Turrón; pastores a Belén, y a Belén también la burra; pomrromponponpón; zambombas y voces angelicales; volver a casa… Ha llegado el momento de decir «basta». En Navidad, la música no son sólo los villancicos tradicionales, y si lo son, siempre se les puede dar un nuevo ritmo. Grandes voces de todas las épocas han reinventado los temas de siempre y han creado otros nuevos con el mismo espíritu navideño, pero con un acento diferente. Te lo demostramos en este post, que te hará ver y oír la Navidad de otra manera. ¡Rock and Christmas!

Susana Rodríguez Lezaun

¿Eres tradicional? Villancicos y rock and roll, ¡mucho mejor que tocar la zambomba! Baila la #Navidad con @SusanaRLezaun, @Sintaxia_t, @ceciliaherreros, @abrirunlibro, Virginia Moyano y @txaro_cardenas. Clic para tuitear

Los villancicos que te harán ver la Navidad de otra forma

Los villancicos no son un rollazo

Por Mari Carmen Sinti

Me limpio las manos en el trapo de cocina que tengo colgado del cinturón del delantal. Me coloco un mechón de pelo que se me ha deslizado del recogido que me han hecho esta mañana en la peluquería y suspiro orgullosa mirando la bandeja que acabo de meter en el horno. El cordero me ha quedado estupendo, en su punto. Esa receta que ha ido pasando de madres a hijas y que contiene el secreto más valioso de mi familia, es algo que he ido perfeccionando con el paso de los años, pero no he querido tocar nada porque es así como se la transmitiré a Malena cuando llegue el momento.

Ajusto el termostato para que mantenga la carne caliente sin que llegue a secarse y me encamino al salón a terminar de poner la mesa. En ese momento se acaba el disco que estaba sonando y cae el siguiente. La habitación se inunda con las notas de «Birthday card at Christmas» de Jethro Tull. Me encanta ese álbum de villancicos de 2003. Bueno, en realidad, me gusta todo de Jethro Tull.

Los villancicos no son un rollazo —1—. Seleccionado por Cecilia Herreros

La mesa está perfectamente preparada, esperando que llegue la familia. Hoy nos reunimos todos, como cada año, para celebrar la primera noche de las fiestas navideñas. Subo a vestirme y maquillarme cuando, al pasar junto a la habitación de Eloy escucho la música que sale de su interior. Antes de reconocer la canción ya sé que es el heavy metal que tanto le gusta a mi hijo. Lo que no aprecio hasta que me encuentro más cerca, es que se trata de Guns N Roses y su villancico «White Christmas», muy adecuado a la época en la que nos encontramos. Toco suavemente a la puerta sabiendo que no lo va a oír. Vuelvo a hacerlo, esta vez algo más fuerte y la canción baja de tono.

Los villancicos no son un rollazo —2—. Seleccionado por Virginia Moyano

—¿Quién es?

—Yo, cariño. Estarán a punto de llegar. Estate atento por si llaman al timbre.

—Vale mamá.

Entro en la habitación y me encamino al cuarto de baño para una ducha rápida. Salvador se está afeitando con la toalla enrollada a la cintura. Me acerco y lo beso llevándome un rastro de la espuma de afeitar. En el reproductor de CDs que tenemos sobre el mármol del lavabo, los Ramones acompañan su labor con el villancico «Merry Christmas (I don’t want to fight tonight)» y sonrío recordando que este grupo que nació en Queens en 1974 y se disolvió veintidós años más tarde, en 1996, es el favorito de mi marido.

Los villancicos no son un rollazo —3—. Seleccionado por Susana Rodríguez Lezaun

Cuando salgo de la ducha, Salvador ya no está en el cuarto de baño, así que aprovecho para acabar de arreglarme delante del espejo. En un momento dado, miro al aparato que se ha quedado mudo. Se ha acabado el disco, aunque yo no lo haya escuchado entero, así que aprieto el botón de play y empieza de nuevo. Reconozco las primeras notas porque «Christmas is all around» es la reconversión que Billy Mack (Bill Nighy) hace de «Love is all around» de los Trogs para la película Love actually. Un tema de 1967 que vuelve a ser un éxito en el 2003 y en el que la letra es modificada para que se convierta en un villancico donde su amor sea por la Navidad. Sonrío. En música como en todo, la moda es cíclica.

