Han tenido que pasar varias décadas para que el director Martin Scorsese regrese a uno de sus temas fetiche, los negocios de la Mafia. Para nuestro gozo no lo hace solo, cuenta para ello con Robert De Niro, que no trabajaban juntos desde la película Casino de 1995. Además Scorsese ha contado también con Al Pacino, con el que nunca antes había colaborado y logró convencer a Joe Pesci, que se encontraba retirado desde 1999 dedicado a la música, para que regresara a la actuación, aunque le costó lo suyo ya que al parecer rechazó hasta cincuenta veces el papel, y finalmente también ha incorporado al proyecto a Harvey Keitel. Con estos actores, el director vivo más grande de Estados Unidos realiza la película El irlandés, y Netflix se hizo con los derechos del film cuando Paramount renunció a continuar la producción porque el presupuesto se había disparado hasta los 180 millones de euros. 

Las circunstancias del estreno

Como ya sucediera con La Balada de Buster Scruggs (2018) de los Hermanos Coen o Roma (2018) de Alfonso Cuarón, Netflix anunció que renunciaba a un amplio estreno en cines de El Irlandés, como hubiese sido habitual para un film que aspira a los Oscar. Netflix estuvo negociando con varias cadenas de exhibidores, ya que Scorsese quería un gran estreno en el máximo número de salas de cine, la cadena de televisión estaba dispuesta a dar hasta tres semanas de exclusividad a las salas, pero todas las negociaciones parece ser que han fracasado.

En España la película de Scorsese solo se ha estrenado en 45 salas de cine y es que Netflix no está interesado en la economía de los exhibidores «ese, no es su negocio» asegura. En nuestro país, normalmente, desde que se estrena una película en la gran pantalla, hasta que aparece en una plataforma digital o en DVD, transcurren una media de 112 días, en el caso de El Irlandés, Netflix únicamente ha cedido 12 días. La polémica está servida y nos arroja a una apasionante paradoja sobre el futuro del cine y de los cineastas pertenecientes a una época llamada a desaparecer.

El Irlandés

El Irlandés es una película épica de casi tres horas y media sobre la violenta historia estadounidense de los años sesenta a los ochenta, filmada ingeniosamente por el director de fotografía Rodrigo Prieto y con la genial edición de la eterna Thelma Schoonmaker, colaboradora habitual de Scorsese. El guión de Steve Zaillian, autor también de Gangs of New York o La lista de Schindler, permite a Scorsese combinar una acción avasalladora con tomas cómicas de algunos rituales de la Mafia que nos muestran el lado más humano y conmovedor de algunos sicarios. Son precisamente los rasgos de humanidad que nos muestran los monstruos lo que más nos asusta, porque podemos llegar a sentirnos identificados con ellos. 

El Irlandés, de Martin Scorsese: Una entrañable y violenta carta de despedida 3

En #TheIrishman Scorsese combina una acción avasalladora con tomas cómicas de algunos rituales de la Mafia que nos muestran sus rasgos de humanidad y es lo que más nos asusta, sentirnos identificados con ellos. @OrdunaMaite #cine. Clic para tuitear

El guion es una adaptación de la biografía escrita por Charles Brandt sobre Frank Sheeran, más conocido como el Irlandés. Fue un sicario responsable de más de 25 asesinatos, entre ellos el de Jimmy Hoffa, poderoso jefe del sindicato de camioneros que usaba su millonario fondo de pensiones para hacer negocios con la Mafia y que desapareció en 1975. El FBI no logró resolver el caso hasta que el propio Sheeran, ya en su lecho de muerte, se confesó culpable. El escritor Charles Brandt dedicó cinco años al seguimiento de Sheeran; este es el fruto de los cientos de horas de grabación de sus conversaciones y la investigación que se llevó a cabo, que terminó relacionando al asesino a sueldo y a Hoffa con la familia Kennedy.

Se ha hablado y escrito mucho sobre la desaparición y muerte de #Hoffa. #Scorsese, en este incomparable testamento cinematográfico lo aborda con todo su arte. #ElIrlandés, @TheIrishmanFilm. @OrdunaMaite. Clic para tuitear

El Irlandés, de Martin Scorsese: Una entrañable y violenta carta de despedida 4

Esta vez, Scorsese aborda al asesino más cruel de todos: la vejez. Encontramos a Frank Sheeran (De Niro), un soldado de la mafia de la vida real, en un hogar de ancianos del área de Filadelfia poco antes de que el cáncer lo venciera en 2003 a los 83 años. En el inicio de la película, la cámara sigue a un Sheeran débil, en silla de ruedas, solo, su familia parece haberle dado la espalda y sabe que se encuentra condenado al olvido. Tal vez por ello se decidió a contar su historia y la de sus amigos y enemigos, todos ellos muertos, de forma violenta o víctimas de terribles estragos físicos ocasionados por los achaques de la vejez. 

