La playa y el tiempo, de Ernesto Calabuig: la sublime fragilidad del ser

Leer La playa y el tiempo es un atrevimiento, como despojarse del disfraz tras el que nos parapetamos cada día para enfrentarnos al mundo, como quedar expuesta y vulnerable en medio de una playa, como desfilar con la verdad desnuda sobre una pasarela invadida por ojos ávidos de conocer lo ajeno, como afrontar la vida. Partiendo de esas y otras osadías, Ernesto Calabuig invita al lector, ya desde el primer relato con el que abre su tercer libro de narrativa breve, a recorrer una playa, entre evocaciones a amores náufragos, hijos ausentes, transformaciones y valentías.

Ernesto Calabuig invita al lector, ya desde el primer relato con el que abre La playa y el tiempo, a recorrer una playa, entre evocaciones a amores náufragos, hijos ausentes, transformaciones y valentías. #Reseña: @MaraJes77574155. Share on X

Diecinueve realidades de distinta extensión conforman esta compilación de audacias y honestidades, cuidadosamente editada por Tres Hermanas Libros. Una mujer que no ha perdido la dulzura a pesar de su ruptura sentimental y que pasea desprovista de lastres por una playa sintiendo «que no le quedan muchas fuerzas, pero sí, todavía amor, amor para dar» y que espera quizá la aparición de Albert Camus; un cuento chino a camino entre Pekín y Xativa que viaja en tren en una ruta con un final inesperado; el fantasma de un colegio francés que yace adormecido en un solar y que marca el espacio temporal entre pasado y presente; una pareja que se encuentra y desencuentra en una narración que se irá construyendo a la par que su historia; los hijos que van creciendo e individualizándose y lo que rescatan sus padres cuando, en un respiro, vuelven a mirarse el uno al otro siendo solamente una mujer y un hombre; la destreza de un hijo que se muestra en uno de sus dibujos; la presencia de Heráclito y Parménides en el túnel de los filósofos; un hombre que reconstruye las huellas que en su memoria dejó una mujer que ya no volverá; el lado más humano del poeta y cantautor Leonard Cohen en una de las narraciones más brillantes del libro; o la conmovedora indefinición del mundo en ese hermoso relato final cuyo personaje principal se desdibuja; son algunas de las historias que el autor combina, creando un escenario literario notable que se desliza con suavidad entre la ternura y la delgada línea que separa la certidumbre de la vacilación, confrontándonos con la levedad e inconsistencia de nuestro ser y estar.

Diecinueve realidades de distinta extensión conforman esta compilación de audacias y honestidades, cuidadosamente editada por @TresHermanasLib. La playa y el tiempo, de Ernesto Calabuig. #Reseña: Mª Jesús Mena. @MaraJes77574155. Share on X

Los personajes, de edad madura en su mayoría, reflexionan, desde la comprensión de sus debilidades, sobre la existencia, las relaciones y lo que sucede a su alrededor, quedando enmarcado todo ello, por el paso inexorable del tiempo y por los cambios físicos y psíquicos consecuencia de su transcurso. El pasado regresa en algunos de los textos con cierto aire melancólico para rememorar otros momentos, pero también para hacer frente al instante en el que estos personajes se encuentran, con la sabiduría adquirida y con la calma que produce tener la seguridad de que el devenir de los años es un proceso natural e inevitable.

Ernesto Calabuig sabe enlazar con elegancia vivencias propias y ficción y su voz afable y serena sobresale con claridad a lo largo de las distintas narraciones. Una voz personal cuya cadencia se irá tornando cada vez más armoniosa en su avance, en una suerte de artesanía filosófica, en la que se entromete la música como banda sonora de nuestro acontecer.

#Reseña: La playa y el tiempo, #libro de #relatos de Enesto Calabuig, un autor de voz afable y serena que sabe enlazar con elegancia vivencias propias y ficción. #RecomiendoLeer Mª Jesús Mena. @MaraJes77574155. @TresHermanasLib. Share on X

En definitiva, La playa y el tiempo no es solo una lectura ineludible, sino también necesaria en estos días adormecidos. Un libro sosegado, equilibrado y melódico, que concede a todo al que se atreve a acercarse a él, la oportunidad de situarse frente a la certeza de que el mundo se mueve, de que las estaciones se suceden a veces con una rapidez asombrosa y de reflexionar sobre la pérdida del sentimiento de inmunidad que aporta la juventud y que se percibe, durante ese período vital, erróneamente infinito. Mas el autor no nos presenta una narración desde la visión fatalista de nuestra naturaleza quebradiza, sino que lo hace desde la luz y la asimilación de la vida y su acontecer sublime.