Rachel J. Bladovich despierta en una cama sin saber dónde está. Le han dado una paliza y está atada. Se ha vuelto a meter en líos. Sólo recuerda que vive en Los Ángeles en 1950, es detective privado y que su vida es un desastre. Necesita recordar qué faldas o qué caso la han llevado hasta allí. Lo descubriremos todo en En blanco y negro, de Prado G. Velázquez.

Rachel despierta en una cama sin saber casi quién es, el lector despierta en un mundo en blanco y negro a finales de los años 40. Un mundo en el que las mujeres tienen un papel secundario, aunque esto no es exacto en En blanco y negro; en esta novela quienes llevan todo el peso de la historia son cuatro mujeres: Rachel, Violet, Nadine e Isse. En un mundo machista, en el que las mujeres sólo pueden ser prostitutas o amas de casa, nos encontramos con una mujer que hace un trabajo de hombres, es lesbiana, vive sola, es rebelde y va tirando. Qué más se le puede pedir.

Ataviada con pantalones y con una alianza, acepta un caso que no parece demasiado complicado. El Sr. Grann le pide que averigüe quién le soborna. Su mujer Violet es la encargada de entregarle los pagos al chantajista y Grann sospecha que ella tiene un romance con el extorsionador. A partir de aquí se desencadena una trama de asesinatos, de engaños y de violencia que llevan a Rachel a estar atada en una cama.

Prado G. Velázquez realiza un claro homenaje al cine negro y a la novela negra de los 40 y 50. En blanco y negro está salpicada de guiños al cine y a las novelas negras: Katharine Hepburn, La dalia negra… Aparecen todos los clichés de la época, pero Prado G. Velázquez les da una vuelta completa.

En blanco y negro de @pradogvelazquez, @editorialegales: homenaje al #cinenegro y a la #novelanegra de los 40 que hará que el lector disfrute con una historia que no cae en estereotipos. #Reseña: @almudenatalias. Clic para tuitear

En blanco y negro está narrada en primera persona. El lector sabe en cada momento lo que Rachel piensa. Desde el principio nos damos cuenta de que Rachel no encaja en ningún patrón de la sociedad patriarcal. Rachel no es una mujer fatal que busca manejar a los hombres y no es una damisela sumisa cuyo único objetivo es el matrimonio. Ella es una mujer inteligente y con ideas propias que disfruta del sexo y cuya inteligencia le permite sobrevivir en un mundo de hombres. Una mujer en los años 40 y encima lesbiana estaba abocada a acabar mal, muy mal. Pero ya va siendo hora de que haya personajes de novela negra que pertenezcan al colectivo LGTB, como en el mundo real, que, a veces, es menos real que la ficción. Sí, todavía es necesario normalizar a muchos colectivos en esta sociedad que está retrocediendo peligrosamente.

En blanco y negro, de @pradogvelazquez, @editorialegales: una #novelanegra ambientada en Los Ángeles en 1950 con protagonista #LGTB. #lectura recomendada por @almudenatalias. Clic para tuitear

Prado G. Velázquez nos empuja violentamente a una película en blanco y negro en la que el jazz, el whisky y las pistolas son instrumentos poco delicados en manos femeninas.

Disfrutemos de ello.

 

En blanco y negro: @pradogvelazquez nos empuja violentamente a una película en blanco y negro en la que el jazz, el whisky y las pistolas son instrumentos poco delicados en manos femeninas. @editorialegales. @almudenatalias. Clic para tuitear

 

 

En blanco y negro, de Prado G. Velázquez: homenaje al cine y la novela negros

 

En blanco y negro

Prado G. Velázquez

Editorial Egales

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Reseña de Almudena Natalías

Portada para la reseña: David de la Torre

 

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