Los villancicos no son un rollazo —4—. Seleccionado por Txaro Cárdenas

Ya maquillada, entro de nuevo en la habitación donde Salvador está acabando de darle los últimos toques a su atuendo. Está guapísimo tan elegante, anudando su corbata frente al espejo. Me acerco, hago que se gire hacia mí y acabo yo de retocarle el nudo. Le miro a los ojos y le digo:

—Todo lo que necesito en Navidad eres tú.

Me vienen a la mente las notas de «All I want for Christmas is you» y de la versión rockanrolera que Foghat, aquella banda de rock londinense de los ’70, hace de ese villancico. Es imposible no animarse con esa música.

Los villancicos no son un rollazo —5—. Seleccionado por Mari Carmen Sinti

—Date prisa en vestirte y bajar —me dice Salvador—. Creo que han llamado a la puerta. He oído a Malena cómo bajaba a abrir.

Cuando lo hago, unos minutos más tarde, mi madre aún se está quitando el abrigo después de haber saludado y besuqueado a sus nietos varias veces. A todos: a mis hijos y a mis sobrinos, aunque hayan venido con ella. A la mujer ya se le va la cabeza cada vez más a menudo y se te queda mirando mientras pregunta:

—¿Te he dado ya el beso?

Y te lo vuelve a dar. A ellos y a mí, varias veces, hasta que con cariño la acompaño a la mesa, seguida de Amalia mi cuñada a la que le pregunto dónde está mi hermano Sergio.

—Aparcando el coche, espero que no tarde mucho.

—No importa, voy a traer el vino, vamos a tomar una copita mientras le esperamos.

Mientras voy a la cocina, el equipo de música, que no ha dejado de sonar, me provoca con otro villancico, «Thank God it’s Christmas», un sencillo navideño escrito por Brian May y Roger Taylor a finales de 1984 como parte del disco The works de Queen.

Los villancicos no son un rollazo —6—. Seleccionado por Cecilia Herreros

Cuando llega Sergio, y después de los besos pertinentes, la familia se sienta, por fin, a la mesa. Mirando a mi alrededor y viéndome rodeada por mi madre, mi marido, mis hijos, mi hermano y su familia, no puedo más que sentirme feliz y dichosa.

No he querido pensar en mi padre, hace tan poquito que estaba ocupando la silla al lado de mi madre, que el solo recuerdo de su ausencia está a punto de hacerme llorar. Y como si el azar no existiese y todo estuviera orquestado y confabulado, el villancico que empieza a sonar en el equipo es «Let it snow» de Frank Sinatra, su cantante favorito y por un momento el silencio que se ha hecho en la mesa es tan solo roto por la voz extraordinaria del mejor crooner que ha habido y que habrá.

Los villancicos no son un rollazo —7—. Seleccionado por Mari Carmen Sinti

Mi madre se queda absorta en sus recuerdos y sé que este es uno de esos momentos de lucidez en los que distingue perfectamente el presente del pasado y sabe que él ya no está. Una lágrima en sus ojos gana la delantera a la que pugna por salir de los míos.

Malena, más rápida que yo, se levanta de la silla y alzando la copa dice:

—Brindemos por todos nosotros, por una Navidad más.

Y le hace una seña a Eloy, guiñándole un ojo, que quiere decir «quita ahora mismo esa canción y pon otra cosa». Y eso es lo que mi hijo hace. Se levanta y coloca en el plato «Someday at Christmas», un villancico de Pearl Jam que ha servido para romper este momento triste y tenso y que los ánimos vuelvan a su cauce.

Los villancicos no son un rollazo —8—. Seleccionado por Virginia Moyano

Dejo que acaben las notas de esta canción tan alegre y mientras los jóvenes ayudan a Amalia a recoger la mesa y los hombres traen los postres, turrones y bebidas, preparo el tocadiscos para el resto que nos queda de velada, hablando y riendo en la mesa.

