La autora de Solo inclasificable, la pacense Efi Cubero, lo es también de los siguientes poemarios: Fragmentos de exilio (1992), Altano (1995), Borrando márgenes (2004), La mirada en el limo (2005), Estados sucesivos (México, 2008), Ultramar (2009), Condición del extraño (2013) y Punto de apoyo (2014). Además de su libro de ensayos Esencia (2021), ha colaborado con el pintor Paco Mora Peral en Mesa para tres (2021). Numerosos poemas, ensayos, y narraciones suyas, así como entrevistas a personajes del mundo del arte y el pensamiento, han aparecido en antologías y revistas académicas o literarias de España y América. Efi Cubero realizó estudios de Historia del Arte, Lengua y Literatura en Barcelona, ciudad en la que residió desde niña.

En Solo inclasificable ella se esmera en seguir, al pie de la letra, el precepto machadiano que prescribe que solo en el silencio —el aspecto sonoro de la nada— puede el poeta gozar plenamente de su faceta de cantor descubridor de un mundo de armonías. Dividido este libro en cinco partes con términos sonoros como epígrafes, la música juega en él un importantísimo papel.

El ensayista y poeta norteamericano (de origen madrileño) George Santayana entendía la poesía como algo secreto y puro, algo así como una mágica percepción que enciende el entendimiento al modo de los reflejos en el agua, siempre inquietos y fugitivos. El poeta atrapa el encanto de cualquier cosa desde un sentimiento que, si bien involuntario, participa del éxtasis, la ironía, la tristeza y… la música.

Porque junto a la revelación de su misterio toda poesía grande ofrece música en la palabra, nunca debemos perder de vista esa innata condición musical del verso bien hilado. Los poemas tienen que «sonar», convertirse en música fonética cuando los pronunciamos hacia el interior o a través de la voz. Las palabras con su musicalidad colaboran decisivamente en el milagro de trasladarnos a otra realidad; una realidad poética que de inseparable manera comparten escritor y lector. En las ochenta y dos composiciones que conforman Solo inclasificable, la poesía logra liberarse del sentido común, del sentido recto y del sentido único. Efi Cubero goza dando a sus versos, con diferentes movimientos rítmicos, la máxima libertad de asociación, dirección, extensión y composición. En ella la poesía aviva lo que toca. La poesía mira a lo lejos, pero desde dentro y con la mejor música: la que los entregados lectores escuchamos en nuestra más sensible intimidad.

Precedido por una cita de Walter Pater, y a modo de proemio, el poema «Solo» delimita las dimensiones del tablado donde se mueve la música: su abismo y ascensión.

SOLO

Un solo se interpreta en el vacío:
su ejecución te impedirá el reposo.
Aristas acusadas
en una dimensión extratemporal,
abismo de absoluto,
ascensión de fracaso.
				Solo inclasificable.

Vienen a continuación las citadas cinco partes.

I. ACORDES (conjuntos de dos o más notas diferentes que constituyen unidades armónicas) consta de seis poemas. El camino de la vida, favorecido por los instrumentos musicales y por sus notas, callado por el confinamiento de la pandemia («Armadura de clave»); el misterio anidando dentro de la epidermis («La piel»); la benevolencia creada por la luz doméstica cuando el mundo permanece nevado («Refugio»); frente a la inmensidad de la nada el desnudo del cuerpo como armónica y silenciosa nota («Nada»); y los interrogantes sobre el destino del alma en el otro mundo («Filos») o el fuego y la partitura propia que la definen («Ley»).

[4] NADA

Sabías que cuando me desnudaba por entero,
porque ya no era yo sino esa nota
que golpeaba sobre los silencios
para encontrar la escala en la armonía
frente al fortíssimo de la inmensa nada.

II. CONTRAPUNTO (creación de líneas musicales que se mueven independientemente unas de otras pero guardando una relación armoniosa entre ellas) viene formado por quince composiciones. La fortuna del poeta encontrando a quien lo ayuda («¿Quién?»); el encuentro entre un insomne y un músico ciego («La luz»); la luz del cielo resguardando la espiritualidad («Icono»); la mirada creando cualquier escrito («Caligrafía»); la senectud, fuente de sinceridad («Sentido»); el pasado aclarado en el presente («Secuencias»); los silencios necesarios en la música y en la poesía («Silencios»); el fuego creativo y la palabra crean un pacto («Rito»); el deseo de huida de la poeta conjugándose con el tiempo («Prólogo»); naufragios generando islas y azares («Ad libitum»); a mapas y fiables brújulas la viajera complementa con el cielo y sus estrellas («Mapas»); el enigma del mar en diálogo con agua y fuego («Espiral»); la poeta oponiendo a fronteras la desviación que genera sus pensamientos propios («Linderos»); las brújulas orientando el camino que tú les impones («Brújula»), y el mundo proyectándose sobre los nombres impuestos («Arcilla»).

[11] SENTIDO

Hallar nuevo sentido en este tiempo
revelador de arrugas.
La vida sin afeites donde vuelves,
igual que los viajeros de más allá del túnel,
desmaterializando las certezas.

III. ALLEGRO (composición musical que se ha de interpretar con movimiento moderadamente vivo). Para la parte más regocijante de Solo inclasificable la poeta encuentra fuente de inspiración, para mostrar su acomodo existencial, en la naturaleza y sus múltiples manifestaciones: así, el aroma de los árboles le lleva a la inmortalidad [27], su ritmo y sonidos naturales le son propiciatorios [26] y [28], el estiaje de un río que se tragó también a los ausentes [29], los pájaros, en los árboles motivo de paz y lucidez, y en vuelo símbolo de la libertad [31], el limonero, cargado de frutos amargos como la vida [32], la lluvia creando su líquido y humilde lenguaje [34], la luz del sol acompaña a la poeta [24] y [37] y está por encima de la ceguera de su yo [36], la encina echa raíces gracias al humus del subsuelo [38], o la caudalosa tierra dejando sus huellas escritas en el aire [41].

