¿Qué es el arte? El concepto es muy relativo, cambiante y subjetivo. Hay quien acude a un museo de arte contemporáneo y se escandaliza comparando la Victoria de Samotracia con una fotografía de Jurgen Klauke o una instalación de Elgreem and Dragset. Y es que nuestra evolución como especie y los grandes cambios como la revolución industrial nos hicieron replantearnos muchas cosas.

Así, tradicionalmente se han considerado artes la arquitectura, la escultura, la pintura, la música, la poesía, la literatura y el teatro, la danza y el cine. Sin embargo, con la aparición de nuevas técnicas que se utilizan no sólo con fines funcionales sino también estéticos y comunicativos o expresivos, podemos entender que la fotografía ha conseguido integrarse como una categoría de arte, y tras ella, ha comenzado a debatirse la inclusión de otras técnicas como los tatuajes, la publicidad o los videojuegos.

Centrándonos en estos últimos, es cierto que confluyen en ellos una buena historia (literatura), una buena banda sonora (música), unos buenos gráficos (pintura, cine) y una serie de reacciones a acciones. Esta interactividad puede emocionar más aún que el cine, y la prueba es cómo la retransmisión de los espots está triunfando en el mundo. Simplemente tenemos que centrarnos en eventos como el Juegos Miami 2018 para darnos cuenta de lo lejos que ha llegado el juego, y no sólo por su jugabilidad en sí, sino por todo lo que se esconde detrás. En este evento, se va a poder ver lo más nuevo de los juegos de casino online tanto en avances tecnológicos como gráficos, pasando obviamente también por aspectos técnicos como la seguridad para una experiencia perfecta que realmente consiga que nos podamos evadir.

Si elementos como la historia, la música o la imagen, presentes en los videojuegos, también están en el cine, debería entenderse que prácticamente son lo mismo conceptualmente hablando si es que los apreciamos desde un enfoque artístico, sobre todo si comparamos con el cine de animación. Según este razonamiento, el debate estaría prácticamente cerrado: los videojuegos como el cine, son arte. Pero en los videojuegos se va más allá desde el momento en que el espectador también es parte de la historia, no sólo la consume, sino que la adapta a sí mismo, creando una experiencia única y personalizada.

Evidentemente, del Pong a nuestros días no hay comparación, pero ¿quién podría negar que el Tetris no es un juego lleno de arte? Desde el concepto de encajar piezas geométricas de diferentes colores, pasando por el escenario y la personalidad a través del movimiento de los personajes que enfrentan a los dos posibles jugadores. Por supuesto, juegos como The Last Os Us, tanto sonora como visualmente no pueden más que dejarnos boquiabiertos, el realismo y nivel de detalle son extremos, pero al igual que Botticelli, Velázquez y Picasso ofrecen experiencias visuales muy diferentes, podemos encontrar arte en juegos como Angry Birds, que aprovechan la magia de la física en función de diversas variables, o incluso las tragaperras más modernas como Book of Ra, que llevan un exhaustivo estudio tras los gráficos y simbología presentes en sus pantallas.

 

Los #videojuegos, un #arte en el que el espectador también es parte de la historia: la consume, la adapta a sí mismo, creando una experiencia única y personalizada. Clic para tuitear