Nada más empezar Capitana Marvel, el fan acérrimo del Universo Marvel ya tiene una lágrima en los ojos, gracias al hermoso homenaje que rinden al gran creador entre creadores que fue Stan Lee. No es raro «Más alto. Más fuerte. Más rápido».que el resto del público acabe aplaudiendo con ese estupendo y merecidísimo reconocimiento a una de las grandes figuras creativas del siglo XX y XXI. Más tarde, cuando la película concluye, no es extraño que sintamos que estamos ante una de las películas más carismáticas, entretenidas y potentes en su mensaje del Universo Marvel que ayudó a cimentar Stan Lee. ¿La conclusión? Capitana Marvel era una película más que necesaria, pero ¿por qué?
Más allá de los haters
Después de una oleada de «críticas» (por llamarlas de alguna manera) sin haber visto la película y varias campañas de boicot de gente que se aburre, Capitana Marvel ha llegado a nuestras pantallas y, en el caso del cine adonde fui, con un lleno absoluto en la sala (solo hay que ver los primeros datos de taquilla, unos ciento cincuenta millones en su primer día).
Lo importante de huir del fandom, en muchas ocasiones, es que te permite ver que los gritos y los lloriqueos de algunos, por mucho que suenen por pesadez, no dejan de ser ruido frente a personas que les importa descubrir una historia sin importarles las campañas de odio habituales.
A menudo, ir a ver una película de Marvel y comprobar que el público es cada vez más variado y disfruta con el film te devuelve un poco la fe en una humanidad, más allá de los vicios del odio. Y tras esta introducción, no perderé más tiempo hablando sobre gente que no lo merece y más frente a una película tan entretenida como lo es Capitana Marvel.
Capitana Marvel: Una superheroína necesaria
Capitana Marvel nos cuenta la historia de la guerrera kree Vers y la guerra que ella y el imperio kree tienen en contra de los skrulls, una raza de metamorfos que se infiltran en los planetas y toman el control. Sin embargo, tras una emboscada, Vers comienza a comprender que, quizás, puede recuperar su memoria y descubrir quién es realmente cuando visite un planeta considerado un agujero inmundo en la galaxia: la Tierra. Será allí, en 1995, donde hará frente a la amenaza skrull, junto al agente de SHIELD Nick Furia, y descubrirá una serie de secretos que harán que tome nuevos caminos durante esta aventura.
Existían grandes expectativas hacia la primera película de Marvel protagonizada por una mujer. Si bien ya habíamos tenido Wonder Woman (Patty Jenkins, 2017) por parte de DC hace algunos años, ahora Marvel ha decidido darle el rol de protagonista a una Brie Larson que encarna a una Vers carismática, una superheroína capaz de luchar, sonreír, llorar y ser… una persona; sonará a algo normal, pero no lo es y es el mensaje genial de Marvel trasladado a la gran pantalla: cualquiera puede ser un superhéroe: cualquiera que cae y se levanta por defender una causa justa, es un héroe. No importa que seas una mujer, negro, mutante… No importa mientras hagas algo bueno y ya solo por eso y por transmitir el mensaje de eterna lucha por el bien, ya la Capitana Marvel se merece formar parte del panteón de ejemplos de personajes femeninos fuertes.
Cualquiera puede ser un superhéroe: cualquiera que cae y se levanta por defender una causa justa, es un héroe. @captainmarvel #CapitanaMarvel #CarolDanvers. #Crítica #Cine @Carlos_Eguren. Share on XLa directora Anna Boden y el director Ryan Fleck cumplen y recogen el espíritu de juego con la narración que ya hiciera Jon Favreau en Iron Man (2008): conocemos a Carol Danvers malherida y saltamos al espacio para, más tarde, mediante juegos mentales, ir descubriendo trozos del pasado que, como en Total Recall (Paul Verhoeven, 1990) nos lleva a que el personaje principal deba ir reconstruyendo su pasado.
Sigue siendo una película de superhéroes con sus batallas, sus chascarrillos y sus malos no tan malos, pero hay algunos recursos argumentales muy interesantes, aunque visualmente sea una película más del Universo Marvel, deudora de Guardianes de la Galaxia (James Gunn, 2014) o Thor Ragnarok (Taika Waititi, 2017) en su parte espacial y de Thor (Kenneth Branagh, 2011) en su parte terrícola.
Pese a que el público parezca un poco cansado de las películas de orígenes, el guion funciona gracias a que Anna Boden, Ryan Fleck y Geneva Robertson-Dworet, sin reinventar nada, cuentan la historia con suficiente claridad y, pese a que algún chiste skrull sobre, logra que haya una serie de giros en el segundo acto que nos llevan a pensar que el mensaje de la película es ciertamente importante.
Si hubo gente que se enfadó con Black Panther (Ryan Coogler, 2018) por ser nominada al Óscar y tener a un superhéroe negro que luchaba contra la idea de muros y prefería compartir sus bienes con el resto del mundo para hacerlo mejor, muchísima «gente» (¿o gentuza?) se mosqueará por ver a una superheroína con alma y, sobre todo, que trata a los refugiados como lo que son: seres que sienten y padecen, que no son monstruos que un imperio autoritario tacha de seres deleznables a los que eliminar. Eso, en estos tiempos de pensamientos extremadamente retrógrados, hace que Marvel, incluso siendo parte de una macrocorporación, muestre una defensa de ideas que hoy, cierto sector, quiere poner en entredicho mediante el odio.
