12 de marzo de 2014. Museo de San Telmo, Donostia. Julio Anguita presentaba su libro Contra la ceguera, escrito a cuatro manos con el otro Julio, mi amigo, el periodista Julio Flor.
Hoy, 16 de mayo de 2020, no son las doce y media del mediodia todavía, me ha llegado la noticia de que su generoso corazón ha dejado de latir.
Julio Anguita no ha podido más. Y los que lo admiramos y quisimos estamos desolados.
Huérfanos.
Se ha ido un amigo. El amigo del pueblo. El hombre sabio. El maestro.
Soy un docente metido a político. Y se ha notado.
Aquella noche, la del 12 de marzo, la de la presentación, llegué a casa y transcribí todo lo que pude sobre la entrevista (ver completa aquí) que le realizó Xabier Bermúdez y todo lo que mi memoria me permitió retener de la charla que sostuvo con los que estuvimos con él en San Telmo.
El saber y el estudiar son un arma de primera calidad.
Antonio Gramsci
Austeridad, utopía, pensar, leer, el yunque y la pluma. Julio Flor lee pasajes del libro, recita ¡VER! de Buero Vallejo, cita a Vicente Aleixandre, a Antonio Gramsci. Declama.
Julio Anguita, que momentos antes de la presentación ha «reconocido» con un gesto entre divertido y aliviado, que el método elegido por el periodista portugalujo para la presentación del libro ha sido todo un acierto, le da la réplica desgranando paso a paso, su pensamiento.
«El anarquismo creó los primeros ateneos libertarios, donde los obreros iban a aprender, porque sabían que tenían que enfrentarse a un adversario que tenía el conocimiento. Yo no entiendo cómo el movimiento obrero ha podido despreciar el conocimiento».
El conocimiento como llave para cambiar la realidad, para hacer que esa utopía sea posible. Porque lo es.
#JulioAnguita: «Soy un docente metido a político. Y se ha notado». Mi homenaje al hombre que me enseño tantas cosas @txaro_cardenas. Share on XUna tarde con Julio Anguita
12 de marzo, Museo de San Telmo. Son ya las cinco y media y la rueda de prensa a punto de comenzar, pienso, algo nerviosa, sin separar la vista de la puerta principal.
Luce una tarde soleada y un cielo azul esperanza ampara los juegos de los niños en la plaza Zuloaga. Por fin franquean el umbral del museo los dos Julios: el periodista Julio Flor, llevando bajo el brazo el cartel del evento, y a su lado, un hombre que se reconoce tímido pero que al darte la mano te transmite la energía de una persona firme y segura. Ese hombre es Julio Anguita.
El Museo de San Telmo es un antiguo convento dominico construido en las faldas del monte Urgull y alberga en su interior un espacio digno de mención, la iglesia, reutilizada como salón de actos y decorada con los fascinantes murales del pintor catalán Josep María Sert, que servirá de escenario para presentar Contra la Ceguera, un libro escrito a cuatro manos.
Pero antes, la entrevista para una televisión local. Bajo el cielo azul esperanza del bellísimo claustro del museo, Julio Anguita contesta a las preguntas de un joven periodista, (Xabier Bermúdez), no sin antes bromear con el cámara sobre la dificultad hoy en día en distinguir entre derecha e izquierda y sobre la búsqueda de un concepto nuevo, que bien pudiera ser «universal».
—Algunos políticos envían mensajes como «estamos empezando a ver la luz después del túnel…».
—Sí, como aquel que decía, «estoy empezando a ver la luz» mientras se precipitaba al vacío…
—Ante el alto número de parados, hay quien dice que esto le puede interesar al empresario como manera de meter miedo al trabajador para que pueda aguantar más en un trabajo mal pagado u obligarle a llevar a cabo tareas que no debería hacer.
—Si eso es así, me recuerda aquel cuento de un gitano que compró un burro y le quiso enseñar a no comer y cuando pasaron 50 días se murió. Y decía el gitano: «mira, cuando había aprendido a no comer se ha muerto».
En el momento en el que los trabajadores no ganen dinero o ganen poco, olvidamos un concepto: el trabajador es también un consumidor y en el momento en que el trabajador no pueda ser consumidor, al empresario se le hunde la fábrica. Luego es un pensamiento, perdón, bastante tonto.
—Frente Cívico Somos Mayoría.
—No somos un partido político, ni la marca blanca de un partido existente. Hay una inmensa mayoría pasando dificultades serias. Esta inmensa mayoría está desarticulada, enfrentada, dividida, no es consciente de que forma una unidad. El F. C. lo que trata es de crear una conciencia que una a la gente y crear un contrapoder. Es un trabajo difícil, porque es un trabajo diario de hablar con la gente, de presentar propuestas, uniendo…y lo mismo queremos hacer con fuerzas políticas. Tenemos vocación de pegamento, lo cual significa que no estamos en primera línea, de forma ostensible. Nuestro trabajo es muy callado…
—¿El pueblo se acabará levantando?
—Yo no sé si el pueblo se acabará levantando. Se levanta todas las mañanas. Lo que sí es cierto es que el nivel de contestación está creciendo. El estado español es junto con el estado griego el que más movilizaciones está teniendo. Lo que va es poco a poco, creemos que esto puede llegar a cristalizar en una alternativa serena, pacífica, pero firme. Yo soy muy amante de la firmeza serena, la tranquilidad. Pero que no tenga quien la pare.
A tres cuartos de hora de iniciarse la presentación, nos dirigimos a la cafetería.
Marilis Balenciaga, responsable del museo, los Julios y yo, que escucho en silencio, intentando memorizar cada instante.
Pensar. La clave está en la reflexión. Pero eso cuesta, es algo a lo que debemos acostumbrarnos. Leer, como aves bebiendo agua, que vaya cada sorbo acompañado de una mirada al cielo, como un acto de reflexión.
Pensar, reflexionar, leer. Y mirar al cielo con bondad y entendimiento.
Bondad y entendimiento que lo guiaron toda su vida. Como también guió a sus discípulos.
Los del buen maestro.
Que la tierra te sea leve, Julio Anguita.
#JulioAnguita: La clave está en la reflexión. Pero eso cuesta, es algo a lo que debemos acostumbrarnos. Leer, como aves bebiendo agua, que vaya cada sorbo acompañado de una mirada al cielo, como un acto de reflexión. @txaro_cardenas. Share on X
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