Escojo varios discos que voy colocando en el pincho del tocadiscos para que caigan uno tras otro. Y el primero ha de ser, sin duda, BB King con su maravilloso villancico a ritmo de blues «Christmas celebration».

Los villancicos no son un rollazo —9—. Seleccionado por Cristina de Abrir un libro

Antes de que la gente joven me miren con cara de «mamá, qué carroza eres» aprovecho para colocar el villancico «Blue Christmas» cantado por otro rey, esta vez Elvis Presley. Cierro los ojos y me transporto a otro momento y otro lugar. ¿Qué tiene la música que puede hacernos viajar en el tiempo mucho más rápido que un olor o un sabor? No hace falta mucha imaginación para ver la sonrisa de Elvis y esa mirada pícara que nos regalaba, con la que nos volvía locas a todas las chicas y parte de los chicos, que querían ser como él y tener ese magnetismo.

Los villancicos no son un rollazo —10—. Seleccionado por Susana Rodríguez Lezaun

El siguiente villancico nos pilló sentados a la mesa, escuchando los logros de los jóvenes, sus estudios y sus amores, tema del que, como buenos adolescentes, no querían ni oír hablar. Previendo que el tema anterior me iba a dejar más ñoña de lo necesario, había colocado posteriormente un villancico mucho más marchoso, «It’s Christmas time» de Status Quo. No pudiendo resistir más, Amalia y yo nos levantamos y empezamos a bailar, invitando al resto a que nos siguieran. Con una sonrisa convencí a Salvador que se acercó a mi lado y me acompañó moviendo la cabeza al ritmo de la música. Poco después lo imitaron Sergio, mis hijos y mis sobrinos, y por un momento la casa se convirtió en una sala de baile donde todos nos movíamos y coreábamos la canción bajo la mirada de mi madre que sonreía complaciente y feliz.

Los villancicos no son un rollazo —11—. Seleccionado por Cristina de Abrir un libro

La cena ha acabado, la gente se ha despedido y marchado a su casa. En medio del salón miro la mesa con los restos de nuestra tertulia, de nuestra fiesta, de parte de nuestras vidas compartidas con alegría, amor, ilusión.

Estoy agotada, así que antes de recoger decido tomarme un rato para mí misma. Elijo un villancico con historia y mientras lo pongo y me siento a escucharla con una última copa en la mano, la rememoro: «Peace on Earth» o «Little Drummer Boy» es un villancico interpretado por David Bowie y Bing Crosby. «The Little Drummer Boy» es una canción navideña escrita en 1941, mientras que la canción ‘Peace on Earth’ y las letras, escritas por Ian Fraser, Larry Grossman y Alan Kohan, se agregaron a la canción especialmente para la grabación de Bowie y Crosby en 1977 para el especial de televisión Bing Crosby’s Merrie Olde Christmas.

Los villancicos no son un rollazo —12—. Seleccionado por Txaro Cárdenas

Crosby murió el 14 de octubre, casi cinco semanas después de grabar el especial en Elstree Studios, cerca de Londres. En Estados Unidos, el programa se emitió poco más de un mes después.

Salvador se acerca con mis zapatillas en la mano, se arrodilla y, descalzándome, las pone en mis pies. Se sienta a mi lado, él también con una copita. Brindamos mirándonos a los ojos y deseándonos:

—¡Feliz Navidad!

Rock and Christmas: todos los villancicos que jamás pensaste escuchar hasta que leíste este post

En Spotify, por cortesía de Cecilia Herreros, que nos ha preparado una lista exquisita.

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¡Feliz Navidad!

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Textos: Susana Rodríguez Lezaun y Mari Carmen Sinti.

Selección de villancicos: Cecilia Herreros, Virginia Moyano, Cristina de Abrir un libro, Susana Rodríguez Lezaun, Mari Carmen Sinti y Txaro Cárdenas.

Edición: Txaro Cárdenas.