[36] NATURALEZA

Forjada en la armonía y en la incredulidad,
me acerco a este recinto inagotable
prolongación de suelos reflexivos.

Orgánica y secreta, esta naturaleza
de las cosas, la de mi propio yo,
todo ceguera,
lo que no impide a veces que vislumbre
la verdad constatada
de la iluminación que nunca obtuve.

IV. ANDANTE (composición musical que se ha de interpretar con movimiento moderadamente lento). Efi Cubero escoge este ritmo para revelarnos su condición de vate y las vicisitudes que tal ocupación conlleva —así como su cosmogonía implícita. La vida interior, eterna [43] y capaz de traspasar muros [45], la escritura desde el rigor [44], trazar esa línea profunda que te aleja de la multitud [47], la efímera vida de la más rompedora escritura, arrastrada también por el curso del tiempo [48] y cómo su esencia debe prolongarse a estos tiempos tan sin espíritu [49], obrar como el agua, erosionando y sedimentando [53], la música, potente y frágil, compañera de viaje hacia la quimera [56], el ascético camino de la armonía [57] para desprenderse de lo superfluo y así dialogar con el misterio [58], los encuentros y desencuentros en una gran urbe son motivo de desasosiego para la poeta víctima del vértigo [60], y la interpretación del saxofonista Coltrane rompiendo barreras de incomunicación y posándose ferazmente en la irrealidad del espectador-poeta [64].

[60] DESENFOCADO

[…] Un mundo abstracto de dolor y magia donde entender la misma complejidad del mundo, ser partícipe de la propia extrañeza, crear una metáfora del fragmento de un plano que se extiende y se dobla al infinito. […]
[64] JAZZ

Las últimas barreras se fueron derrumbando,
los ojos de altos muros de los desconocidos
reflejaban colores diferentes.
Vivas como el deseo las notas traspasaban
otra clase de incendio.

La incomunicación del humo espeso se desvanecía,
como si se rasgara un velo antiguo.

Las cítaras sonaban acompañando al saxo.

Se encendieron los móviles en la noche despierta.
Calló Coltrane y apagué la luz.

Los cascos olvidados en la pequeña mesa
sobre la irrealidad del solitario.

V. ADAGIO (composición musical que ha de interpretarse con movimiento lento). Para paliar la pérdida del ser amado la poeta escoge esta cadencia pausada y minuciosa que, a la hora de honrar su memoria, tan bien se adapta a una catarsis sostenida durante diez composiciones.

Esta última parte del libro es ciertamente intensa, sobrecogedora.

En «Compás de ¾» los recuerdos vividos con el amado dejan el poso de lo indisoluble; la cercanía que fue fuego es hoy solo pavesas («Horizonte»); un vacío Café retrotrae felices momentos vividos, convertidos en despedida («Hora»); la inane espera del ausente afianza en la poeta sentimientos de segura muerte («Espera»); los cuidados prestados al amado sobreviven en aquellos eternos y agradecidos ojos («Pacto»); las fotografías no sustituyen el vacío dejado por el ausente: en ellas perdura su luz, pero al abrazarlo solo encuentra aire («Fotografías»); el acariciado cabello del amado, al sol, es ya tan solo ceniza que abrasa («Sol»); sin el ausente, la ciudad es un conjunto de frías aceras alejadas del profundo cielo («Partida»). La solución a tanta irreparabilidad es encontrada por la poeta recluyéndose en una actualidad que aún ilusoria y sin futuro debe interiorizarse («Presente») o bien tratando de atenuar su aislamiento vital acompañándolo con los vivos recuerdos del amado ausente («Soledad»).

[65] COMPAS DE ¾

[…]

Carente de señales identificatorias
regresas hacia el borde de aquel tiempo escindido
por la imantada noria que vuelve sobre el sueño
de una tela de araña —sin araña ni presa—
tejiendo en la memoria la alegría de lo que fue indisoluble.
 [73] ESPERA

Espacios de la ausencia,
un pensamiento guarda
lo que ensancha la fuga.
Puedo decirte
que sigo aquí
y espero
libre y segura
de mi propia
muerte.
[81] SOLEDAD

Hallar el corazón 
del acontecimiento,
descorrer las cortinas,
reivindicar el hecho
de que sigues aquí.
Para eludir la muerte
atestiguar la vida

El lirismo de Solo inclasificable hace sonar las secretas relaciones que hay entre el mundo exterior y los más recónditos, y variados, sentimientos humanos. Para ello, usando diferentes ritmos y armonías, su autora encuentra el tono justo de cada palabra, transformándolas por su gracia en perdurables quilates poéticos. Pierre Louÿs dijo: «Un poema nace así: Primero estilo. Luego, invención. Y la composición es obra de la naturaleza; se hace por sí sola; no le pongas trabas». La gozosa sensación que logra la mezcla del esfuerzo creativo con la intuición genial ha predominado durante nuestra lectura de unos versos muy grandes, erigidos tanto desde el regocijo como desde el dolor. Imprescindibles. No se pierdan a Efi Cubero.

El lirismo de Solo inclasificable de @EfiCubero hace sonar las secretas relaciones que hay entre el mundo exterior y los más recónditos, y variados, sentimientos humanos. #Reseña de Manu López Marañón. @Siltola. Share on X

Solo inclasificable

Efi Cubero

La isla de Siltolá

Casa del Libro

Reseña de Manu López Marañón

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