La poesía de Rosa García-Gasco traza, a un lado y otro del espejo, los mapas de la memoria y el olvido. Personajes, objetos, tiempos y lugares se encuentran, se extravían, reviven y centellean en los poemas de Memoranda, publicado por Libros Indie.
Rosa García-Gasco es viajera entre mundos. Lo fue ya en una de sus novelas, Ciudad de niebla: vuelve a serlo en Memoranda.
La poesía de @rosaggv traza, a un lado y otro del espejo, los mapas de la memoria y el olvido. Ella es viajera entre mundos. Lo fue ya en una de sus novelas, Ciudad de niebla: vuelve a serlo en #Memoranda. @Arteyprecine. Share on XRosa García-Gasco Villarrubia, Memoranda (2019)
El poemario —mapa, antorcha— comienza con unas palabras escritas hace más de dos mil cuatrocientos años. Podemos leerlas en una lámina de oro conservada en el Museo Arqueológico Nacional de Vibo Valentia, en Calabria: «Esto es obra de Mnémosine». La breve inscripción nos advierte –nos recuerda- que, cuando atravesemos el umbral, no debemos beber en la fuente junto a la cual crece un ciprés blanco, sino en la laguna de Mnemósine, donde hallaremos «agua que corre fresca…».
Recuerda… Aunque es la escritura la que recuerda «desde tus letras».
Lámina de Hiponio
Memoranda reúne veintiún poemas. O cuarenta y uno, según se mire, porque «a cada recuerdo un par le corresponde: / un apéndice». En varias ocasiones se alude, en el poemario, a ese desdoblamiento especular que sitúa la escritura a un lado y otro lado del tiempo, de la memoria y del olvido: un reflejo en el agua o, como leemos en uno de los poemas, «Al otro lado / de los espejos».
Los poemas de García-Gasco dibujan un mapa o muchos mapas minúsculos que son imprescindibles «para orientarte / al Otro Lado». Mapas pequeños, bosquejados incluso en post-its, como indica uno de los poemas, porque el recuerdo es fragmentario. Así lo reflejan las imágenes que, como destellos, nos ofrece la autora: granos de arena, jirones, astillas, gotas del agua de la fuente, de la lluvia…
«mapas de luz y venas
de nuevo en el espejo».
Asoman, en los poemas de García-Gasco, poetas, dioses y héroes procedentes de otro de los mundos que frecuenta la autora. ¿Otro de los mundos? Quizá sea el mismo, de otro modo expresado. Safo, Endimión, Orfeo, Ariadna, Nono, Hipatia y otros seres reales por ficticios, ficticios por reales, se deslizan en la escritura de un tiempo que, al mismo tiempo, es otro tiempo: aquel en el que nos ha correspondido vivir. Las ciudades del texto se pueblan, así, de metros, farolas, autobuses, televisores, radios, máquinas de escribir.
(Escuchamos a Radiohead en la ciudad de las fuentes; escuchamos también a Led Zeppelin. Es una despedida).
Safo, Endimión, Orfeo, Ariadna, Nono, Hipatia y otros seres reales por ficticios, ficticios por reales, se deslizan en la escritura de un tiempo que es otro tiempo: aquel en el que nos ha correspondido vivir. @rosaggv @Arteyprecine. Share on XTambién se despide el Minotauro. El que recorre el laberinto de Memoranda es el mismo que habita la casa de Asterión. «—¿Lo creerás, Ariadna? —dijo Teseo—. El minotauro apenas se defendió», escribe Borges. Leemos en el poema de García-Gasco estas palabras que el minotauro dirige a Teseo: «Tú me liberarás. Después escribe / que no luché (sé fiel en tu relato)».
Leonora Carrington, Y entonces vimos a la hija del Minotauro
Laberinto, ciudad, fuente, desierto, mapa: texto atravesado por pliegues —cicatrices— y por letras de fuego —no existe en el desierto otra escritura—. «Si las letras son, en realidad, de fuego, ¿cómo pueden no consumirse a sí mismas?», pregunta George Steiner. «¿Qué escritura oscura cuando viene el fuego?», dice Yves Bonnefoy.
El fuego que incendia las palabras. El viento que arrastra y que destruye. El tiempo y el olvido. «(Hay fechas que se instalan / como agujeros negros)».
«¿Y tú me dices “abandona”?», pregunta Hipatia. No, no abandones. Recuerda el «agua que corre fresca…». Recuerda la ciudad de las fuentes.
«Bebió de todas, y sus aguas
nunca calmaron el silencio»
Rosa García-Gasco nos ofrece, en Memoranda, un mapa y una antorcha. A ti te corresponde, lector, trazar tu propio mapa, encender tu luz.
«Esto es obra de Mnémosine».
#Poemario. @rosaggv nos ofrece, en #Memoranda, un mapa y una antorcha. A ti te corresponde, #lector, trazar tu propio mapa, encender tu luz. @Arteyprecine. Share on X
Rosa García-Gasco Villarubia es Doctora en Filología Clásica y Máster en Teatro y Artes Escénicas por la UCM. Ha publicado los libros Orfeo y el orfismo en las Dionisíacas de Nono, Ciudad de niebla, En tierra de reinas y Memoranda.
Memoranda
Rosa García Gasco
Páginas: 58
Formato: Tapa blanda 13×20
ISBN: 9788418112454
Año: 2019
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Reseña de Carmen Pinedo Herrero
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