Uzumaki: Espiral, de Junji Ito

Kurouzu, el pueblo donde nací y me crié, en las próximas páginas contaré los extraños sucesos que ocurrieron allí.

Uzumaki: Espiral. Junji Ito

¿Recuerda usted la primera vez que sintió un escalofrío? ¿Evoca esa sensación de constante caída en un sueño, caída de la que solo despierta, con un sobresalto que encoge su corazón, al llegar a la oscuridad? ¿Ha pensado alguna vez en qué hay en esa espiral de miedo, locura y decadencia que persigue a la maldición del terror?

Junji Ito sí, lo recuerda; escribe, dibuja y reflexiona sobre ello en su arte. Este prestigioso autor de manga ha consagrado su carrera a transmitirlo a todos sus lectores. Su obra, entre lo prohibido y lo más oscuro del ser humano (o inhumano), lo ha convertido en uno de los grandes del terror. Ito es capaz, con su trazo, de remover las tripas y, con sus letras, de dejar sin aliento a un lector que, cada página que avanza, se sorprende y se perturba con historias únicas sobre lo sombrío y lo lúgubre.

El canibalismo, la provocación, el surrealismo, la deformidad, lo monstruoso, lo insólito… se mezclan en las páginas de un autor abierto siempre a las polémicas de aquellos que buscan la discusión cuando lo que Ito nos ofrece es un viaje hacia el alma humana y los horrores que alberga; piénselo: no explorar dichas cavernas sí sería un auténtico delito, pues nunca descubriremos quiénes somos realmente mediante el proceso de catarsis. Es así como, en su trayectoria, títulos como Punzadas de fantasmas, Gyo o Black Paradox formulan un incuestionable deseo de conmover los sentimientos más recónditos del espectador.

Uzumaki: Espiral, de Junji Ito, el manga como catarsis de la pesadilla 2

 

Ito no emerge de la nada. El talento de Ito bebe de creadores nipones como Kazuo Umezu, Hideshi Hino o Shinichi Koga. Para que el lector que jamás se haya acercado a Ito u otros mangakas se haga a la idea, este autor se corona como el digno heredero de un aquelarre formado por la divinidad primigenia del terror que sería H. P. Lovecraft y la sátira existencialista de Franz Kafka.

En su obra Uzumaki: Espiral, observamos cómo el mangaka pone en juego cada una de sus capacidades para conducirnos a través de un largo relato de terror, donde el miedo se presenta como una normalidad distorsionada y retorcida, en la que lo insólito, al final, pasa a formar parte de la historia de un pueblo maldito donde todo lo terrible y degenerado es posible.

Junji Ito es digno heredero de un aquelarre formado por la divinidad primigenia del terror que sería H. P. Lovecraft y la sátira existencialista de Franz Kafka. #UzumakiEspiral. @PlanetadComic #mangaka #terror. Reseña de @Carlos_Eguren Share on X

La espiral del miedo

Uzumaki: Espiral nos arroja en el terrorífico pueblo de Kurouzu (literalmente: remolino negro), donde sus habitantes poseen (o son poseídos por) una vida normal y corriente… salvo por el despertar de una siniestra maldición, la maldición de las espirales. La joven Kirie descubre, por su novio Shûichi, que la aparición de una serie de espirales está arrastrando a la locura a muchos de sus habitantes, como es el caso del padre del propio Shûichi, que desea convertirse a sí mismo en una espiral… hasta cuando se reduzca a cenizas. Y ese es solo el perturbador comienzo.

Uzumaki: Espiral, de Junji Ito, el manga como catarsis de la pesadilla 3

A través de Uzumaki se juntan diversos temas como la muerte, el odio, la incomprensión, el miedo, la obsesión, la locura… Y Junji Ito nos otorga algunas de los mejores números sobre terror nipón que se han escrito en las últimas décadas, por medio de una combinación de buena voz narrativa y un dibujo excelente que se graba en la córnea como un escalpelo en manos de un demente.

Y es que el poder del arte de Ito radica en cómo pueden quedarse grabadas en tu mente, en cómo cada paso que dan sus personajes los conduce a un estado más cercano a la pesadilla, si no a una realidad tan deformada como sus pueblerinos. ¿Cómo lo consigue? A menudo, Ito habla en su trayectoria sobre miedos mundanos como los contagios, lo diferente, los temores del embarazo, el deseo de llamar la atención… y todo ello lo enfoca desde perspectivas como la fábula hiperbólica, pasando incluso a las tramas de supervivencia, los dramas, la monstruosidad o un perverso sentido de la sátira y la burla.

Uzumaki: Espiral, de Junji Ito, el manga como catarsis de la pesadilla 4

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A lo largo de sus páginas desfilan desde progenitores que enloquecen por las espirales hasta adolescentes con cicatrices capaces de devorar a los menos preparados, sin olvidar a muchachos que buscan asustar (incluso después de muertos), tifones creados por los gritos, cabellos que enloquecen y estrangulan a sus dueños o seres que se convierten en caracoles gigantes, por no olvidar las tramas del hospital: con esas parturientas que, como insectos, buscan alimentarse de sangre humana para tener a hermosos bebés que, en el fondo, solo quieren algo tan macabramente hermoso como volver a sus madres. Como verá, en este manga, lo extraño se mezcla en una realidad amorfa, donde Junji Ito nos hace creer que todo sería posible en ese pueblo circular, que bien podría ser uno de los anillos avernales de Dante.

No obstante, Uzumaki: Espiral no es un manga para todos los gustos. Muchos lectores huirán con solo sumergirse en la primera historia (o su premisa), pero para el resto que desee profundizar en este círculo del terror, hallará sombríos descubrimientos a cada página que pase. Es impresionante cómo Ito conserva esa capacidad durante gran parte de la obra y, aunque al final puede que decaiga un poco el nivel —desde la llegada de los tifones (aunque la idea es excelente) y el desenlace deje que el prólogo no tenga demasiado sentido (si es que esta obra debe tener algún sentido más que no sea el descenso y la caída)—, los últimos descubrimientos nos escupen a una serie de horrores primigenios y subterráneos que nos hacen pensar en el mejor H. P. Lovecraft y en un creador japonés que logra tener un estilo propio dentro del terror, un género que, a menudo, se mueve entre lo ya visto, pero a lo que, pese a sus influencias, Ito siempre aporta un estilo único.

Junji Ito nos ofrece el mejor terror nipón de las últimas décadas, con la combinación de buena voz narrativa y un dibujo excelente que se graba en la córnea como un escalpelo en manos de un demente. @PlanetadComic. @Carlos_Eguren. Share on X

Quien desee descubrir esta trama lo puede hacer, por ejemplo, por medio de la edición de Planeta Cómic, que recopila en un solo volumen toda la serie. Perfecto para sumergirnos así en Uzumaki: Espiral, una de esas tragedias terroríficas donde uno nunca puede detenerse, porque ¿cómo si no escapará de la pesadilla…? Si es que alguna vez, se llega a escapar. A menudo, solo se puede caer…

 

Uzumaki: Espiral, de Junji Ito, el manga como catarsis de la pesadilla

 

 

 

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Reseña de Carlos J. Eguren