El Irlandés, de Martin Scorsese: Una entrañable y violenta carta de despedida 5

Sheeran nos cuenta su carrera como «irlandés» en la última mitad del siglo XX. A través de flashbacks, la acción transcurre en tres momentos distintos, cuando Sherman conoce a Russell Bufalino, extraordinario Joe Pesci, y es reclutado como pintor de casas con la sangre de sus víctimas, época que coincide con momentos históricos como los éxitos de los Kennedy, la invasión cubana y la crisis de los misiles y sus vínculos con la mafia. En esta etapa nos muestra a un De Niro rejuvenecido gracias a los efectos especiales de Industrial, Light & Magic.

De Niro rejuvenecido gracias a los efectos especiales

De Niro rejuvenecido gracias a los efectos especiales

Una segunda acción transcurre durante los años setenta y la desaparición del Jimmy Hoffa, que coincide con el ascenso de Nixon al poder, el caso Watergate, el impeachment y la dimisión de Nixon. La interpretación de Pacino como Hoffa resulta un poco histriónica, pero ya le sucedió lo mismo a Jack Nicholson en la película Hoffa (1992) dirigida por Danny DeVito. Por lo que podemos pensar que el personaje era así en realidad, un tipo muy particular, lleno de energía y de carácter arrollador. Condenado por sobornar a un jurado que investigó sus vínculos con jefes de la mafia, Hoffa pasó siete años en prisión, hasta el 10 de septiembre de 1971, en que el presidente Richard Nixon conmutó su sentencia con la condición de que no participara en actividades gremiales durante al menos diez años. Hoffa planeaba apelar esa decisión, para recuperar el poder del sindicato, pero desapareció a las 14:45 horas del 30 de julio de 1975 en el estacionamiento del restaurante Machus Red Fox en Bloomfield Township, un suburbio de Detroit (Míchigan). Había sido citado para encontrarse con dos líderes de la mafia, Anthony Tony Jack Giacalone (de Detroit) y Anthony Tony Pro Provenzano (de Nueva York).

Al pacino como Jimmy Hoffa

Al pacino como Jimmy Hoffa

En El Irlandés, Scorsese vuelca su mirada sobre esos leones criminales, en sus cuerpos envejecidos y en mal estado, en su decadencia, en su muerte física y finalmente en su muerte espiritual pasando a formar parte de un historia olvidada. Y mientras van transcurriendo el metraje, nos embarga una sensación crepuscular, una trágica despedida de una forma de hacer cine que Scorsese cree está llamada a desaparecer. 

Y mientras van transcurriendo el metraje, nos embarga una sensación crepuscular, una trágica despedida de una forma de hacer cine que #Scorsese cree está llamada a desaparecer. #ElIrlandés, @TheIrishmanFilm. @OrdunaMaite Clic para tuitear

Cuando Scorsese declaró «He intentado ver algunas de las películas de Marvel y no son para mí, pues me parecen más parques de atracciones que películas tal como las he conocido y amado durante mi vida» y que, al final, no creía que fueran cine, se armó un gran revuelo a tal punto que tuvo que matizar su respuesta en una entrevista concedida al New York Times y en su aclaración nos encontramos con la verdadera esencia de la película El Irlandés

Para mí, para los cineastas que llegué a amar y respetar, y para los amigos que empezaron a rodar películas al mismo tiempo que yo, el cine consistía en una revelación. Una revelación estética, emocional y espiritual. Giraba en torno a los personajes: la complejidad de las personas y sus naturalezas contradictorias y a veces paradójicas, su capacidad para herirse y amarse unos a otros y, súbitamente, enfrentarse a ellos mismos. Consistía en confrontar lo inesperado en la pantalla y en la vida que dramatizaba e interpretaba, y expandir la sensación de lo que era posible en esa forma artística. Esa era la clave para nosotros: el cine era una forma artística.

En pantalla grande o en televisión, no podéis perderos esta carta de despedida entrañable y violenta de uno de los directores más grandes de la historia del cine.

En pantalla grande o en televisión, no podéis perderos esta carta de despedida entrañable y violenta de uno de los directores más grandes de la historia del cine. #ElIrlandés, @TheIrishmanFilm. @OrdunaMaite Clic para tuitear

Maite Orduña Miró