo, con una película no veo ese problema.

Fernando León de Aranoa

O.M.: Como director que tienes que trabajar con actores, ¿tu instinto es capaz de detectar cuándo alguien es sincero y cuándo está mintiendo? Te lo pregunto por si viste algo de eso durante el rodaje del documental sobre Podemos, Política, manual de instrucciones

Fernando León de Aranoa: Me estás preguntando si sentía que había algo de interpretación o no, ¿no? Pues mira, es verdad que,  curiosamente, cuando ruedas documentales puede suceder eso: a veces, puedes percibir que alguien está diciendo lo que quieres escuchar o lo que él cree que quieres escuchar…  Que, a veces, alguien puede caer en esa equivocación… En el caso de ese documental, para el pequeño equipo que nos incrustamos en muchas reuniones internas, lo curioso era lo rápido que se olvidaron de nosotros y la espontaneidad con que sucedió todo. En eso, yo creo que también tuvo que ver que estábamos rodando durante un momento muy complejo para ellos, como fue su primera asamblea en Vistalegre, con muchas discusiones internas, y estaban suficientemente ocupados para preocuparse por nosotros. La percepción, tanto filmando, como viendo el material en montaje, era como si no existiéramos. Era muy verdad lo que ocurría… A sus discusiones internas, me refiero… En las entrevistas, siempre hay una mediación. La cámara está intermediando y todos piensan lo que voy a decir, lo que no… Pero, en los momentos vivos, los que yo creo que son más valiosos, aquellos en los que se desarrollaban las discusiones internas, siempre tuve la sensación de que no existíamos. Que todo lo que estaba sucediendo era real.

M.M.: Yo creo que, precisamente por esa espontaneidad, o la fuerza que siempre tiene la imagen, en ese documental se intuyen muchas de las cosas que sucedieron después… Las diferencias de matices entre ellos, por ejemplo.

Fernando León de Aranoa: Sí, si nosotros filmábamos muchas veces situaciones (estábamos tres personas al fondo de una sala, intentando no ser muy visibles) en las que nos preguntábamos cómo no nos estaban echando de ahí, en plena discusión… Normalmente, las cosas no ocurren así. Pero tienes razón en lo que dices, tiene todo el sentido. Lo que pretendíamos registrar, y durante un año nada menos, era el proceso de conformación, como de ADN, de esa formación política… Después, a donde vaya, es difícil saberlo y dependerá de ellos fundamentalmente. Pero en ese material sí están presentes las diferencias que después hemos visto.

M.M. ¿Es posible que viéramos hoy ese documental y sacáramos de él impresiones muy distintas a las experimentadas en el momento de su estreno?

Fernando León de Aranoa: Ese documental estaba pensado para guardar un poco registro de ese momento. Y, un poco, sucede lo mismo que con lo que he dicho antes de Los lunes al sol. Que pueda verse dentro de diez años, veinte años y que cuente un momento que era excepcional, en el sentido de que era muy poco predecible que ocurriera algo así en la escena política española. Está hecho también con esa intención, la de dejar registro interno, lo más interno posible, de un momento y que tenga validez dentro de quince-veinte años. Se puede decir que cuanto más cambie la actualidad y la realidad, pues más valor tendría.

 

O.M. Una vez dijiste que preferías hacer una película mala que una película convencional. ¿Crees que lo que se está haciendo en la escena cultural española es convencional?

Fernando León de Aranoa: Bueno, yo no dije que lo que se estaba haciendo era convencional. Yo dije que no quería hacer algo así. Es preferible que alguien arriesgue y pise en falso a alguien que no arriesgue, ¿no?

Me gusta que alguien tenga la valentía de arriesgar @LeonAranoa @jmcruzbar Clic para tuitear

O.M.: Pero, ¿crees que es convencional?

Fernando León de Aranoa: No, no lo creo… Además, no sé en qué contexto dije eso. Seguramente, estaba hablando sobre la creación en general. Creo que hay que arriesgar… Hoy me han hablado de una película que no he visto, Pieles, y me han dicho que arriesga mucho. Pues me parece muy bien. Me parece ya un éxito en sí mismo. Que alguien tenga la valentía de arriesgar. Y más en cine porque, frente a los riesgos en otras disciplinas, es más complicado porque tiene un importantísimo peso industrial y comercial. Me gusta mucho la gente que arriesga.

Fernando León de Aranoa

 

Me han hablado de #Pieles y me han dicho q arriesga mucho @LeonAranoa @educasanova12 @jmcruzbar Clic para tuitear

O.M.: ¿Qué nos puedes contar de Escobar, tu próximo proyecto?

Fernando León de Aranoa: Pues, hasta ahora, poco porque todavía la estoy haciendo. Para mí, es demasiado pronto. Me falta un poco de perspectiva sobre la película y todavía estamos encontrándola. Rodamos ya y ahora estoy montándola. Estoy en plena fase de montaje pero muy al principio. Todavía tenemos la película abierta, un poco en la mesa de operaciones. Y no creo que esté lista hasta antes de final de año.

O.M.: La película está basada en un libro, ¿no?

Fernando León de Aranoa: Sí, de Virginia Vallejo. La visión de Virginia Vallejo es muy interesante. Pablo Escobar es un personaje muy interesante. Pero la propia Virginia Vallejo también lo es.

Selfie del responsable de la sección de cine de MoonMagazine, José Manuel Cruz, con Fernando León de Aranoa

 

 

Entrevista a Fernando León de Aranoa. José Manuel Cruz

Fotografía de portada de Lorenzo Hernandez