Si hubo #haters con #BlackPanther, los habrá con esta superheroína con alma que trata a los refugiados como seres que sienten y padecen. Mensajes importantes incluso en el #cine de #entretenimiento. #CapitanaMarvel. @Carlos_Eguren. Share on XPor supuesto, tampoco estamos ante una película de arte y ensayo que busque crear un punto único en la historia del cine, pero Capitana Marvel, tanto el personaje como la película, tienen mucha alma. Sus creadores buscan la catarsis en el público, que logremos captar qué es ser un superhéroe o una superheroína cuando el mundo está en tu contra, que comprendamos que no siempre los buenos son los buenos y esos mensajes, en esta era, toman una gran importancia incluso en el cine de entretenimiento.
Dando vida a la Capitana
Si por algo suelen llamar las películas de Marvel al público es por su reparto y contamos con varios intérpretes conocidos. La ganadora del Óscar, Brie Larson, interpreta a una Carol Danvers fuerte, capaz de mover con carisma a un personaje ciertamente interesante: es todopoderosa, pero también es humana.
A su vez, tenemos a Jude Law como Jon-Rogg, el mentor de Vers; es un actor con muchísimo carisma, como vimos en The Young Pope, y salva papeles como el de Dumbledore en Animales fantásticos: Los Crímenes de Grindelwald (David Yates, 2018); aquí lo consigue de nuevo.
No se puede decir lo mismo de Gemma Chan, Rune-Temte y Algenis Pérez Soto como Minn-Erva, Bron-Char y Att-Lass, que se quedan como meros secundarios con cierto carisma dentro de una función mucho mayor.
Más importancia tienen Lashana Lynch como María Rambeau y Akira Akbar como su hija Monica; si ustedes saben sobre el Universo Marvel, se imaginarán el futuro de estos dos personajes.
Sorprenden, para bien, la inclusión de Annette Benning como la Inteligencia Suprema (entre otros papeles, ya lo entenderán) y el actor que interpretó a villanos en Rogue One: una historia de Star Wars (Gareth Edwards, 2016) y en Ready Player One (Steven Spielberg, 2018): Ben Mendelsohn como Talos, que ha acabado suponiendo todo un acierto al jugar con las expectativas del espectador.
Si bien ya comentábamos que la fotografía era deudora de otras de las películas de Marvel, los efectos especiales siguen siendo uno de los puntos sobresaliente de la película. Aparte de para recrear las batallas o para hacer reales los inmensos poderes de la Capitana Marvel, porque logra que nos creamos que estamos ante el Samuel L. Jackson de 1995 cuando estamos en 2019.
En cuanto al uso de la banda sonora, nos transporta a los años ’90 con temazos como el Come as you are de Nirvana o canciones populares como el Just a girl de No Doubt, y con unos temas orquestales compuestos por Pinar Toprak, creadora que juega en el espacio con algunos toques a lo Blade Runner (Ridley Scott, 1982) para luego viajar a la Tierra con la fanfarria de los superhéroes.
Como precuela del Universo Marvel Cinematográfico, tenemos la aparición de nuevo de Samuel L. Jackson como un Nick Furia que, todavía, está en el camino a ser el futuro director de SHIELD y eso permite más dosis de humor. También se recupera al actor Clark Gregg como el agente Coulson, aunque su papel quede reservado para algunas escenas que sirven de precursoras de cómo lo vimos una década después en Iron Man. Otros dos personajes que regresan son Korath, encarnado por Djimon Hounsou, y Ronan el Acusador, interpretado por Lee Pace, todavía en camino de lo que serán décadas después en Guardianes de la Galaxia.
Por supuesto, al ser una película de Marvel, hay multitud de guiños al Universo Marvel de los cómics, desde los juegos de colores con el uniforme de la Capitana Marvel (que representa todos los colores de sus uniformes de los cómics) hasta la explicación a ciertos eventos del Universo Marvel Cinematográfico, como el origen de la Iniciativa Vengador. No se olviden el cameo de Stan Lee, el gran creador que nos dejó hace algunos meses. Al igual que en otras películas de Marvel, hay dos escenas tras los créditos. ALERTA DE DESTRIPE: La primera es un estupendo adelanto de Vengadores: Endgame (hermanos Russo, 2019), la épica conclusión de toda una etapa del Universo Marvel, y la segunda nos explica, de modo simpático, el destino de cierto artefacto. FIN DEL DESTRIPE.
En conclusión, la película de Capitana Marvel es como su protagonista: carismática, entretenida y llena de esperanza para un Universo Marvel y un mundo real que la necesita, más allá de tediosas campañas de odio. No podemos esperar más a que regrese.
#CapitanaMarvel: una película entretenida, carismática y llena de esperanza para un Universo Marvel y un mundo real que la necesita. #CarolDanvers, mucho más que una #superheroína. #Crítica #cine @Carlos_Eguren. Share on X
Crítica de Carlos J. Eguren
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